En los seres inanimados admiramos el orden en la armonía, la integración, unificación en las leyes físico-químicas.
En los seres vegetales admiramos el orden en la armonía, la integración, unificación en las leyes físico-químicas y biológicas.
En los seres animales irracionales admiramos el ordenen en la armonía, la integración, unificación en las leyes físico-químicas, biológicas e instintivas.
En los seres humanos admiramos el orden en la armonía, la integración, unificación en las leyes físico-químicas, biológicas, instintivas y morales, que son fundamento de los derechos humanos.
El hombre percibe en su interior la vinculación de su conciencia (sinónimo de juicio práctico) con los principios de esta ley natural moral, que es la misma ley eterna en cuanto realizada en las criaturas racionales.
El primer principio de la razón práctica es aquel que se basa en la naturaleza de bien: “Bien es aquello que todos los entes aman”. Este será el primer precepto de la ley: “Se debe hacer el bien y evitar el mal”. Todos los demás preceptos de la ley natural se fundan en éste, de manera que todas las cosas que deben hacerse o evitarse tendrán carácter de preceptos en cuanto la razón práctica los juzgue como bienes naturalmente humanos.
El conjunto de inclinaciones naturales cuyas reglas racionales forman la ley natural pueden resumirse así:
a. La inclinación o tendencia a la conservación del ser -vida e integridad física y moral- frecuentemente llamada instinto de conservación.
b. La inclinación a la unión conyugal de varón y mujer, formando ambos la comunidad primaria de la especie humana, ordenada a la generación y educación de los hijos.
c. La inclinación a la relación con Dios, como manifestación de la creaturidad, dimensión constitutiva del ser del hombre.
d. La tendencia al trabajo, como expresión de la índole dominadora y transformadora del hombre respecto al mundo circundante, y en conexión con ella la tendencia al descanso y a la actividad lúdica.
e. La inclinación a la sociedad política y a las varias formas de asociación, que proviene de la índole social del hombre.
f. La tendencia a la comunicación, expresión también de la sociabilidad humana; y
g. La inclinación al conocimiento y a las diversas formas de cultura y arte.
Junto a estas tendencias, cabe señalar unas líneas de fuerza o leyes básicas de desenvolvimiento de dichas tendencias:
• La ley de la solidaridad entre los hombres en cuya virtud cada hombre y cada colectividad es corresponsable de los demás en la obtención de sus fines.
• La ley de la perfección y desarrollo: cada hombre en particular y la sociedad humana en su conjunto están llamados a un continuo perfeccionamiento, tanto material, como moral y espiritual.
➢ En el siglo XVI, los grandes pensadores políticos españoles Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, dejaron sólidamente establecidos los fundamentos de una teoría social y política de derecho natural, que conviene tener presente. He aquí sus tesis principales:
1. Dios es el creador del mundo y del hombre.
2. Dios ha dado al hombre una naturaleza sociable. Esto significa que el hombre, impulsado por su propia naturaleza, busca relacionarse con sus semejantes, porque comprende que solo con ellos podrá realizar todas las posibilidades de su persona.
3. Por inclinación natural, pues, los hombres crean la sociedad civil. Esta es, por ello, una sociedad natural.
4. Dios es el autor de la sociedad en cuanto que Él ha creado la naturaleza sociable del hombre.
5. Al aceptar la vida social, los hombres realizan implícitamente un pacto o contrato, por el cual se comprometen a colaborar en el logro colectivo del fin de la sociedad.
6. Este fin es el bien común. Por este término hay que entender lo siguiente: los miembros de una sociedad civil se comprometen a procurar para todos la prosperidad material, cultural y espiritual y el disfrute pacifico de todos los derechos que como persona tienen.
7. Una sociedad no puede existir sin la autoridad civil que se encarna en el Estado. Este puede tener múltiples formas.
8. El Estado es la estructura que da unidad a la pluralidad de la familia e individuos que forman la sociedad. Su misión es orientar y, si es necesario, obligar a todos los miembros de la sociedad a que tiendan al bien común.
9. La autoridad proviene en último término de Dios y en él tiene su último fundamento. Si Dios es el creador y fundamento de la sociedad, lo es también de la autoridad, ya que sin ésta no puede subsistir aquélla. Además, sin una autoridad superior a todos los hombres, nadie podría obligar a nadie en conciencia. Habría potestad coactiva -uso de la fuerza-, pero no potestad de imponer obligaciones morales.
10. El sujeto primero de la autoridad es el pueblo. Por un contrato puede delegar su autoridad en el Estado. El Estado deberá mantenerse dentro de los límites que le señale el pueblo.
11. Uno y otro tienen que respetar la ley natural, que es el proyecto que Dios tiene sobre todos los hombres, ya que expresa lo que es y lo que no es conveniente a la naturaleza humana en cuanto tal. Sus preceptos principales pueden ser descubiertos por nuestra razón natural y de hecho lo han sido progresivamente.
12. La revelación de Dios nos ha ayudado a conocer más completa y exactamente tales mandatos.
➢ Estas tesis explican al hombre en sociedad desde los planteamientos más radicales de su ser, desde Dios y sus relaciones con El.
➢ Los valores supremos de la persona, las normas básicas de orientación y actuación tienen todas ellas un valor ético fundado en la Providencia o proyecto que Dios tiene sobre los hombres y que llamamos también ley natural.
➢ El estado y los particulares quedan así necesariamente dentro del orden moral.
➢ Acatar las actuaciones todas, públicas o privadas, con tales valores y normas como última instancia, será moralmente bueno. No hacerlo será moralmente malo.
➢ De nuestros actos morales todos somos responsables ante Dios, que ve nuestras conciencias. La moralidad se deriva en definitiva, del sentido religioso de la existencia humana.
Hay muchos sistemas de gobierno diferentes, según las variables, circunstancias históricas y culturales. El patrón de su bondad es la inmutable y universal ley natural: son buenos en la medida que conducen al hombre hacia su Fin Último y reconocen la dignidad de la persona humana.
o En el siglo XVI un político florentino, Nicolás Maquiavelo, escribió una obra desconcertante. Divorciada de los principios ético-religiosos de la política. La tituló “El príncipe”, que en el vocabulario de la época equivalía a lo que hoy llamamos Estado.
o Maquiavelo partía de la afirmación del radical egoísmo del ser humano. El estado tiene por finalidad el engrandecimiento, el poder y el esplendor del mismo. Era la teoría del Estadocomo razón, o lo que después se ha llamado la razón de Estado.
o En consecuencia, el Príncipe (el Estado) puede utilizar todos los medios para lograr ese fin. La astucia, la mentira, el disimulo, el perjurio, la violencia, el asesinato y cualquier otro medio queda justificado y legitimado por el fin que se pretende.
o La razón de Estado legitima los medios. No hay otra norma moral para la política.
o La política es la política y prescinde de la moral. Es autónoma y se rige únicamente por la utilidad y el éxito. Es lo que ha quedado para siempre con el nombre de maquiavelismo.
Definición Real.
La definición real de carácter filosófico es la que “mejor expresa lo que la cosa es”. Para llegar a esta definición los filósofos realistas señalan las cuatro causas de la realidad que se definirá.
Causa material.- En este caso observaríamos a la política Maquiavélica como un daño a la sociedad por no importar los fines que pretenden, a la sazón: el engrandecimiento, el poder y el esplendor del estado.
Causa formal.- La causa forma de la política Maquiavélica o su esencia es el acto humano libre de estos seguidores de Maquiavelo -que implica inteligencia y voluntad-con calificación moral negativa.
Causa eficiente.- La causa eficiente o agente remoto de esta política Maquiavélica es el ser humano.
La causa eficiente o agente próximo es la acción humana.
Causa final.- La meta de esta política Maquiavélica es el poder del estado por cualquier medio.
Se concluye que la causa de la Política Maquiavélica, es el vicio.
En realidad, la política Maquiavélica es la resultante tanto de los vicios de los individuos como de los vicios de los gobiernos.
La conducta viciosa es aquella que no consigue el orden de la recta razón, el justo término medio, la cima entre el exceso y el defecto en el obrar. Toda conducta humana proviene de cuatro fuentes posibles:
a. De la voluntad y el intelecto.
b. De la voluntad.
c. De la voluntad y la pasión del apetito concupiscible.
d. De la voluntad y la pasión del apetito irascible.
De esto se desprende que no puede haber sino cuatro especies de vicios de la conducta.
a) El que surge por defecto de la recta razón en el intelecto y la voluntad, o imprudencia.
b) El que surge por defecto de la voluntad o injusticia.
c) El que surge por defecto de la voluntad y el concupiscible o falta de templanza.
d) El que surge por defecto de la voluntad y el irascible o falta de fortaleza.
De este modo, las fuentes de los comportamientos viciosos, son los vicios contra las virtudes cardinales.
1. Hervada, Javier; Introducción Crítica al Derecho Natural; Editorial Minos, SA de CV; 1996.
2. García Alonso, Luz; “El Hombre; su Conocimiento y Libertad”; Universidad Anáhuac del Sur; México 2000.
3. Barp Fontana, Luciano; “El Hombre Imagen de Dios”; Universidad Lasalle, marzo 2006.
4. Valverde, Carlos; Ética y Política; Cuadernos Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1981.
5. Torre de, José M.; “Compendio de Filosofía”; Editorial Minos, S. A. de C. V., México 1999.
6. García Alonso, Luz; “La Inseguridad y la Violencia, Estudio desde la Filosofía de la Eficacia”; Editorial UCIME 3a edición 2007.
Fuente: Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Filosofia. Aula Gabriel Marcel. Universidad Simón Bolivar. 19-X-2013.
10 de noviembre de 2013