Rompen con las élites editoriales

Jóvenes se han dado a la tarea de crear sus propias revistas para hacer oír su voz; buscan independencia y una nueva estética

Escritores, artistas plásticos, ilustradores y diseñadores, estudiantes o egresados de escuelas de filosofía, letras y arte, han optado por crear revistas propias, independientes de grupos, movimientos y tendencias. Ante el rechazo del elitismo dejaron de tocar puertas de publicaciones periódicas “consagradas” .
Motivados por la necesidad de expresarse y de abrir espacios para el talento nuevo, pero también preocupados por difundir otras maneras de escribir, ilustrar y diseñar que hay en México, grupos de jóvenes, unidos por la amistad y la creación, han fundado revistas literarias y culturales como Lenguaraz, Textofilia, Pliego 16 y Acentos.

Las cuatro publicaciones que han sido creadas en los últimos tres años persiguen distintos objetivos, pero tienen puntos en común: están hechas por estudiantes o egresados de Letras, Artes y Filosofía de la UNAM y la Universidad Iberoamericana, las hacen jóvenes que no rebasan los 30 años, son revistas que nacieron por la necesidad de mostrar su trabajo, y además, son espacios abiertos a otros jóvenes.

Ajenos a movimientos culturales de grupos como lo fueron en su tiempo publicaciones como Los Contemporáneos o Irradiador, que editaban los estridentistas, los escritores de hoy apelan a la independencia y a la estética.

Sus propuestas son distintas, las hay de gran atractivo visual en textos y diseño como Lenguaraz; otras son casi libros: Textofilia; unas más son ediciones modestas pero de alto contenido literario como Pliego 16. Otra es Acentos, que busca convertirse en la revista de la comunidad artística y cultural del país.

Jorge Morales, del consejo editorial de Lenguaraz, dice que son un “foro para que publiquen jóvenes escritores e ilustradores. La convocatoria se abre a lo literario, cabe la poesía, el cuento, el ensayo, acompañado de ilustración y un diseño muy juguetón, el resultado es una revista como objeto de arte”.

Esa misión la comparten Textofilia, editada por alumnos de la Ibero, y Pliego 16, revista de los becarios y ex becarios de la Fundación para las Letras Mexicanas.

El presupuesto es el enemigo de los jóvenes editores, a excepción de Pliego 16, todos sufren por los recursos, aunque algunos, con visión empresarial, han creado una distribuidora; es el caso de Textofilia, que desde hace dos meses, con la misma razón social, coloca en el mercado revistas y libros de editoriales independientes.

“Nos organizamos como una pequeña compañía y poco a poco hemos autogenerado ingresos. Vendemos publicidad en páginas, tenemos apoyo de la iniciativa privada y además hemos creado una pequeña distribuidora de revistas y libros”, asegura Sánchez.

La revista Acentos, apenas comienza en el mercado, busca ser el medio de difusión de la comunidad artística y cultural del país. “Hay muy poca relación entre bailarines y dramaturgos, artistas visuales y escritores”, comenta Sergio Téllez-Pon.

La nuevas publicaciones han creado estrategias de distribución y venta distintos a los tradicionales, realizan venta directa, organizan veladas literarias e incluso hacen campañas para regalar la revista.

Cuidan al máximo los contenidos y buscan reflejar lo contemporáneo. “No partimos de premisas estéticas de ningún tipo, queremos que se vea la literatura y el arte del México que vivimos, fomentamos las prácticas de vida, que la gente se atreva y se exponga”, afirma Ricardo Sánchez.

http://www.eluniversal.com.mx/cultura/52745.html

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