Podria ser William James un realista especulativo?

Ayer (lunes) por la noche por fin tuve un rato libre para revisar algo que quería leer hace bastante tiempo, me refiero a un breve artículo de Graham Harmam (este es su blog personal), “Object-Oriented Philosophy”, ensayo incluido en su libro Towards a Speculative Realism. Me interesa hace varios meses revisar bien qué es lo que anda haciendo esta gente del Speculative Realism, pero el tiempo es corto y a veces cuesta mucho salir de las lecturas en las que uno ya está metido por el riesgo de perder puntos en el tan mentado proceso de volverse “especialista” en algún autor, corriente de pensamiento o materia puntual.

G-H

En todo caso, ayer revisé este pequeño ensayo y me quedé con algunas ideas breves que comparto, no pretendo resumir el texto. Me gusta la reapropiación que hace Harman del análisis de la relación del Dasein con los utensilios (95-97) hecho por Heidegger en Ser y tiempo. La verdad, siempre fue una de las partes que más me gustó de ese libro, pero el uso que Harman le da va mucho más allá de Heidegger para plantear una suerte de ontología de lo que, en inglés, él llama tool-being (algo así como ser-en-tanto-utensilio/herramienta). Este breve examen del análisis heideggeriano es sin duda interesante porque, a partir de la tensión entre lo vorhanden y  lo zuhanden, Harman concluye que los objetos configuran redes de influencia muy complejas razón por la cual siempre estamos involucrados con ellos, nunca tenemos propiamente una aproximación neutral a los mismos (vorhanden).

Sin embargo, para Harman, esta cuestión no libera a la filosofía que vino después del mundo moderno de un severo antropocentrismo (94), aunque, a través de esta entrada iluminadora, Heidegger (también Whitehead, pero como no conozco su obra, me abstengo por ahora de comentar) abre algún camino sin desearlo. Ese camino se abre a partir de lo que algunos han llamado el coeficiente de adversidad del objeto. Piensen en el clásico ejemplo de un martillo o de un lapicero. Normalmente nuestra relación con estos objetos o utensilios es de uso: martillamos, escribimos y, de alguna manera, el objeto se nos invisibiliza, como si se perdiese en su relación funcional con nosotros. No obstante, el objeto emerge como-lo que-es cuando se nos muestra adverso, cuando falla: el martillo se ha roto, el lapicero se ha quedado sin tinta, etc.

Para Harman esta cuestión es central: el objeto emerge con su fuerza e invita a plantearnos la pregunta por su estatuto ontológico. Ese movimiento es interpretado por Harman, como un buen motivo para replantearnos también el modo egocéntrico a través del cual hacemos filosofía, sugiriendo así una filosofía orientada-hacia-los-objetos (Object-Oriented Philosophy, 95) centrada en el mencionado tool-being. La idea de pensar la ontología desde los objetos, para Harman, tiene que ver con caer en la cuenta de que los objetos no son simplemente algo que usamos, sino que son (98). Su ser está determinado por el modo en que configuran cierto tipo de realidad en el cosmos, alterando el panorama del ser de formas muy distintas (98). Si esto termina siendo útil para los seres humanos, perfecto; pero eso no cambia el hecho de que los objetos por sí mismo alteran la realidad (98).
Esto configura, si entiendo bien (soy lego en este tema) una “nueva” aproximación filosófica, porque descentra al sujeto y se aproxima a la ontología a partir de sistemas múltiples de relaciones e influencias, aunque y esto es sumamente interesante, los objetos deben tener, según Harman (a partir de su ejemplo del plutonio, 103-104) una condición inmaterial y, a la vez, substancial. Esto es, los objetos no son meramente materiales como cuando se habla de materia inerte y no son meramente relacionales si por ello queremos decir que las relaciones son un mero accidente. De todos modos, el artículo termina con esa afirmación y no la desarrolla, así que deja espacio para la especulación. Quizá Daniel o EDLJ puedan iluminar un poco este asunto, yo recién empiezo a explorarlo y, claro, me faltan toneladas por leer.

En todo caso, mi punto es que encuentro bastantes semejanzas con el empirismo radical de William James. Los Essays in Radical Empiricism, compilación póstuma (1912) de varios ensayos de James, ofrecen una ontología que resuena en las líneas de Harman. Allí James sostiene (este es un resumen muy tosco), entre otras cosas, su teoría de la pura experiencia, según la cual lo que existe en realidad es solo eso, pura experiencia. Lo demás, la idea de sujeto, la de causa y otras divisiones solo constituyen fraccionamientos analíticos de la realidad que facilitan su comprensión, mas no cosas-que-existen-en-la-realidad. La tesis de James es que no encontramos en una suerte de pan-relacionismo que constituye la esencia misma de todo. En ese sentido, cierta cercanía encuentro con la idea del tool-being de Harman en tanto nos encontramos ante dos metafísicas “materialistas”.

De todos modos, este es solo un pequeño post que señala alguna posible relación y alguna inquietud por desarrollar. Es perfectamente posible que Harman no tenga en mente nada parecido y que expresamente diga que James estaba loco (he visto que hay algunas referencias a James en su blog, 1, 2, hasta 8, pero, excepto la 1, al parecer un texto aún inexistente, y algo de la 2, lo demás no parece muy útil). También es posible que los dos mencionados Danieles tengan mejores pistas que las mías por su mejor conocimiento del asunto. Ya veremos. Mi intención era solo explorar preliminarmente la idea.

W-J
Fuente: http://sagradaanarquia.wordpress.com/tag/martin-heidegger/

13 de octubre de 2011

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *