Platón en el siglo XXI

Es Doctor en Filosofìa
Platón pensaba que sólo los filósofos estaban capacitados para alcanzar el grado más alto de conocimiento, pues sólo a ellos les es dado elevarse desde el mundo sensible hasta el mundo inteligible y llegar a contemplar la idea de Bien. Es por ello que a los filósofos les corresponde dirigir la polis, pues son los sabios y, por ende, los únicos que pueden saber qué es lo que le conviene al conjunto de la sociedad. Los filósofos deben estar pues al frente del Estado y para que sus directrices lleguen a buen término han de disponer de unas fuerzas de seguridad, los guardianes, con la determinación suficiente para hacer cumplir sus leyes al grueso de la población constituida por artesanos, campesinos y comerciantes, es decir, los productores, quienes habrán de tener la suficiente templanza para dejarse gobernar por los filósofos. Y si la sociedad se organiza de este modo será justa, ya que la justicia no consiste en otra cosa sino en que cada estamento cumpla con la función que le es propia.
La idea platónica del rey-filósofo choca con la concepción del individualismo moderno según la cual nadie gestiona mejor sus intereses que los propios afectados; sin embargo, aunque parezca increíble, ha llegado hasta nuestros días y subyace a todas las teorías paternalistas del Estado que se empeñan en mantener perennemente a los ciudadanos en la minoría de edad. Detrás de cualquier forma de totalitarismo contemporáneo está Platón, pues no se conoce ningún régimen despótico que se jacte públicamente de detentar el poder para buscar su propio beneficio; antes al contrario, todos presumen de sacrificarse por el bien común, de salvar al pueblo del peor de sus enemigos que para los salvapatrias de turno ha sido siempre el pueblo mismo.

Incluso en democracia podemos rastrear la herencia de Platón, pues los representantes, por más que sean elegidos por los ciudadanos, gobiernan de hecho como esos sabios de los que nos hablaba el filósofo ateniense, como si supieran mejor que los propios ciudadanos qué es lo que les conviene a éstos. Prueba de ello es el recelo que los gobiernos democráticos muestran a someter sus decisiones al consentimiento de los ciudadanos por la vía de un referéndum, hasta el punto de que mientras más importantes se consideran las leyes, más rechazo hay a que sean refrendadas mediante la votación popular. Mas el colmo de la materialización del concepto de rey-filósofo en nuestros días lo constituyen esos gobiernos de tecnócratas surgidos al socaire de la crisis que ni siquiera han sido elegidos democráticamente.

De todo ello se puede percatar con facilidad cualquiera que haya estudiado mínimamente a los filósofos griegos, y acaso sea ésa la razón por la que el ministro Wert haya decidido que Historia de la Filosofía no debe seguir siendo una asignatura obligatoria para todas las opciones de bachillerato. Y es que, curiosamente, la mejor forma de gobernar como Platón en el siglo XXI consiste en evitar que los ciudadanos tengan, además de una instrucción técnica, una buena formación filosófica.
Fuente: http://lucesdetrasnoche.blogspot.com

6 comentarios Platón en el siglo XXI

  1. Violeta Real

    Me gustó mucho el artículo, estoy de acuerdo en eso, en el siglo XXI a los gobiernos no les interesa o más bien, no les conviene que los ciudadanos “piensen” o “reflexionen” ya que de esa forma permanecerán alienados, seguirán siendo borreguitos; es más he escuchado decir que pretenden desaparecer la carrera de Filosofía, pues como no!

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  2. Antonio Sánchez

    Me parece una lectura pobrísima de la teoría política de Platón, tópica y simplista. Al cabo, la que se he quedado enquilosada en los territorios más funestamente académicos. Hacer responsable a Platón de los totalitarismos ya lo intentó Popper con su insufrible interpretación en “La sociedad abierta y sus enemigos”, y lo único que demostró es que podía enorgullecerse de ser un pésimo lector. Poner a Wert a la misma altura no tiene nombre. Así no vamos a ningún lado. Al cabo, lo mismo tiene razón Wert. Si esto es lo que podemos dar de sí, pues quizás habría que mandar a los filósofos a paseo. Un saludo.

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  3. BolloInChains

    Antonio Sánchez, precisamente es un artículo “bastante corto”, no esperará una refutación absoluta de sus ideas en 1000 carácteres.

    Osea, el propio Platón reconoce todo de lo que es acusado, no le da vergüenza, se jacta de ello, y según usted hay que decir mucho más..

    El principal error de Platón es el pretender comprender “el todo” sin la experiencia directa y la reflexión sobre los hechos, y en mi opinión sin la información que devuelve la experiencia, no se puede comprender NADA.

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  4. Pedro S. Limiñana

    Doy las gracias a todos los que han leído y / o comentado este artículo en este sitio, que son muchos, pero la verdad es que yo no lo envié, así que supongo que lo copiaron de alguno de los periódicos en los que fue publicado o de mi propio blog. Por si a alguien le interesa, la dirección es como sigue:
    http://lucesdetrasnoche.blogspot.com

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