¿Qué factores inciden en esta etapa posmoderna, a la desesperanza existencial y de hastió de la que ya sobradamente nos hablaban Gabriel Marcel y Erich Fromm?
Diremos primero, que el alejamiento de los sistemas de pensamiento, hacia lo ontológico, lo axiológico, hacia reflexión sentida por lo trasciende y lo digna y verdaderamente humano.
Así mismo, la negación del ser, por todas las corrientes filosóficas positivistas y existencialistas, abonando a la maquinaria de la supuesta “verdad objetiva” del cientifismo; ha des identificado al ser humano con su ser, y lo han promulgado como un abanico mecánico de funciones destinado a la eficacia y eficiencia competitiva en todos los campos del saber y hacer humano.
Si abonamos a esto! La cruenta realidad de un mundo sin-sentido, que pareciera carecer de un horizonte de feliz vida y termino; es obvio que ha entrado en la psiquis y el corazón humano una angustia y un vacío existencial.
Y es que entendámoslo, el hombre antropológicamente hablando, necesita creer, sentir, amar, vivir, trascender, toda la historia personal y colectiva de la humanidad lo demuestra; el individuo es más que un título académico, que un estrato social, que una ideología política o religiosa, el ser humano, es como tal ser humano, en la medida en que se enaltece en sí mismo, su condición de ser valorante de fin y no de medio, de su infinita variedad afectiva, de su capacidad de trascendencia por medio de su libertad de conciencia y de acción; libertad no infinita, sino siempre en referencia a un valor superior- el bien común, el carácter soteriológico, y su formidable y admirable cualidad de ser creativo, creativo hacia lo justo, lo digno, lo sabio, no hacia aquello que se estanca en sí mismo, sino, en la grandeza del ser y de su creador.
“Cuando al hombre/mujer, se le desprende del ser, se le da un carácter de “función”, pierde toda su condición de fin, de ser libre, digno y llamado a la trascendencia.
Es necesario recapacitar sobre el uso que le hemos dado a la técnica, a la ciencia, al desarrollo tecnológico, al supuesto progreso socio-económico; ¿será que el hombre es más feliz ahora, o simplemente “cómodo”, sin una exigencia ontológica? Si se ignora lo esencial y trascendente del ser humano no habrá sistema político, norma jurídica, democracias, técnica o ciencia, que salve del hastío y la degradación al ser por excelencia.
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Fuente: http://filosofiaenaccion.wordpress.com/2011/12/21/regreso-al-ser/
21 de diciembre de 2011