La razón inexistente


COMPATRIOTAS…

“Ser independiente es cosa de una pequeña
minoría, es el privilegio de los fuertes“

Friedrich Nietzsche

Gritemos esta noche, envueltos en nuestro anual patriotismo y brindemos, como es nuestra costumbre casi diaria —aunque sean otras las razones—, por la bendita independencia que hace 205 años comenzamos a demandar con la fuerza de las armas…, pero ya no existe más; ni virtual siquiera…

De un cuarto de siglo, aproximadamente, a la fecha, la rebautizamos más realistamente aceptando el neoliberal concepto de la globalización para no sentir lo feo que es releer esa cínica pero veraz frase de Nietzsche que hoy usé como epigrama:

Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes (…ya ni modo; ya la transcribí. El subconsciente es un ladino…).

… Esos fuertes que ya llevaban tiempo de existir cuando Nietzsche vivió; y siguen ahí, vivitos y dando coletazos como el último ajuste de tarifas del petróleo, para que quienes nos sentimos ricos por tenerlo y explotarlo, nos dejemos de cuentos y en cambio les confirmemos el control a futuro de ese recurso, mientras dure, para beneficio de ellos.

Y si la independencia se volvió una globalidad de la que casi sólo hemos obtenido pérdidas, lógicamente carecemos también de soberanía, que tampoco pasó de ser un bello concepto constitucional y si no lo creen, lean los libros de mi hijo Leopoldo Mendívil López, Secreto 1910 y Secreto 1929.

La pequeña minoría del poder maneja desde el año 1913 el Sistema de la Reserva Federal, un organismo que se define como “el banco central de los Estados Unidos. Es una entidad autónoma en cuya estructura organizativa participa una agencia gubernamental, conocida como Junta de Gobernadores, con sede en Washington, DC”. Si traducimos las palabras “estructura organizativa”, nos resulta que se trata de todos los grandes bancos estadunidenses y los demás “que se quieran unir”. Es, pues, un organismo autónomo en cuyas acciones el gobierno de Washington casi sólo expresa obediencia. Se compone de 12, digamos, sucursales nacionales y opera toda la compleja y poderosa economía estadunidense y desde ahí su influencia se despliega por todo el planeta para intervenir en la mayor parte de la economía mundial.

Digamos que desde aquellos años que equivalen a poquísimo más de un siglo, el Sistema de la Reserva Nacional decidió, de acuerdo con su autonomía del poder político de Washington, pero sí con su anuencia, pedir prestada la soberanía mexicana derrocando a Porfirio Díaz y así fue como aquel hombre fuerte vio confirmada su inmortal frase de “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos…”.

Así que, compatriotas, si desean sentirse felices esta noche por considerarse ciudadanos de un país independiente y soberano, recuerden que toda nación necesita mitos históricos para sentirse la esencia de su Estado. Pero si realmente quieren que esta conmemoración continúe con los años, adopten mi ingenua convicción de que si nos unimos, podemos alentar la esperanza de lograr el país que contra viento y marea muchos creemos posible…

En consecuencia: ¡Viva México…!

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Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2015/920525.html

15 de septimbre de 2015. MEXICO

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