La persona necesita desarrollar cada día sus capacidades lo que le permite alcanzar todo tipo de metas en su vida. Desgraciadamente podemos observar en las relaciones humanas un deterioro en los valores que trae como consecuencia la nula superación personal en los seres humanos.
Como padres y docentes formamos parte de la sociedad y es importante estar enterados de la necesidad que tenemos como humanos de formarnos en los valores, sobre todo los morales.
Si analizamos la problemática moral de nuestro tiempo concluiremos que debemos estudiar y aprender aquello que nos ayude a entender y aliviar un poco la falta humanismo en el hombre mismo. Por eso nuestra obligación es conocer los valores que nos hacen crecer como seres humanos.
En nuestra labor diaria tenemos la responsabilidad de guiar a niños y jóvenes, ya sean alumnos o hijos, y recae en nuestros hombros el compromiso de llevar su educación a mejor nivel. Obviamente entendemos que educamos a personas, que como nosotros también forman parte de la sociedad y también tienen una misión que cumplir dentro de la comunidad.
Si cada alumno o hijo tiene la obligación de contribuir, como personas, en el desarrollo social, es esencial inculcarles los valores que se lo permitan. Por eso debemos enseñar valores, porque les son propios a todo ser humano.
Para poder determinar qué tipo de valores debemos enseñar, es necesario saber primero quiénes somos y a quiénes estamos educando. Educamos a personas, seres humanos. Así que nos preguntamos ¿qué es el ser humano?
Bien, si observamos nuestro comportamiento y nuestras funciones podemos afirmar con Boecio: la persona es un “individuo subsistente de naturaleza racional”.
En una definición más completa vemos que un ser humano es una “sustancia individua dotada de libertad, autoconciencia y fin propio”. El análisis filosófico de la definición nos ayuda a concretar las características.
Substancia: ser que existe en sí mismo. Para distinguirlo de accidente: ser que existe en otro como en un sujeto de inhesión.
Individuo: que cada persona es distinta a otra, gracias a los accidentes.
Libertad: capacidad de elegir entre opciones
Autoconciencia: conciencia de sí mismo, para reflexionar y corregir los errores.
Fin propio: según su naturaleza el ser humano debe cumplir con un fin, pues si no busca ese fin (felicidad) se frustra.
Es obvio que tenemos cuerpo, pero también es obvio que realizamos acciones y tenemos manifestaciones que no son materiales. Por eso podemos afirmar que en el ser humano existe algo que no es material y trasciende a la misma materialidad, por ser de naturaleza espiritual.
Precisamente esta espiritualidad es la que nos hace racionales y diferentes del resto de los seres en la naturaleza.
Y aquí está la razón de la necesidad de los valores en el ser humano: su racionalidad; no solamente su cuerpo material.
Entonces al definir un valor tenemos que tomar en cuenta su relación directa con lo que perfecciona. Aunque se refiere al ser humano completo (cuerpo y espíritu), el valor perfecciona más a la voluntad y al propio dominio, más que al cuerpo mismo.
Fuente: Profesora de la Escuela Superior de Filosofía
2006. MÉXICO
Excelente artículo Teresita, lo leímos mi esposa y yo y nos gustó muchísimo. Felicidades.
Miguel y Evangelina Nichols
bueno q es muy importante x q a nosotros los estudiantes nos sirve de mucho mi novio y yo lo leimos y nos encanto……felicidades