“En sus Diálogos, Platón pone en boca de Sócrates la mayor parte de unas ideas que en parte pueden pertenecer a su maestro y en parte son suyas. Uno de los aspectos más destacados de su pensamiento reside en la consideración de que existen más allá de la vista del hombre ciertos arquetipos o formas esenciales que son las ideas que proceden del demiurgo, ideas de las que el hombre no percibe más que su sombra (el mito de la caverna).
Entre estas ideas está la belleza, inmutable y una, que se manifiesta a los hombres de diversas maneras, pero siempre, como reflejo de lo bello en sí: en los cuerpos hermosos, por ejemplo. Es importante distinguir lo bello en sí, aún en los objetos bellos, más que complacerse simplemente en ellos. Lo explica, en forma de diálogo, en la República, V, XX, 47696: ¿No son ciertamente bien escasos los hombres capaces de acercarse contemplativamente a lo bello en sí mismo? -Desde-luego-. El que piensa en las cosas bellas, pero no en lo bello en sí mismo, y por otra parte, tampoco es capaz de seguir en su carrera al que le lleve hasta el conocimiento de su idea, ese, ¿te parece que vive en un sueño o despierto? Fíjate bien. ¿Qué otra cosa es la ensoñación, sino esto mismo; es decir ya en sueños, ya despierto, tomar la sombra de una cosa por la cosa misma, pensando en las relaciones de semejanza? -En efecto, contestó, yo diría del que esto hiciese que está soñando- ¿Pues qué? Aquel que por el contrario, juzga que existe algo bello en sí mismo y que puede llegar a contemplarlo, e incluso las cosas que son participación de la belleza, eso sin pensar que las cosas bellas son lo bello en sí y viceversa, ¿te parece a ti que vive despierto o como en un sueño?
-Muy despierto, replicó.
La belleza está relacionada con el bien. Las cosas bellas son buenas y las feas son malas. Es una idea que tendrá una larga historia en la filosofía y estética clásicas y pasará luego a los pensadores cristianos antiguos y medievales. Pero, además, la percepción de las cosas bellas implica utilidad y placer, siendo bondad y utilidad más importantes que placer. En Gorgias, 474, Sócrates discute con otras varias personas, entre ellas el mismo que da título al diálogo, pero en un momento cruza palabras con Polo y se percata que para éste la percepción de la belleza no está relacionada necesariamente con la bondad. Se inicia la discusión sobre ello:
Sócrates: ¿A todo lo que es bello, tanto si se trata de cuerpos como de colores, figuras, sonidos o profesiones, aplicas tú invariablemente este calificativo sin ningún fundamento? Pensemos primeramente en los cuerpos bellos: ¿no es verdad que los llamas así en atención a su utilidad, en relación con aquello para lo cual es útil cada uno, o en consideración al placer que proporciona, cuando los que los contemplan experimentan un goce al verlos? ¿Tienes algo que añadir sobre la belleza del cuerpo? -Polo: Nada. -Sócrates: ¿Y verdad que del mismo modo llamas bellas a todas las demás cosas, figuras, colores, o por el placer o por la utilidad, o por ambas cosas a un tiempo? -Polo: Ciertamente. – Sócrates: ¿No es cierto que haces lo mismo con los sonidos y con todo lo concerniente a la música? – Polo: Sí lo es”.
YARZA J: Fuentes de la Historia del arte I. En Conocer el Arte. Historia 16. Madrid 1997, págs 63-65.
Fuente:http://www.artecreha.com/Textos/platon-sobre-la-belleza.html
1º de septiembre de 2012
En su día leí ‘Dientes Blancos’ (White Teeth) de forma apasionada y casi convulsiva. Con ‘Sobre la Belleza’ (On Beauty) me ha ocurrido algo parecido. Una novela ambiciosa, de personajes, qué, como señalas, pretende al mismo tiempo retratar el mundo académico y sus envidias, las relaciones de pareja, la obsesión por sentirse joven, la necesidad de ser aceptado… Todo ello enmarcado (como en sus anteriores novelas) en una comunidad multirracial, y multicultural y en torno a las tensiones (o sinergias) que de ello se derivan. En mi opinión el (o los) objetivos, las pretensiones, no son completamente satisfechos. Pero sí en parte. Y esa parte merece la pena.
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Lo explica, en forma de diálogo, en la República, V, XX, 47696: ¿No son ciertamente bien escasos los hombres capaces de acercarse contemplativamente a lo bello en sí mismo? -Desde-luego-.
En sí, lo que yo opino sobre la belleza es que es una idea del mundo inteligible valorizante de un cuerpo en el mundo sensible; dependiente del aspecto utilizado para clasificar. La valorización es personal, si para una persona algo es bello, en SU MUNDO, en SU ALMA, eso es bello. Porque vivimos en un mundo con más de una persona, y por lo tanto, más de una opinión. Por lo que no puede existir una sola cosa bella.
El origen de lo bello, en el ser, podría emanar de su carácter sexual, a quel que lo contempla en su mismo sexo, como el omosexual o el lesbianismo, lo consibe como hermoso en el varón y la belleza en la embra, y su opuesto sería la fealdad o la ausencia de lo bello en el ente.
Busco a qui el origen el racismo, el clacismo y la descriminacion, del ser que supone o creé ser superior a otro de su misma especie, una concepción de Sócrates en relación a lo húmedo y lo seco, el débil del fuerte, lo bello y agradable digno de la contemplación, y lo feo y carente de toda belleza, condenado a la indiferencia y la censura, expone las diferencias entre embra y macho, en el caso de los felinos la belleza la observa en la melena del león y su fortaleza, que no posee la embra, o será qué en el , en Sócrates, prevalecía más su omosexualidad, nublado su contemplación por la belleza fémina, tal que la excluía de su divinida,
Tratar a otro ser humano como inferior, de segunda o con desprecio, por su origen económico, étnico o carente de belleza, no, nos hace superiores, es Hasi como nativos americanos, son tratados en su propio continente, negando su historia, la belleza y antigüedad de sus culturas, ser congruentes y comopadecernos de nuestros iguales, no es suficiente, para tan grande narcisismo.