Un océano de libros media entre la filosofía y la ficción

Como casi todos los jóvenes intelectuales de los setenta, Fernando Savater estuvo obsesionado con Nietzsche.
Su adicción a ese filósofo estuvo matizada, sin embargo, de otro autor rumano, bastante desconocido en español en ese tiempo: Emile Cioran.

De hecho, uno de los múltiples aciertos en el dilatadísimo récord de publicaciones (en la parte de bibliografía de su sitio web constan más de 80 ítems) es el de haber introducido en el catálogo de lecturas imprenscindibles al pesimista rumano.

En 1972 publicó dos ensayos: ‘Nihilismo y acción’ y ‘La filosofía tachada’, que eran una especie de tributo teórico a las figuras de esos dos gigantes:Nietzsche y Cioran. Contra lo que pudo parecer, el joven filósofo español no eligió la senda vital escabrosa de sus dos maestros.

Más bien se decantó hacia el lado contrario (complementario): el de la esperanza. Sus trabajos de la década de los ochenta se dedican a la pedagogía y en 1980 recibe el Premio Nacional de Literatura por el ensayo ‘La tarea del héroe’.

En 1981 se publica la novela policial ‘Caronte aguarda’ y a ese le sigue una estela literaria matizada por los cientos de artículos periodísticos que ha publicado en Europa y Ámérica.
Fuente: http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=238101&id_seccion=7

Quito – Ecuador | 22 de noviembre del 2008

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