Cuando Clara Janés y María Zambrano se conocieron en persona, por fin, corría el año 1984 y la filósofa acababa de regresar del largo exilio. Tenían amigos comunes y habían hablado por teléfono gracias a ellos; Janés le había mandado uno de sus libros. Y tenían algo más en común, que sólo entonces pudieron compartir: la búsqueda de la poesía, de la música, de la luz, como la de la aurora, y su sentido dentro de la filosofía, que a veces parece tan lejana a estos conceptos.
De sus conversaciones de entonces surge ‘María Zambrano. Desde la sombra llameante’, en el que la poeta no trata de hacer una biografía de la filósofa, sino un repaso a algunas de sus ideas. Y se detiene en lo que Zambrano llamaba razón poética, un plus a la razón pura o la razón vital, un paso más en el conocimiento de lo que mueve al ser humano, a veces en apariencia enfrentado a lo que habían propuesto otros filósofos. De Platón, los pitagóricos, Hegel, Ortega… de todos hay un rastro en este librito que quiere resaltar la importancia de los sentidos cuando se habla de pensar el mundo.

Zambrano proponía al poeta como el místico que no busca explicar lo inexplicable, como hace el filósofo, sino expresarlo aunque sea sólo con intuiciones. Un método tan válido como el resto de acercarse a la realidad. Y sugería que «el pensamiento en tiempos de crisis. es el pensamiento descubridor. Evitando la soberbia de la razón y la soberbia de la vida». La intuición frente a la precisión. La claridad de lo que se siente frente a la oscuridad del engorro teórico. Es el valor que Janés recupera en este libro, ideal para comenzar a adentrarse en los escritos de Zambrano.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/v/20100227/culturas/razon-20100227.html

SPAIN. 27 de febrero de 2010