Darío Sztajnszrajber, Lucrecia Pinto, Guillermo Martel, Lucas Wilders y Juan Finger presentan esta temporada en Mar del Plata el espectáculo “Desencajados: filosofía + música”, que subirá a escena el viernes 22 de enero a las 22 en el Teatro Roxy.
El trabajo analiza a la filosofía y a la música como dos géneros independientes que sin embargo dialogan. Un diálogo puede ser sólo el pendular de dos formatos que se sostienen en lo suyo, o por el contrario se puede apostar por la contaminación, la intervención y sobre todo el desencaje.
Hay algo que no encaja en el intento de comulgar filosofía y música. Este espectáculo es la expresión de esta diferencia. Tal vez cuando todo encaja demasiado, aunque suene bien, algo se deja afuera.
La palabra correcta o el acorde justo nos dejan tranquilos, pero en el desencaje florece lo creativo. “Desencajados” es un diálogo de desmontaje. Algunas de las canciones del rock nacional se ven invadidas por textos filosóficos que continúan ese camino artístico de apertura.
Pero también algunas de las temáticas filosóficas de nuestro ser contemporáneo se ven atravesadas por la música más emblemática de nuestra historia e identidad. Spinetta, Charly García y Fito Páez dialogando con Platón, Nietzsche y Derridá.
El filósofo Darío Sztajnszrajber amplió un poquito más el panorama:
– ¿Cómo será el contenido del espectáculo?
-Desencajados es un diálogo entre la filosofía y la música. Ponemos a conversar los temas, textos y preguntas de la filosofía con un repertorio de canciones provenientes del rock nacional. Eso posibilita que podamos encarar cuestiones como el amor, el tiempo, la pregunta, el poder, como ejemplo, tanto racional como emocionalmente. Además, al cruzar las canciones con las preguntas existenciales, rompemos la idea de canción como algo cerrado, así como rompemos al mismo tiempo la idea de que una reflexión no pueda ser estética. La sensación es que la filosofía adquiere ritmo y la música otra densidad.
– ¿En qué se basó esa elección?
-Las cuestiones existenciales son universales e históricas. La selección de los autores responde a nuestra forma de entender la filosofía como cuestionamiento radical. Por eso nos inclinamos por Nietzsche, Foucault, Derridá o ciertas lecturas de Platón, pero siempre de modo llano y muy cotidiano. En el caso de la música, fuimos buscando canciones del rock nacional que trataran los mismos temas y que nos posibilitaran hacer el cruce. Por ejemplo, toda una reflexión sobre el poder y sus lenguajes es atravesada por estrofas de Vencedores vencidos de Los redonditos de ricota.
– ¿De qué manera se logra fusionar la filosofía y la música?
-No se fusionan. Se entrecruzan, dialogan, se desencajan como metáfora del desencaje de todo lo que nos rodea. Y en lo concreto, las canciones se van inmiscuyendo entre párrafos de una serie de reflexiones y preguntas.
– ¿Todos atravesamos la filosofía aunque no nos demos cuenta, al escuchar una canción, por ejemplo?
-Depende cuáles canciones. Creo que hay una importante cantidad de canciones que están buscando generar disquisiciones existenciales y otras que no. Pero nuestro desafío fue tambien buscarle la vuelta, como por ejemplo con un tema de Sui Generis como “Quizás porque” que nos permite una profunda deconstruccion del amor como monogamia.
– ¿A qué público está dirigido este espectáculo?
-A todo el mundo. Suele haber una fuerte presencia de jóvenes, pero la filosofia es extermporánea: no tiene edad para cualquiear que quiera provocarse a sí mismo.
– ¿A qué hace referencia cuando habla de “Desencaje”?
-A la necesidad de deconstruir los grandes dogmas que dominan nuestra concepción del mundo. De allí que la obra vaya pasando por diferentes grandes temas y los vaya deconstruyendo, esto es, mostrando sus posibles contradicciones, sus zonas invisibilizadas. Nos peleamos contra todo lo que se presenta como definitivo: que haya un única forma de vivir el amor, o de organizar el tiempo, o de pensar la politica.
– ¿Cuáles cree que son los principales referentes de este concepto tanto en lo filosófico como en lo musical?
-Nietzsche, número uno en lo filosófico. Toda su filosofía está hecha “a martillazos”, justamente contra la pretendida solidez de los conceptos hegemónicos. Y el rock, creo, nace con esa misma vocación. Nace, aunque despues al igual que muchas filosofias muchas veces termina traicionándose.
– ¿Cuál es el mensaje que se quiere reflejar?
-Que todo puede ser de otra manera y que esa convicción, aunque nos angustie, nos libera.
Fuente: http://www.0223.com.ar/nota/2016-1-19–todo-puede-ser-de-otra-manera-y-aunque-nos-angustie-nos-libera
20 de enero de 2016. ARGENTINA