Prácticamente de manera simultánea aparece en México y España la adaptación gráfica de la biografía que Michel Onfray escribiera acerca del –tal vez– más conocido y controvertido filósofo alemán de la historia; así Nietzsche (Sexto Piso, 2012), del ilustrador y artista visual Maximilien Le Roy, llega a las librerías como una opción para cualquier lector que desee acercarse a la vida y el pensamiento del autor de libros como El Anticristo o Así hablaba Zaratustra, tan influyentes como polémicos.
Lo primero que habría qué decir es, por supuesto, que sorprende el acometimiento de Le Roy por este proyecto –publicado originalmente en Francia en 2010, cuando el dibujante no cumplía aún los 25 años– y la solvencia con la que, después de todo, encara y resuelve estéticamente el predicamento que significa el “traslado” a un registro visual de un libro como La inocencia del devenir: la vida de Friedrich Nietzsche, (Gedisa, 2009) aunque, curiosamente, como se señala en su prólogo (titulado “Contar en imágenes una vida filosófica”), lo que se busca en él es unir el guión cinematográfico con el ensayo biográfico; en estos términos, parte del camino “estaba andado”.
Maximilien Le Roy mantiene el tono de Onfray que, en las ilustraciones, se acentúa y brinda al lector la posibilidad de relajar imaginativamente cualquier noción preconcebida y, todavía, dejar que la experiencia sea –respecto del documento de donde “proviene”– suficientemente “libre”.
A esta adaptación gráfica, casi un cómic afectado de seriedad sin que por ello pierda intensidad, no se le escapan los momentos y personajes emblemáticos en la vida del filósofo “más estremecedor” de la historia; desde sus conflictos personales (la pérdida del padre o el encuentro y relación con Lou Andreas-Salomé y Paul Rée) hasta los avatares en el desarrollo de su pensamiento (donde son claves el “descubrimiento” de Schopenhauer o su contacto con la obra musical de Wagner) o su caída en la locura (tan manoseada desde siempre).
Pero, si algo hay que destacar en la obra es, con mucho, el sesgo que toma la representación y cómo desde el texto de Onfray el ilustrador emplea un esquema temporal propio, distiende ciertos momentos –en apariencia poco importantes– y hace que la imagen se torne poderosamente simbólica, al grado de que puede perderse de vista al personaje o el entorno.
Es aquí donde la obra adquiere su particularidad, porque Le Roy utiliza el color y el trazo como elementos que se vinculan a la idea del carácter de Nietzsche; el movimiento y la imprecisión dan relieve a los momentos de introspección, de ira, de curiosidad reflexiva, de culpa o arrebato emotivo (y todavía más, al silencio, fundamental para el periodo en que su enfermedad le condena y aparta de la realidad).
Nietsche, co-creación de Onfray y Le Roy, fue editado gracias a la participación de la Embajada de Francia en México, el Institut Français y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del gobierno español; una colaboración que, una vez que se termina de leer esta biografía gráfica, no deja de agradecerse.
Fuente: http://www.lajornadajalisco.com.mx/2012/05/27/nietzsche-un-acercamiento-visual-a-la-vida-del-controvertido-filosofo/
30 de mayo de 2012