Victoria Camps, en un momento de su intervención de ayer.
Victoria Camps, catedrática de Ética, premio nacional de Ensayo, cerró esta edición de la Fundación Bonald y puso la duda como conclusión de tres días de charla y reflexión.
Para eso tituló su conferencia Declive del Ensayo en un congreso sobre el ensayo.
El declive, explicó Camps, tiene más que ver con que los estantes de ensayo de los hipermercados carecen de libros de filosofía, pero sí hay exitosos ensayos sobre cómo adelgazar o cómo hacer mejor la digestión, que era un tema muy recurrente, por cierto -recordó- en la obra de Montaigne. Montaigne hablaba de sus tripas y Ortega de sus circunstancias, que son otras tripas.
Camps abordó a Ortega como un filósofo singular, pero filósofo, que gustaba más a los escritores que a los filósofos. Le defendió por observar su universo desde sí mismo.
Kant, dado el caso, tenía un sistema filosófico imbatible en el que el sujeto era algo abstracto. Nadie era ese sujeto.
En lo orteguiano el sujeto está presente. Es él. Y aunque el pesimismo no es lo suyo, dice Camps, menos el catastrofismo, el sujeto difícilmente está presente en los libros de autoayuda, aunque ayuden a adelgazar. El intelecto al menos.
Fuente: http://www.diariodecadiz.es/article/ocio/2139084/ortega/tuvo/ser/para/cerrar.html
24 de octubre de 2015. ESPAÑA