Por la filosofía. La educación.

Las relaciones complejas entre filosofía y educación exigen hoy —más que nunca—, impedir el avance del moldeo de cerebros que busca reducirlos a su capacidad crítica y creativa.
Por eso es menester oponerse con firmeza a una educación puramente competitiva y supuestamente forjadora de “competencias”, la cual deja fuera todo tipo de reflexiones humanistas y despreciativa de las disciplinas propias de esa dimensión existencial. El predominio del neoliberalismo —la globalización deshumanizada—, ha confundido la enseñanza con las rutinas empresariales. Y creado la visión de los saberes y conocimientos como parte de las cotizaciones de la Bolsa. Como si educar fuera nomás hacer mano de obra al mejor postor.

La educación tiene un sentido más allá de eso llamado neoliberalismo. La educación debe estar más adelante de ideologías y visiones de mercado. La educación debe educar para la vida entera.Educar es dotar de capacidad al ser humano para adentrarse en la existencia y ser capaz de vivirla en su máximo esplendor. La “empresamanía” con sus “valores” de: competencia, eficiencia y excelencia, han instalado una idea de educación que ha irrumpido todo el sistema educativo nacional, con una idea parcializada de la vida y sus posibilidades.Hoy urge reconceptualizar una nueva Filosofía de la Educación capaz de tomar en consideración la dignidad humana y las capacidades superiores de la existencia, para hacer un hombre imaginativo, creativo y sensible.Esa filosofía educativa, es la que cabe defender; la que urge defender. Una educación que nos enseñe a aprender. Aprender a aprender por nuestra cuenta y aún más allá de una certificación académica.Una educación que nos enseñe a aprender a ser, a existir en el mundo con todas las capacidades de mi interior para el dominio de lo exterior. Educación capaz de enseñarme a hacer proyectos y planes de mi existencia y cómo vivirla de la mejor manera.

Educación que me enseñe a convivir, a respetar mi entorno, a ser sensible con los que me rodean: todo tipo de seres de la naturaleza. Porque este mundo competitivo, en aras de ganar por ganar, está perdiendo la belleza del ser contemplativo, generoso y heroico.Y esas enseñanzas de la filosofía educativa deben darse en todos los niveles educativos de la enseñanza, desde la básica hasta la superior. Porque si algo debe distinguir al ser bien educado, es su capacidad de vivir plenamente y en armonía con los otros.La educación, en fin, exige ahora plantear frente al neoliberalismo hegemónico, una visión más humanista, capaz de brindar esperanzas y soluciones más generosas e igualitarias. Donde las diferencias entre ricos y pobres, se conviertan en equilibrios armónicos de convivencia.México y América Latina, deben superar las visiones mercantilistas de la educación. Crear una educación capaz de poner a nuestros pueblos en la idea de una educación profundamente humana, sin taras ni estorbos ideológicos. Cercana a la idea de un hombre superior y libre.Debemos hacer de niños y jóvenes, sujetos-protagonistas de la historia, alejados de los estereotipos y copias alejadas de nuestra realidad. Hacer que se reconozcan como sujetos y no como objetos, como personas y no cosas de mercado.

La escuela debe enseñar lo relevante de la capacidad racional: preguntar, cuestionar, interrogar, crear, innovar, para no quedarse con los moldes de siempre. Lograr eso en la educación ya sería un paso decisivo para el nuevo destino de nuestros pueblos llenos de ignorancia y miedo.Para esto es menester destecnificar la educación, sus sistemas de evaluación, de certificación y acreditación —tan insensibles y competitivos—, crear nuevos modelos de enseñanza más libertarios: generadores de imaginación y creatividad.Quienes participamos de —o padecemos— la educación, debemos asumir tareas más reflexivas y críticas del papel que asumimos dentro de ella.

Sólo de esa corresponsabilidad surgirá una nueva dinámica transformadora que nos brinde un destino creado a través de nuestro papel protagónico en la historia. Una historia y un destino que debemos hacer y lograr como sujetos pensantes.
Fuente: http://www.tribunacampeche.com/index.php?option=com_content&view=article&id=27317:por-la-filosofia-16-la-educacion&catid=43:opinion&Itemid=110

MEXICO. 21 de agosto de 2010

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