A partir de una concepción estratificada de la realidad basada en un materialismo pluralista y emergente, aparece el problema de la concepción de una ontología que de cuenta del ser social. Este ámbito de la realidad abarca el Espíritu (Hegel) en sus aspectos subjetivo, objetivo (histórico y social) y absoluto (cultural). La subjetividad humana solo tiene sentido en el seno de una sociedad y en relación con ella. La ontología del ser social esta relacionada con la ontología del ser natural y están en continua interrelación.
La actividad humana se realiza siempre en un contexto natural que se presenta como exterior e independiente, oponiendo resistencia. La naturaleza a través del trabajo es de naturaleza artificial y social; no podemos olvidar, que desde el punto de vista ontológico, dicha naturaleza presenta un resto no humano. El dar importancia a la actividad humana solamente puede hacernos caer en idealismos de la praxis (Merleau-Ponty, Sartre…); en estas concepciones se atenúa la radicalidad ontológica de la materialidad, su existencia objetiva, y se la coloca en dependencia de una instancia subjetiva, que se considera como condición ontológica de posibilidad; no tienen en cuenta que el sujeto, es a su vez, un elemento de dicha realidad objetiva y que su carácter constituyente trascendental, depende de su empiricidad objetiva.
El anti-industrialismo romántico, presenta una naturaleza intocada como ideal al que retornar. El impulso fáustico y prometeico de dominar tecnológicamente la naturaleza es un rasgo esencial del ser práxico. En su relación con la naturaleza hay un carácter co-creador.
LA ONTOLOGIA DEL SER SOCIAL COMO FUNDAMENTACION DE LA ETICA
Para Marx, la historia de la sociedad es una parte real de la historia natural. Lukácks y Carol, consideran la categoría central del ser social, la categoría de trabajo entendido como la transformación de la realidad natural mediante la puesta de las legalidades causales de la naturaleza al servicio de los designios teleológicos del ser humano.
La ontología de Lukácks, se presenta como prologo fundamentador de una Ética; desde el punto de vista axiológico, valorativo, lo importante es la ética, desde el punto de vista de la fundamentación, lo es la ontología.
La ontología tiene aparejada una ética que desarrolla sus implicaciones en el campo de la acción humana. Reivindica la centralidad y la independencia frente a la Teoría del conocimiento; reivindica la intentio recta que va directamente a las cosas, frente a la intentio oblicua propia de la teoría del conocimiento; defiende la irreducibilidad del plan de la existencia respecto al plano de la conciencia. Se opone al neokantismo, el positivismo y la fenomenología, a través de un método ontológico-genético.
El objeto de la ontología es lo realmente existente, y su tarea es examinar lo existente frente a su ser y encontrar las diversas fases y transiciones dentro de lo existente; no existe el ser en sentido estricto.
El punto de partida de la ontología, es el análisis de la vida cotidiana y de las objetivaciones que se separan de ella llevado a cabo en la estética. El reflejo científico y el reflejo estético se constituyen a partir de las necesidades de la vida cotidiana; este reflejo es una prefiguración compleja de la realidad por parte de los dos sujetos cognoscentes que aportan sus peculiaridades a dicho reflejo. El análisis de la vida cotidiana, desarrollada mas tarde por Heller, considera a esta como el ámbito primero y primordial y cuyas características primordiales son:
El trabajo y el lenguaje, no son autónomas como el arte y la ciencia
Objetivaciones superiores se abstraen, se separan, aunque tb actúan sobre ella.
El papel fundamental de las costumbres y tradiciones en la vida cotidiana
La vinculación de la teoría y la práctica.
El conocimiento cotidiano suele basarse en la analogía y la inferencia analógica.
La alineación y la reificacion son componentes esenciales de la vida cotidiana; admiten la posibilidad de desarrollar una vida autentica en lucha por la desalienación propia o de otros, a través de la lucha revolucionaria y mediante la introducción de categorías filosóficas y científicas en la cosmovisión cotidiana.
La utilización consciente de la técnica y la ciencia en la vida cotidiana, puede transformar no solo la práctica sino la concepción del mundo vigente en este ámbito cotidiano, suponiendo una desantropomorfizacion.
El dualismo medieval entre Galileo y Bellarmino, recuerda a la postura de Lukácks. Según esta posición, las ciencias positivas no entrañan una concepción del mundo, ni siquiera son prefiguraciones complejas de la realidad, sino que se limitan a ser poderosos instrumentos de cálculo que nos permiten pasar con gran fiabilidad de observaciones pasadas a predicciones futuras.
Lukácks analiza los enfoques de Hartmann, Hegel y Marx, destacando su enfoque realista e histórico; reivindica su caracterización de las categorías ontológicas como irreductibles a las epistemológicas y a las lógicas, así como su concepción estratificada de la realidad y su ontología de los complejos; crítica a Arman el no haber independizado el ser psíquico y el ser ideal del ser social. Le reconoce el hecho de la centralidad que para H. tiene la categoría de realidad frente a las de necesidad y posibilidad.
Retoma de Hegel su noción de contradictoriedad de lo real como fundamento de la filosofía y su consideración del presente real como el asunto fundamental de la filosofía. También destaca la noción de dialéctica unitaria de la naturaleza y la historia en el marco de su concepción procesual de la realidad y del pensamiento. El carácter central de la categoría de trabajo en el proceso de humanización.
Frente a esta postura idealista hegeliana, retoma la visión de Marx; parte del proceso de producción y reproducción de la vida humana como de su base primordial. Se lleva a cabola transformación social de la naturaleza, que mantiene como un elemento previo a dicha transformación humana.
La visión marxista subordina la gnoseología a la ontología, considerando al ser como una totalidad dinámica, como una unidad de complejidad y procesualidad. La prioridad del ser social sobre el natural se debe a que mientras que puede haber ser natural sin ser social, lo inverso es imposible.
La concepción ontológica de Marx y Lukácks no son deterministas en sentido estricto, se basan en la categoría de posibilidad objetiva. La objetivación (alineación) del individuo produce efectos externos que se independizan de esta actuación y se le enfrentan como algo ajeno (aquí reside la dualidad humana).
LA ONTOLOGIA DEL SER SOCIAL DE LOS GRUNDRISSE
Carol Gould entiende la ontología social como una teoría metafísica de la naturaleza de la realidad social, que estudiaría las entidades y estructuras fundamentales de la existencia social (personas e instituciones) y la naturaleza básica de la interacción del cambio social. Sus tesis fundamentales son:
Marx usa la lógica dialéctica de Hegel como método de averiguación y como lógica de la historia.
Marx es aristotélico, pero al interpretar la lógica conceptual de Hegel como una lógica de la realidad social, constituida esta ultima por individuos reales relacionados entre si socialmente.
Marx con su idea de autocreacion por medio del trabajo introduce un concepto ontológico nuevo de libertad
El desarrollo de la libre individualidad exige en Marx una comúnidad justa.
La categoría de enajenación es central en Marx.
La ontología social es un análisis de la naturaleza de la realidad social por medio de las categorías socialmente interpretadas. En referencia a la relación social entre individuos, se distinguen en tres modelos sociales: los fenómenos capitalistas, el capitalismo y la sociedad comúnista. El capitalismo es el ámbito de la independencia personal basada en la dependencia objetiva. La teoría marxista es a la vez, una teoría de la naturaleza de la realidad social (sincronía, estructura) y una teoría del cambio social.
Analiza como categoría central la de trabajo, y a partir de aquí elabora una teoría del trabajo como origen del tiempo; cada modo de organización económica da lugar a una economía distinta del tiempo. El trabajo es un proceso que da lugar a una síntesis en la que se entremezclan las tres dimensiones del tiempo. El tiempo objetivo es la forma objetivada de la actividad del trabajo. El proceso del trabajo permite el análisis de las categorías de causalidad y teleología así como de la libertad. La libertad humana es una actividad más que un estado; es la realización de una posibilidad implícita en la realidad humana, su actualización depende de la actividad humana.
La justicia es la condición de la libertad, de ahí la importancia que tiene una ontología del ser social para la ética.
MARTÍNEZ MARTÍNEZ, F.J.: Metafísica, UNED, Madrid, 1988.
Fuente: http://filosofia.tk/soloapuntes/tercero/meta/t19met.htm
SPAIN. 23 de agosto de 2011
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