Reseña de “Entre clásicos” de Salvador López Arnal
Sobre Manuel Sacristán y György Lukács
Entre clásicos: Manuel Sacristán-György Lukács es un libro exhaustivo sobre la relación entre Manuel Sacristán Luzón (Madrid, 1925 – Barcelona, 1985), el más grande filósofo marxista español del siglo XX y, el brillante filósofo húngaro, György Lukács (Budapest, 1885 – Budapest, 1971 ), uno de los más importantes (junto con Antonio Gramsci) pensadores marxistas del siglo XX.
Este libro, sobre los dos clásicos del pensamiento marxista, es el resultado de muchos años de investigación por parte del profesor y filósofo español, Salvador López Arnal, dedicados a la obra intelectual de Manuel Sacristán (1), así como su correspondencia con György Lukács (2) que se llevó a cabo durante las décadas de la segunda mitad del siglo XX.
A lo largo de la correspondencia entre los dos, se puede observar un notable y rico intercambio de experiencias intelectuales y políticas acerca de Marx y el marxismo, la filosofía moderna, la epistemología contemporánea, la metodología científica y la praxis revolucionaria socialista. Las cartas revelan que ellos compartían un objetivo fundamental: el conocimiento de las luchas de los trabajadores para superar racionalmente los problemas de establecer el proyecto de la emancipación humana a través de la transformación revolucionaria de la sociedad hacia el comunismo democrático.
De este modo, el libro del profesor Salvador López Arnal (3) se desarrolla en la forma de un largo diálogo que comenzó entre Sacristán y Lukács a partir de la edición castellana de la obra del pensador húngaro que se encontraba bajo la responsabilidad editorial del filósofo y lógico español.
El contenido del libro de López Arnal se distribuye a lo largo de 230 páginas y está organizado a través de una introducción, de 22 capítulos numerados en números romanos, un epílogo que consiste en un poema de Bertolt Brecht, dos apéndices, una bibliografía y una tabla de contenidos y de nombres .
A través de los capítulos, López Arnal nos permite conocer en detalle las partes más importantes de la correspondencia privada liberada entre los dos marxistas durante décadas de amistad y nos proporciona el conocimiento de las conferencias, ensayos críticos (4) y los textos de Sacristán para la introducir los libros de Lukács en español.
Entre los muchos libros de Lukács traducidos, introducidos y anotados por Sacristán en español, encontramos el brillante Historia y conciencia de clase, el controvertido El asalto a la razón, y otros casi tan influyentes como los dos primeros: El joven Hegel y los problemas de la sociedad capitalista; Goethe y su época; La estética; El realismo y su poética; El alma y las formas; La novela histórica; La teoría de la novela; Obras completas de Lukács.
Siguiendo los pasos de la relación carteada entre Lukács y Sacristán, López Arnal trata de articular diversos campos del conocimiento occidental en su libro, para obtener una síntesis ilustrada de biografía intelectual, de marxismo, de historia cultural, de historia de la filosofía, de teoría estética y de teoría política del siglo XX.
Pero las cartas también muestran que la amistad, el diálogo y la colaboración solidaria entre Lukács y Sacristán no estaban sin tensión, incomprensión y silencio mutuo. López Arnal nos enseña cómo las diferencias centrales entre los dos filósofos fueron determinadas por las contradicciones subjetivas y objetivas de su momento histórico: mientras Lukács (sin darse cuenta de los instrumentos filosóficos obtenidos con el avance de la ciencia moderna) luchaba por una teoría y praxis marxista enmarcada dentro de la filosofía hegeliana de raíz especulativa, Sacristán luchaba para lograr no sólo una posición racional y equilibrada acerca de la tensión entre el pensamiento dominante (de características analíticas y positivistas) y el pensamiento revolucionario marxista, sino que también luchaba para alcanzar una posición racional y equilibrada para el conflicto entre el pensamiento marxista de orientación cientificista reformista y el marxista de corte dialéctico y revolucionario.
Salvador López Arnal muestra también que la diferencia de formación entre los dos pensadores fue otro de los factores determinantes de la tensión y el desacuerdo entre ellos: mientras Lukács fue un filósofo que procedió principalmente de una orientación filosófica que lo situaba ampliamente dentro de las “ciencias del espíritu” de tradición neo-kantiana (Simmel, Dilthey, Max Weber), Sacristán fue un filósofo y lógico que provenía de una orientación filosófica familiarizada con la “tradición analítica y positivista” siendo un crítico y un traductor no sólo de las obras de György Lukács, sino de ciencias humanas en general y de ciencias exactas en particular, además de estar en posesión de un conocimiento amplio y profundo de las corrientes actuales del campo de la lógica matemática y de la metodología de la ciencia moderna.
Para revelarnos la complejidad del filósofo español, el libro también muestra que Sacristán, como Lukács y Gramsci, fue un político radical, un formador destacado de los cuadros socialistas y comunistas (para PCE y el PSUC) para luchar a través del conocimiento racional y plausible por el cambio radical y revolucionario de la sociedad capitalista.
A pesar de las diferencias de posiciones en las discusiones teóricas sobre las cuestiones metodológicas, Sacristán y Lukács, estuvieron de acuerdo sobre las cuestiones fundamentales de la política revolucionaria, sobretodo cuando se referían a la necesidad urgente de conducir (a partir de un posición anti estalinista) la revolución proletaria hacia el socialismo verdaderamente democrático.
Esta identidad anti Stalin puede ser comprobada de manera decisiva en la reacción de indignación y repulsión de los dos pensadores a la invasión de Checoslovaquia por los tanques y las tropas del Pacto de Varsovia en agosto de 1968. Pocos días después del desastre, György Lukács escribió:
“Estimado camarada Aczel: Considero mi deber comunista informarle que no puedo estar de acuerdo con la solución de la cuestión checa… Como consecuencia de esto debo retirarme de mi participación en la vida pública húngara de los últimos tiempos”. (pag. 27)
Del mismo modo, Manuel Sacristán, un día después, escribió a Xavier Folch del PSUC:
“El asunto me parece lo más grave ocurrido en muchos años… La cosa, en suma, me parece final de acto, si no ya final de tragedia.” (pag. 26)
Además de la importancia de los capítulos que se concentran en la discusión de las cuestiones teóricas y políticas importantes para la praxis socialista, muchos capítulos del libro también revelan, directa o indirectamente, las relaciones complejas y difíciles que se establecen entre el editorial, el autor, el editor, el traductor, los derechos del autor, el miedo a la censura y la opresión franquista, cuando se tomaba la decisión de publicar un libro en español de un extraordinario pensador revolucionario como Lukács en la España de Francisco Franco.
A pesar de que cada capítulo forma una parte y tiene una función imprescindible para la totalidad del libro de López Arnal, el capítulo XI “La conciencia de clase en la historia” es el que llamó especialmente mi atención (5) no sólo por ser uno de los capítulos más sustantivos e indicadores de la profundidad intelectual entre los dos pensadores, sino también como evidencia del enorme respeto y admiración que siente el filósofo español por el filósofo húngaro:
La obra del filósofo marxista húngaro Georg Lukács tiene dimensiones enciclopédicas y, al mismo tiempo, la penetración aguda, profunda y audaz del ensayo y del experimento teórico. La vida intelectual de Lukács ha sido -y sigue siéndolo, en una vejez tan lúcida que conforta a quien la conoce- una constante captación de las fuentes del pensamiento marxista. El sólido conocimiento de los clásicos y la intensa actividad revolucionaria del filósofo explican en general su extraordinaria intimidad con el tronco vivo del marxismo. Pero, de todos modos, su arraigo en el pensamiento social ha tenido a veces manifestaciones incluso asombrosas. El caso de “Historia y consciencia de clase” -que presentó ideas de los “Manuscritos económico-filosóficos” de Marx unos diez años antes de que estos fueran descubiertos- puede ejemplificar el excepcional carácter de la relación de Lukács con la matriz del marxismo.
Ya eso bastaría para hacer de la obra de Lukács un fondo de conocimiento y método de estudio obligado para todo el que se interese por la historia del pensamiento socialista productivo, no simplemente imitativo o didáctico. (Pags 110-111)
Pero a pesar de todo el respeto y admiración que sentía y expresaba Manuel Sacristán por el filósofo húngaro (y por Historia y la conciencia de clase), no evitó hacer reparaciones a la falta de comprensión de la relación entre el método marxista “ortodoxo” de Lukács, la supuesta falsedad material de las proposiciones marxistas y la falta de dialéctica de su epistemología para el conocimiento de la historia. Por lo tanto, se puede observar en una nota donde Sacristán critica a Lukács por hacer caso omiso del análisis marxista acerca de la división social del trabajo y del sistema de explotación de los trabajadores en la Edad Media, donde es criticado también por aplaudir las palabras equivocadas de Max Weber de que la empresa capitalista se basa en el cálculo en lugar de la explotación. López Arnal la cita en su libro:
El punto débil de todas las acusaciones a la moderna división del trabajo consiste en que autores no ven al artesano o al campesino precapitalista como productos históricos, como cultura: no ven en su “armoniosa unidad” el fruto de la brutal opresión, de la necesidad y escasez económicas y de la ignorancia no menos brutal -por lo que hace a toda la sociedad, también al noble y al clérigo- acerca de la misma existencia humana. Y así no ven -los críticos reaccionarios- la necesidad histórica de la “fragmentación” del hombre, no absorbido por el “centro” único, (?) divino de “sentido”, del hambre, la enfermedad, el terror, ni ven -los lukácses- la necesidad intelectual de una fuerte restricción en su faz ideológica, la progresividad de la intuición de la autocomprensión del hombre “centrado” en la ignorancia. En línea de ese pensamiento, Lukács llega a atribuir al capitalismo, como esenciales, rasgos de toda producción científica, incluso (y exacerbadamente) de la socialista y de la comunista. Así lo hace, por ejemplo, al aplaudir estas palabras de Max Weber: “La moderna empresa capitalista se basa internamente ante todo en el cálculo [Escritos políticos, Munchen 1921, p. 142] (p. 107, p. 138) cuando lo menos que Lukács tendría que contraponer a esa apologética disfrazada es que la empresa capitalista descansa ante todo en la explotación. (pag. 116)
Para concluir esta breve reseña sobre este excelente libro, yo diría que no tengo ninguna duda de que el lector marxista, socialista y comunista (o al lector a quien sólo le interesa la historia de las ideas decisivas para el mundo contemporáneo), encontrarán en Entre clásicos: Manuel Sacristán-György Lukács, de Salvador López Arnal, una recreación exacta del espacio dialógico establecido por dos clásicos del marxismo y que funciona y sirve como un excelente guía para un recorrido por la teoría y la práctica revolucionaria del pasado, presente y probablemente del futuro.
NOTAS
1. Manuel Sacristán Luzón, estudió leyes y filosofía en Barcelona y estudió lógica matemática y filosofía de la ciencia en Münster, en Westfalia (Alemania), donde conoció a Ulrike Meinhof entre otros. A su regreso a España, se convirtió en un maestro no titular en la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona, donde fue profesor de Fundamentos de Filosofía y Metodología de las Ciencias.
La carrera académica de Sacristán fue atropellada por el régimen de Franco que lo expulsó en 1965 de la Universidad por su posición política y su lucha contra el franquismo y luego fue reincorporado como profesor después de la muerte del general Franco, cuando fue nombrado profesor de Metodología de las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona.
Desde 1947 fue creador, director y miembro de destacadas revistas y periódicos políticos y culturales en España: Qvadrante, Laye, Quaderns de Cultura Catalana (revista publicada clandestinamente por el PSUC), Nous Horitzons, Materiales. En 1979, junto a su primera esposa, Giulia Adinolfi, fundó la nueva revista Mientras Tanto para reconsiderar el programa de la emancipación comunista bajo la luz de la crítica ecológica y feminista de matriz marxista.
A lo largo de su vida, Sacristán desarrolló una intensa labor como editor y traductor para varios editoriales en España. Él tradujo una centena de obras de autores diferentes y entre ellos se encuentran Marx, Engels, Gramsci, Adorno, Karl Korsch, Lukács, Galvano Della Volpe, Galbraith, E. Fisher, Labriola, Marcuse, Agnes Heller, G. Markus, E. P. Thompson, Mario Bunge y otros. Entre su obra como autor se destaca la Introducción a la lógica y el análisis formal (Barcelona, Ariel, 1969) y Las ideas gnoseológicas de Heidegger además de numerosos artículos y escritos recogidos póstumamente en varios volúmenes de Panfletos y materiales (Barcelona, Icaria, 1983-1985).
En 1975, diseñó una edición crítica en español de las obras completas de Marx y Engels en 68 volúmenes, bajo el sello de Editorial Grijalbo. En este proyecto sólo doce volúmenes pudieron salir a la luz pública, incluyendo las traducciones del libro 1 y 2 de El Capital de Marx y El Anti-Dühring de Engels. Sacristán también ha producido, editado y traducido una antología de los escritos de Antonio Gramsci para Siglo XXI editores. Su producción intelectual y editorial siempre ha sido impulsada por el compromiso con la investigación y la docencia en la crítica filosófica, metodológica y cultural, además de la constante intervención política en el debate ideológico de la época.
Para aquellos que no conocen la importancia del filósofo y lógico Manuel Sacristán Luzón para el movimiento marxista y su organización en España, debo aclarar que él era miembro de la dirección del PSUC y del PCE en la clandestinidad y ha desarrollado un trabajo político intenso en el frente académico y cultural. Desde la crisis de 1968 (el mayo francés y la invasión de Checoslovaquia), sus diferencias con la línea oficial de ambos partidos, lo llevaron a renunciar a todos los cargos partidarios pero siguió ligado a las posiciones de base hasta finales de los años setenta. Junto con su esposa, Giulia Adinolfi, una filóloga hispánica, Sacristán, tuvo un papel fundamental en la formación de la Educación de los Trabajadores (Comisiones Obreras de la Enseñanza) y también fue un activo miembro del Comité Antinuclear de Catalunya (CANC) hasta su muerte en el seno del movimiento eco-pacifista y anti-OTAN.
Hasta el día de su muerte, el 27 de agosto de 1985, a los 59 años, Manuel Sacristán desarrolló una intensa lucha intelectual y política llegando a ser, sin lugar a dudas, uno de los filósofos políticos más importantes del siglo XX en España. En la actualidad, MSL es considerado por muchos pensadores como el “Gramsci español”.
De su matrimonio con Giulia Adinolfi tuvo una hija, la matemática Vera Sacristán. Durante el año escolar 1982/1983, fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México donde conoció a su segunda esposa, la profesora y socióloga María de los Ángeles Lizón.
2. György Lukács nació en Hungría de una familia burguesa. Estudió y se doctoró en filosofía en 1906. Más tarde, vivió en Berlín y Heidelberg, desde 1909-1914, donde recibió la influencia de Simmel y Weber, y donde se hizo amigo de Ernest Bloch. De regreso a Budapest, se unió al Partido Comunista de Hungría en 1918 y fue Comisionado de Educación en el gobierno de Béla Kun. Después de la caída del Kun, emigró a Viena, a Berlín y a la Unión Soviética. En 1956, su oposición al estalinismo y su participación en la revuelta húngara, lo llevaron a la posición de Ministro de Cultura del gobierno de Nagy, pero después de la invasión soviética, se exilió en Rumania, regresando a Hungría en 1957.
Lukács fue uno de los pensadores más complejos y representativos de la cultura contemporánea. Por un lado, su trabajo se ha centrado en el campo de la teoría literaria, especialmente en el ámbito de la narrativa (la novela), donde hizo importantes contribuciones al análisis estético; por otro, evolucionó, a partir de la filosofía idealista hegeliana, hacia al marxismo revolucionario y desarrolló una fuerte crítica de las filosofías representadas por el positivismo lógico y el existencialismo. Su obra, escrita en húngaro y alemán, incluye libros muy influyentes tales como la Teoría de la novela para la estética y la Historia y conciencia de clase para el pensamiento marxista.
Sus estudios siempre estuvieron estrechamente vinculados a su actividad política, como lo demuestra la ya mencionada publicación de Historia y conciencia de clase (el trabajo teórico fundamental para el desarrollo del marxismo), a pesar de haber sido públicamente condenado y repudiado más tarde por el propio autor. Su trabajo (que forma el corpus filosófico más amplio y más decisivo de ese período), sentó las bases para el nacimiento del llamado “marxismo occidental”, que se ha destacado no sólo por su oposición clara y enérgica a la tesis positivista de la Segunda y la Tercera Internacional, sino también por el rechazo al cientificismo y a las tendencias dogmáticas dentro del marxismo. Fuera del ámbito de las obras marxistas, György Lukács ha sido de gran importancia para el debate cultural europeo e internacional.
En 1932, Lukács publicó los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 de Karl Marx y trató de profundizar en el tema de la alienación y de la continuidad entre Marx y Hegel y tuvo una influencia extraordinaria para la elaboración de interpretaciones alternativas para la comprensión de la obra de Karl Marx. Así, Lukács hace una reinterpretación de los temas fundamentales de Marx y se posiciona en contra de la concepción de la dialéctica como ley natural. En oposición a Engels, Lukács hizo hincapié en la centralidad del problema de la conciencia de clase como crítica de la alienación bajo el capitalismo, concentrándose en el método dialéctico y en la categoría de totalidad que se debería realizar en la práctica y en el sujeto histórico.
La relación entre Hegel y Marx también aparece en obras posteriores de Lukács en las que hizo hincapié en la deuda de Marx para con el pensamiento y el método de la dialéctica hegeliana, que era especialmente evidente en sus primeras obras.
Para conocer la cronología de los aspectos importantes de la vida y obra de György Lukács recomiendo el link:
http://www.herramienta.com.ar/teoria-critica-y-marxismo-occidental/gyoergy-lukacs-biografia
3) El escritor Salvador López Arnal es conocido y respetado como uno de los más capaces estudiosos de la vida y obra filosófica, lógica y política de Manuel Sacristán.
López Arnal ha sido un discípulo destacado del filósofo, lógico, traductor, profesor y escritor español y actualmente se ha convertido en uno de los más importantes divulgadores de la obra de Sacristán: su producción de varios libros y más de tres docenas de artículos acerca de Sacristán dan fuerte testimonio de la importancia de sus escritos para el conocimiento de la obra del brillante filósofo marxista. Entre sus destacados libros se encuentran las ediciones de los escritos de Sácristan: “Sobre dialéctica”; Seis conferencias sobre la tradición marxistas y los nuevos problemas; Acerca de Manuel Sacristán Luzón, con Pere de la Fuente; De la primavera de Praga al marxismo ecologista: entrevistas con Manuel Sacristán, con Francisco Fernández Buey.
López Arnal, profesor de Matemáticas en la UNED y profesor instructor de los ciclos de capacitación en informática en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) es filósofo y autor de libros sobre el estado de la ciencia, de la cultura y de la política en el mundo de hoy. Trabaja regularmente en la revista El Viejo Topo, Rebelion.org, Marx Espai, Sin Permiso. López Arnal es escritor y editor junto a Joan Benach y a Xavier Juncosa, del documental “Integral Sacristán” (El Viejo Topo, Barcelona).
Recientemente, el blog “Novas Pensatas “, tuvo la oportunidad y el honor de publicar para el lector brasileño un texto introductorio de él acerca de Manuel Sacristán. Vea el enlace:
http://novaspensatas.blogspot.com/2011/03/manuel-sacristan-o-compromisso-do.html
4) Entre los varios textos de Manuel Sacristán (1925-1985) acerca de G. Lukács cabría destacar los ensayos: “Sobre la noción de razón e irracionalismo en G. Lukács”; “Nota necrológica sobre Lukács”; “Sobre el marxismo ortodoxo de György Lukács”, todos incluidos en el libro Sobre Marx y marxismo, Icaria, Barcelona, 1983; el ensayo “György Lukács”, en el libro Papeles de filosofía, Icaria, Barcelona, 1984; e “¿Para qué sirvió el realismo de Lukács?” en el libro Pacifismo, ecologismo y política alternativa, Barcelona, Icaria, 1987.
5) También debido al hecho de que he tenido un conocimiento previo de los contenidos de ese capítulo en otras ocasiones:
En la primera ocasión, fue narrada personalmente por el profesor Manuel Sacristán Luzón en una clase de Metodología Avanzada de las Ciencias Sociales en el curso de postgrado en la UNAM; la segunda, en un texto de Salvador López Arnal titulado “Antología de textos de Manuel Sacristán sobre György Lukács (1885-1971)”, publicado por rebelion.org; la tercera, en el Anexo 2, del excelente libro Sobre la dialéctica, editado por Salvador López Arnal y publicado por “El Viejo Topo”.
Las versiones anteriores y la versión actual del libro Entre clásicos: Manuel Sacristán-György Lukács, registran el mismo contenido pero presentan la relación forma/contenido en modos diferentes. En cualquier caso, la relación forma/contenido del libro actual de López Arnal, es la mejor lograda, en mí opinión.
Fuentes: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=147370
http://novaspensatas.blogspot.com/2012/03/sobre-manuel-sacristan-e-gyorgy-lukacs_28.html
ESPAÑA. 2 de abril de 2012