Moderación para Alejandro Magno

Annabel Lyon novela la relación entre Aristóteles y el conquistador
“Templanza, Alejandro, moderación”. El griego Aristóteles (384-322 a.C.), inspirador de la teoría de la justa medida entre otras muchas doctrinas filosóficas que aún hoy suponen uno de los pilares de la cultura occidental, tuvo en Alejandro, príncipe de Macedonia y pocos años después gran conquistador, a uno de sus más inteligentes y correosos alumnos. Un rebelde al que, por sus hazañas posteriores, de poco le sirvieron las enseñanzas sobre la aspiración a la vida contemplativa como objetivo de la felicidad o la necesidad de activar la democracia como la estructura más justa para gobernar las polis. Porque Alejandro, simplemente, quería comerse el mundo y crear un imperio ingente. Y todo lo demás, para él, no era sino pura mediocridad.

Sobre la relación entre Aristóteles y Alejandro Magno hay numerosos ensayos históricos, pero también un enorme surtido de documentos de ficción. Dentro del cine, el más reciente es la película de Oliver Stone, que pasa someramente por los encuentros entre filósofo y conquistador. En el terreno literario, la última valiente es la canadiense Annabel Lyon, que en otoño publicará en España la novela El maestro de Alejandro (Roca editorial). Un relato narrado desde la perspectiva del filósofo que no omite la crudeza de la época la guerra como forma de vida, los mercados de esclavos pero también el enorme espacio para la reflexión que existía por entonces en todo el espectro helénico.

La autora pone de relieve el choque entre los dos. No hay conexión de ideas, pero sí admiración

Con muchas licencias históricas, la escritora sitúa a Aristóteles y su mujer Pitia en su llegada a Pella, la capital de Macedonia. Allí reina el rey Filipo. Por la corte pululan dos de sus vástagos, Arrideo, que sufre una discapacidad mental y Alejandro, hijo de Olimpia. Ateniéndose a la verdad de los hechos, Lyon narra la educación que recibió Aristóteles de su padre médico de la corte macedonia y cómo pasa a hacerse cargo de la formación de Alejandro, de sólo 13 años, durante seis años en Mieza (los documentos históricos hablan de dos). Corría el año 343 a.C.

La autora pone de relieve el choque entre los dos. No hay conexión de ideas, pero sí admiración. Aristóteles pasó a la Historia como el filósofo que unió cuerpo y alma, discutiendo así las teorías idealistas de su maestro Platon. No existe el mundo sensible y el inteligible, sino uno solo que es el que podemos ver, tocar y sentir. El padre del empirismo. En la novela, a Alejandro le gustan estas nociones, pero se las lleva a su terreno: experimentar en su propio cuerpo todo lo que pueda dar de sí lo sensible. Y eso sólo se consigue a través de la guerra. “Harás el mundo mayor para ti mismo conquistándolo, pero siempre perderás algo entre tanto. Puedes aprender sin conquistar”, le dice el filósofo. Alejandro sabe replicar: “No, tú eres el que puede”.
La felicidad es el bien

“Puedes aprender sin conquistar”, dice el filósofo. “No, tú eres el que puede”, replica Alejandro

En aquellas décadas, el rey Filipo luchó por ampliar su reino. Los grandes enemigos eran los tebanos y los atenienses, aliados entre sí. También tenía oponentes dentro de su reino como Pausanias, autor del asesinato del monarca según Aristóteles, un relato real que recoge la novela. Lyon saca a relucir también los aspectos más personales (y reales) de la vida del estagirita, como el nacimiento de su hija Pitia, la muerte de su mujer y la relación posterior que tuvo con su criada Herpilis. De esa unión nació precisamente Nicomaco, a quien dedicaría su Ética.

De la aspiración al bien supremo como meta para ser feliz sí fue partícipe Alejandro, pero a su modo: “La mayor felicidad procede de aquellos capaces de las mejores cosas. Ahí es donde tú y yo nos apartamos del resto del mundo (…) Vamos a lugares donde no ha ido nadie”. Aristóteles abandonó Pella y se fue a vivir a Atenas donde montó el Liceo. Su discípulo se convirtió en Alejandro Magno, el conquistador de Persia y Egipto, muerto a los 32 años de una dolencia estomacal.
Fuente: http://www.publico.es/culturas/333518/moderacion/alejandro/magno http://www.publico.es/culturas/333518/moderacion/alejandro/magno

SPAIN. 25 de agosto de 2010

1 comentario Moderación para Alejandro Magno

  1. braines

    dos grandes hombres con temperamentos diferentes, que convergieron en un solo elemento la filosofia, pero que sus metas como sus personalidades los hicieron marchar por caminos diferentes, mas aun ´con estas diferencias, enriquecieron la gradeza de su cultura y de su patria,

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