Entrevista al filósofo John Searle
John Searle (Denver, 1932), considerado una de las eminencias de la filosofía contemporánea, es también uno de los pensadores más críticos con la noción de la inteligencia artificial. Profesor de la Universidad de Berkeley, sostiene que los ordenadores nunca llegarán a sustituir a la mente humana.
¿Mantiene hoy, 25 años después, las mismas tesis que planteó con su imagen de la habitación china?
Por supuesto. El principal fallo de la inteligencia artificial es pensar que el ser humano puede funcionar sin cerebro, como una computadora. En el ordenador se pueden hacer muchas simulaciones (meteorológicas, por ejemplo), pero no son reales. El cerebro es una máquina cuyo funcionamiento no conocemos, luego es imposible reproducirlo. Es mucho más complejo, puesto que se rige por un sistema bioquímico. Lo crucial del pensamiento es que funciona mediante transferencias de energía, con un complejo sistema aleatorio, lo que no es posible con los ordenadores.
Pero, al ritmo que avanzan las tecnologías, ¿cabe la posibilidad de que los humanos acabemos siendo prisioneros de los ordenadores?
No. La única posibilidad de que eso ocurra es que las máquinas acaben teniendo consciencia. En ese momento habría una rivalidad entre la consciencia humana y la artificial, pero hoy por hoy no sabemos cómo se crea la segunda. Si todos los ordenadores del mundo desarrollaran una consciencia, sí habría motivos para preocuparse. Pero no hay peligro: el pensamiento no es sólo un programa informático. Podemos estar preocupados por muchas cuestiones que pasan en el mundo, pero no por el hecho de que los ordenadores vayan a suplantarnos.
¿Se está configurando un nuevo ser humano a partir de la revolución tecnológica?
No, pero estamos entrando en una nueva era de la filosofía. Este siglo, a diferencia del anterior, que fue el de la física, será el de las neurociencias. Hoy es muy necesaria una concepción filosófica que aglutine todas las ciencias que estudian el ser humano, como la neurobiología, la química, la física, las ciencias naturales… La neurobiología está yendo más allá que la filosofía, y está arrojando algo de luz sobre el concepto de la consciencia desde el punto de vista filosófico.
¿Cuáles son sus últimas averiguaciones sobre el lenguaje?
En el terreno de la reflexión lingüística hay que estudiar de qué forma el lenguaje constituye la sociedad. Los animales tienen grupos sociales, pero no tienen nada parecido a la civilización humana. ¿Por qué? Porque ésta es la consecuencia del lenguaje. El lenguaje no sólo facilita la civilización, sino que la crea. El dinero, las vacaciones, el gobierno, el matrimonio… todo está constituido por el lenguaje. El lenguaje es lo fundamental en las relaciones humanas.
¿Qué opina de la gramática generativa de Chomsky?
Ha cambiado tanto que ya no sabemos lo que es. Ha sufrido cuatro revoluciones y hoy no se sabe dónde está Chomsky en gramática. Está en el aire, sin definir. Pero Chomsky es el lingüista más importante del mundo.