Publicado en www.elconfidencial.com
Leo Strauss fue un filósofo secreto, cuyos pensamientos no se mostraban transparentes a sus lectores y sólo eran accesibles leyendo entre líneas. A pesar de que dedicó su trabajo académico a la interpretación de autores clásicos como Platón o Maquiavelo, en la actualidad está de moda y está siendo tremendamente influyente entre quienes llevan a cabo tareas de dirección en la administración Bush.
Strauss nació en Alemania a finales del siglo XIX, pero su aliento ha llegado hasta el XXI. Es conocido por ser uno de los padres, y el pensador más influyente, de los neoconservadores actuales. No obstante, un libro reciente, (Reading Leo Strauss: politics, philosophy, Judaism) firmado por un profesor de Ciencia política de Yale, Steven B. Smith, le señala como un defensor de la democracia liberal alejado de los preceptos neocon.
No son sólo contradictorias las visiones que nos transmiten acerca de su doctrina, también lo son las informaciones que nos hablan de su carácter. Strauss (1899-1973), quien emigró a EEUU en 1938, enseñando primero en la New School of Social Research de Nueva York y más tarde en la Universidad de Chicago, fue, además de un profesor influyente, un personaje contradictorio, amigo de las formas autoritarias y enemigo de la modernidad hippie, capaz de imponer la música clásica (Mozart) a sus alumnos para evitar que se aficionasen al pop y, dicen, transmisor selectivo de sus enseñanzas, a las que sólo accedían estudiantes afines.
Huntington, Fukuyama y Wolfowitz, entre sus discípulos
La reputación de Strauss aumentó grandemente en la medida en que alumnos suyos fueron tomando posiciones en el suelo público. Primero en ámbitos académicos, donde la presencia conservadora fue creciendo gracias a Irving Kristol, Norman Podhoretz, Samuel Huntington, Seymour Martin Lipset, o Daniel Bell. Allí también tuvieron éxito ex alumnos y protegidos de Strauss como Francis Fukuyama, Allan Bloom, autor de El cierre de la mente moderna (Plaza y Janés, 1989), Harry Jaffa, Harvey Mansfield y, aunque no se considere ahora dentro de la escuela de Strauss, Robert Kagan.
También es nutrida la lista del sector público, donde, entre otros, aparecen Paul Wolfowitz, el considerado cerebro de la reacción estadounidense tras el 11-S; el Magistrado del Tribunal Supremo Clarence Thomas y el Juez Robert Bork; también los neocon Lewis Libby, y William Bennett; John Ashcroft, el ex Fiscal General; o el editor de National Review William F. Buckley.
Pero su influencia no ha sido sólo directa. El Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC, en las siglas inglesas) dirigido por su ex alumno William Kristol, uno de los grupos neoconservadores de mayor relevancia, por el que han pasado un buen número de funcionarios, y al que pertenecen Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Richard Perle, o Richard Armitage. Es uno de los think-tanks de mayor peso en la política estadounidense.
El uso de la mentira y la manipulación política
Para la profesora canadiense, de la Universidad de Calgary, Shadia B. Drury, las ideas de Strauss han impregnado sobremanera la práctica de la administración Bush. Según afirmó en Leo Strauss and the American Right y en The Political Ideas of Leo Strauss, el filósofo de origen alemán creía firmemente en la eficacia de la manipulación en política. Las mentiras podían ser útiles y debían usarse si servían para que la mayoría, que necesita ser dirigida, siga el camino correcto. También recordaba cómo Strauss recogía la visión de Carl Schmitt de que toda acción política estaba basada en el combate de amigo contra enemigo.
Pero, sobre todo, negaba que Strauss fuese un defensor a ultranza de la democracia liberal y partidario de la extensión de esa clase de régimen por todo el planeta. Según Drury, los valores defendidos como esenciales por los neoconservadores como la religión (a la que califican como el cemento de la sociedad), el patriotismo o la moral, sólo eran válidos para las masas; no para quienes sabían elevarse por encima de ellas, abrazando así ideas propias de Nietzsche. Strauss creía en el derecho natural, pero el del fuerte a dominar al débil.
El otro Leo Strauss
Para Steven Smith, visiones tales del pensamiento de Strauss nada tienen que ver con las enseñanzas del viejo profesor. Strauss, afirma, nunca fue neoconservador en sentido estricto, no militó en ningún partido político ni fraguó un programa sobre el que pudieran apoyarse esta clase de propuestas políticas. De hecho, desconfiaba respecto de la capacidad de la teoría política para influir en las decisiones de quienes ostentan el poder.
Porque, según Smith, la esencia de lamirada política de Strauss es el escepticismo; en la medida en que no hay certidumbres en el juego de partidos, la arena política se vuelve el lugar ideal para el diálogo y la discusión. Para Strauss, lo que definía a los filósofos era su deseo imperioso de saber. El filósofo era radical y por ello, la política debía ser moderada, dejando los combates más fuertes para el pensamiento.
Antídoto contra las patologías de la política moderna
Para Smith, la cuestión es qué motivos llevaron a tergiversar el legado de un hombre cuyo pensamiento quedaba ligado a otros liberales de derecha como Isaiah Berlin o Raymond Aron. Gentes que, como Strauss, defendieron ideas que se vieron relegadas, durante los años sesenta y setenta, a un segundo plano. Quizá por ello, la reactivación de sus obras en tiempos posteriores estuvieron muy ligadas a una suerte de contrarrevolución: la era del Estado de bienestar, los derechos civiles y el movimiento hippie fue la diana primera y más evidente de discípulos suyos, como Allan Bloom.
Mientras, para la gran mayoría de los autores estadounidenses, Leo Strauss continuará siendo no sólo el padre de los neoconservadores, sino la figura que mejor representa una cosmovisión ligada a la fuerza, el patriotismo, la religión y el liberalismo económico. Hay otras perspectivas, defendidas por profesores cercanos a Strauss, para quienes la mejor aportación del autor nacido en Alemania es recordarnos que la libertad de una mente educada es el mejor antídoto contra las patologías de la moderna política de masas.
Alfredo Jaliffe-Rame, nos ilustra sobre algunos de los straussianos, con la parte final del articulo “Vista desde Israel: “la pesadilla de los neoconservadores” y su guerra global”
“…A nuestro juicio, la verdadera paz en el “nuevo (sic) Medio Oriente”, desfigurado por los “dolores” del parto extrauterino de Condi Rice que gestaron el infanticidio de Qana, pasa por la recuperación de la independencia de Israel para integrarse como un país endógeno a la comunidad de naciones medio-orientales en una genuina coexistencia pacífica con sus vecinos, para dejar de ser una metástasis exógena manejada por los macabros intereses financieros y militares de los halcones israelíes-estadunidenses, bautizados como neoconservadores straussianos, quienes fomentan una multidimensional guerra global con el fin de intentar contrarrestar su derrota estratégica en Irak y pretender paliar la quiebra financiera de los banqueros de la depredadora tripleta israelí-anglosajona”
No veo donde este el problema en adherir a los pensamientos del querido profesor Strauss. ¿Porque tanto interes en él? Deberias aprobechar tu talento escribiendo acerca de otras cosas que son de mayor importancia para el resto. Hasta la fecha cada ves que veo articulos referidos al prof. Strauss, todos, sin exepcion alguna; son criticas.
el pensamiento filosofico de strauss esta atravesado por una concepcion burguesa de la historia .esa misma que arrastra a toda la humanidad al desastre.
las mentiras ,la manipulacion politica.caracteriza la filosofia de strauss el primitivismo en su concepcion del mundo strauss apesar de su gran cantidad de conocimientos y cultura. no a logrado aportar absolutamente nada al pensamiento y la evolucion del ser humano.
seguramnete los barbaros estarian en conpleto acuerdo con strauss
Me parece que deberías de leer más de él, Strauss es conservador pero se encuentra a favor de la democracia liberal, además veo más prejuicio en tu texto que verdadera información, no me parecen críticas objetivas a su pensamiento.
El que strauss sea Figura paterna de Los neoconservadores
implica que los judios son los precursores de esta corriente politica ¿?
en cuanto a la Hermeneutica de sus Obras
existira consenso de algun punto político¿?
a pesar de la oscuridad de su pensamiento que solo le originaria vértigo a los débiles, existe una verdad incuestionable y es que los actos políticos de un gobierno no se miden por una moral digna de la plebe, sino por la grandeza o pequeñez en la conquista de la gloria. Adhiero a esto una frase propia que suelo utilizar con frecuencia: “No existen culpables y victimas, existen fuertes y débiles”.
Ver en Strauss a un neoconservador no es disparatado pero si, seguro erróneo. Ver en Strauss a un director oculto del pentágono es no haber entendido, si se leyó, lo que el propio Strauss dice de la filosofía: no es importante en la polis.
No hay que ver en los pupilos de los pupilos de Strauss a Strauss.
Criticamos a la modernidad desde la tecnología. Escribimos de filosofía pero sin dialogar. Strauss señaló estos conflictos, no se equivocó.
Las verdaderas ideas de Strauss no las exponía en sus libros,estos sólo eran anzuelos,las expresaba directamente a sus alumnos elegidos.
Ultimamente con el crecimiento de la ultraderecha racialista en Europa y el acelerado crecimiento de las corrientes nacionalistas en Francia y Rusia a partir de la crisis migratoria siria y libia el pensamiento colectivoha empezado a emigrar hacia puertos de intolerancia radical que nos lleva a una cultura de sospechosismo muy peligrosa para los tiempos venideros, la salida del reino unido con el brexit es un foco rojo peligroso, y el nombre de leo strauss ya esta en el ojo del huracan por ser strauss un apellido judio que enseño en una universidad harto conocida por su pensamiento neoliberal y neocon universidad de chicago, donde se forjaron pensadores como milton friedman paul wolfowitz y muchos mas hijos de Israel que han forjado el pensamiento mundial en los ultimos 40 años.
Muy pronto la revolución acabará con el pensamiento de gente como este ser, que intenta entre otras cosas convertir al pueblo en mero vulgo sin conciencia y sin poder. El pueblo se empoderará, tarde posiblemente, pero algún día usará la libertad para convencer a toda la humanidad que los voceros de régimen que enuncian que la libertad es solo libertad económica y libertad política, están conspirando contra la humanidad para crear a un ser humano amoldable a modas y tradiciones.
Solo existe una raza, la raza humana.
Hay que hacer política o vendrán otros a hacérnosla.
La verdad nos hará libres y nos empodera como pueblo.
Yes