Es docente del Centro de Educación Artística (Cedart) Mérida
En política, son los medios los que deben justificar el fin -Fernando Savater

Quizá ahora que se destaparon los candidatos para la gubernatura de Yucatán y la alcaldía de Mérida, y comenzó la euforia política de los diferentes partidos deberíamos preguntarles: ¿Qué leen o cuáles son las lecturas que han marcado su vida?, para descartar que no son sólo políticos en campaña señalando y prometiendo con su típica monserga lo mismo de siempre, sino que no son ignorantes.
Porque si bien dice Carlos Fuentes, hijo de diplomático y habiendo sido él mismo embajador en Francia, y hoy por hoy uno de nuestros intelectuales más destacados; Enrique Peña Nieto no debería ser presidente por ignorante. Y yo pregunto: ¿y los demás? nuestros políticos aspirantes en turno, ¿sí pueden serlo? ¿La ignorancia no estorba ni impide ser gobernador, diputado, senador o alcalde? Desde hoy deberá importarnos.

Fue precisamente Zeus, dice Platón, quien viendo al mundo de los hombres mortales debatirse entre el caos y la guerra creó la política, de donde luego surgirían la justicia, la equidad y la democracia o toda otra forma conveniente de gobernar.

Podemos comenzar por aquí. Todo político, ya que no todos, pocos o ninguno cursó para ejercer esta profesión la carrera de Ciencias Políticas (o ninguna), debería leer los diálogos políticos de Platón, ya no digamos las diversas constituciones que él y su discípulo Aristóteles escribieron para los distintos Estados de las polis griegas de su época, sino sus libros torales: la “República” (de Platón) y la “Política” (de Aristóteles) que son referentes primarios para entender el quehacer de un político y las necesidades de un Estado.

Si nuestros políticos que no presumen saber no han leído jamás o al menos revisado como necesidad o tarea estos textos, debemos preguntarnos cómo es que pueden ser políticos.

Tanto la “República” como la “Política” explican cómo o cuáles deben ser los principales referentes de un Estado, cómo debe establecerse un buen gobierno y cuáles deben ser las principales características de un gobernante. En los dos casos, tanto Platón como Aristóteles afirman que todo político debe ser virtuoso y sabio, porque sólo de esa manera podrá entender y saber conducir el destino de una nación.

Otro texto que deberían leer y con el que nuestros políticos podrían presumir no sólo de entendidos en la materia, sino hasta de sensibles es el libro de “Máximas y enseñanzas” de Marco Aurelio, uno de los mejores gobernantes de Roma y conocido como el emperador filósofo. Marco Aurelio gobernó Roma cuando ésta estaba asediada por los bárbaros (siglo II d. de C.), su gobierno estaba inspirado en la filosofía estoica que enseña un conocimiento práctico sobre los acontecimientos del mundo. Este pequeño y hermoso libro está lleno de consejos, de reflexiones y juicios sobre la vida, el hombre y la naturaleza. “Mi hermano Severo me enseñó -dice Marco Aurelio- que el amor al prójimo es amor a uno mismo, a la verdad y a la justicia” “… Un gobernante debe actuar de tal manera que los demás crean que nunca será alguien precipitado e irresponsable”.

Sin duda éste sería un texto que marcaría para toda su vida a un gobernante, si es que realmente se interesa y le importa el prójimo, ya que para eso se ejerce la política.

Pero quizá un libro que honraría la personalidad y capacidad de un político hasta alturas impensables es el “Leviatán”, de Thomas Hobbes, el filósofo inglés que inaugura con este texto la filosofía política moderna. El texto habla extensamente sobre los derechos del ciudadano, la razón, las leyes y la justicia, y de cómo mantener un Estado dentro de la concordia. Las preguntas claves del texto son: ¿Qué mantiene bien a un Estado, o qué lo aniquila?- Mérida, Yucatán.

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Fuente: http://www.yucatan.com.mx/20111223/nota-9/214722-que-deben-leer-los-politicos.htm

MEXICO. 23 de diciembre de 2011