En su obra Ontología, Hartmann presenta los resultados de una serie de investigaciones que ha ido realizando sobre la ontología: el ente en cuanto ente, el ser-ahí y el ser-así, la manera de darse la realidad y el ser ideal. Pretende superar la antigua ontología deductiva a priori haciendo una nueva ontología crítica en la que los problemas fundamentales de la ontología no cambian pero la manera de tratarlos es distinta. En su obra no expondrá todos los resultados de su investigación sino sólo exponer los fundamentos para la nueva ontología que propone. “Lo que por mi lado presento, pues aquí, es un fragmento de trabajo, […] Es la parte fundamental de la ontología y abraza las cuestiones previas indispensables de todo ulterior investigar la estructura del mundo ente.”[1]
La terea fundamental de Hartman consiste en recobrar la vieja ontología en la integridad de los problemas en que consistía y al par cobrar distancia frente a ella, asumiendo como punto intermedio el trabajo elaborado por Kant quien trabajó con las categorías de la vieja ontología, sin embargo lo que le faltó a su crítica fue justo la armazón de una nueva ontología críticamente fundada.
Evidenciando que la cuestión de cómo podemos saber algo del ente en sí, ha quedado sustituida por la cuestión de cómo hablar unívocamente de él, Hartmann analiza que la forma tradicional de pensar se mantiene muy arraigada en el pensamiento de muchos filósofos a los cuales les cuesta marchar con seguridad por las nuevas sendas abiertas en el campo de la ontología. Los hábitos de pensar fijados a lo largo de una tradición, parecen resistirse a los cambios, principalmente en cuanto a conceptos y supuestos gnoseológicos, siendo para Hartmann, los idealistas, los principales representantes de dicha cuestión.
Ahora bien, la pregunta fundamental que Hartmann se plantea es la de, ¿por qué debemos retornar a la ontología? Una primera respuesta es la de que “hay que retornar porque las cuestiones metafísicas fundamentales de todos los dominios de la investigación en que trabaja el pensar filosófico son de naturaleza ontológica.”[2] Aunque esa respuesta no es lo suficientemente válida para el pensar actual y ello mismo es evidenciado por Hartmann debido a que, según su planteamiento, se ha vuelto usual confundir el contenido y el planteamiento de un problema, de ahí que se vuelva necesario ver bien el sentido de lo verdadero y lo falso; pues todo trabajo de investigación pugna por conquistar la verdad.
La importancia de la ontología en los diversos sistemas filosóficos, recae en que no hay ningún pensar teorético que no sea en el fondo ontológico porque el sólo pensar algo, afirma Hartmann, es acercarse al conocimiento del ser; todos los sistemas que se aproximan al conocimiento del ser, de alguna manera son teorías del ente en cuanto tal y la cuestión del ser siempre es la misma, sólo se le responde de manera diferente. De ahí la presencia de teorías como el idealismo, el escepticismo, el relativismo, etc.
Para justificar la presencia ontológica en las diversas ramas de la ciencia, Nicolai Hartman recorre las diversas líneas de pensamiento y campos de investigaciónpara presentar el fondo metafísico de ellas. Así por ejemplo, en la ciencia natural que tiene su raíz en lo matemático, necesita de sustratos como el espacio y el tiempo, la materia, el movimiento, la fuerza, la energía. Lo metafísico en esa teoría consiste en el intento de disolver los momentos de índole de sustratos que hay en el espacio, tiempo, materia, etc.
Por su parte, en la vida orgánica, de la cual no se conocen la efectiva relación de determinación categorial de los procesos vitales, por ello la razón de que en la conciencia de lo viviente se imponen continuamente representaciones causales, finales, lo que hace que el proceso vital resulte un enigma metafísico. Lo metafísico en la vida psíquica recae en el cómo aprensar en alguna forma la realidad psíquica y que es planteado por la experiencia interna misma. Lo metafísico en lo espíritu recae en el momento de explicar la manera de ser, puesto que el espíritu es lo que en todo tiempo une a los hombres allí donde los separan la conciencia y la personalidad. En la esfera lógica, lo metafísico se revela cuando al explicar la manera de ser se descubre que éste tiene un juicio y necesitará leyes generales del ser al par que necesita leyes lógicas.
En contraste con diversas propuestas ontológicas y de teorías del conocimiento, el criticismo neokantiano tuvo por cosa hecha que la crítica del conocimiento podía remplazar la metafísica, sin embargo esa no era la intención de Kant sino hacer posible a la metafísica. De ahí que Hartmann exprese que: “Las teorías posteriores ya no han hecho lo mismo. Y con esto empieza la decadencia del problema del conocimiento, que ha conducido por un lado al psicologismo y por otro lado al logicismo.”[3]Pues a lo que muchos llegarán es la una teoría del conocimiento en la que ya no se encuentre en ninguna parte el problema del conocimiento propiamente tal.
La concepción sobre el problema del conocimiento, se convertirá para Hartmann ya no en un análisis de palabras o de conceptos, sino de un análisis de fenómenos. Pues a aquello a lo que se dirige el conocimiento, lo que éste trata de aprehender y penetrar cada vez más a fondo, tiene un ser supraobjetivo. “Conocimiento lo hay sólo de aquello que alguna vez es y que es independientemente de que lo conozca o no.”[4] El hacerse fenómeno es el conocimiento mismo, sólo que visto desde el objeto y convertido el ente en sí en dicho fenómeno. Convertido el ente en objeto, ahora se trata de cómo sea posible que el sujeto aprehenda un ente que le es trascendente. En el desarrollo de esta cuestión halla su límite toda mera fenomenología del conocimiento, para pasar a ser metafísica del conocimiento.
Y al tratar la esencia de la persona se trata tan pronto como se trata de la vida con sus cambiantes situaciones, exigencias, apremios y tareas, se entra en el problema del ethos y de la libertad. “El hombre está, mas bien, forzado siempre a obrar. Su libertad se reduce a la de cómo obrar.”[5]De esta manera, el hombre se encuentra forzado a decidirse libremente. Lo que en la vida se llama persona, desde esta perspectiva, se hace referencia al ente libre. La libertad constituye la grande y enigmática cuestión metafísica de la persona. La libertad significa que la persona tiene en sí una fuente de autodeterminación.
La importancia de retornar a la ontología, recae en que así lo requiere la situación dada de los problemas de la filosofía: “La trama ontológica de las cuestiones metafísicas fundamentales en todos los dominios de la investigación, se ha revelado como el lado manejable e investigable de ellas.”[6]
Para la nueva ontología será necesario: una unidad de contenido que pueda indicarse por anticipado; una unidad que pueda indicarse por adelantado; la unidad de contenido en la divergencia se presentará como unidad que ahí está; el contenido ontológico no será idéntico con el carácter metafísico de los problemas y la unidad que se trata no debe ser necesariamente unidad de un punto sino también de otras formas. Por todo ello puede verse cómo los problemas de la nueva ontología coinciden con los de la antigua parcialmente, pero parcialmente los rebasan. “La coincidencia es máxima en los comienzos, pero decrece visiblemente y desaparece casi del todo con la creciente especificación del contenido.”[7]
HARTMANN, Nicolai, Ontología, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, p. 1-60.
[1] HARTMANN, Nicolai, Ontología, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, p. IX.
[2] Ibid., p. 2.
[3] Ibid., p. 17.
[4] Ibid., p. 19.
[5] Ibid., p. 22.
[6] Ibid., p. 33.
[7] Ibid., p. 42.
Fuente:http://textosfil.blogspot.com/2012/01/la-introduccion-la-ontologia-de-nicolai.html
25 de enero de 2012
Me gusto tu escrito. NO me queda bien claro el tratamiento del ser-ahi y el ser-asi. Estudio la relación racismo y ontología y me dijieron que podia encontrar algo en esa distinción de Hartmann en uno de sus tomos sobre ontología en especial el número II. No quiero largarme a leerlo sin antes tener una comprension global del todo de lo que intenta comunicar el autor. ¿me ayudas explicando esa distinción yo me ocupo del vinculo con racismo?
Gracias
Contesto a Yamil:
No soy el autor de este brillante resumen general sobre la ontología de Hartmann. Sin embargo, puedo ayudarte a contestar tu pregunta.
Para Hartmann, la diferencia entre el ¨ser allí¨, el ente en cuento ente y el ser así, significan las diferentes concepciones ontológicas que se han dado en el pensamiento filosófico y que, a partir de Kant, se ha disuelto en una epistemología sobre los fenómenos. El ser allí alude a la ontología de Heidegger, el ser así alude al existencialismo ontológico, y el ente en cuento ente alude a la ontología racional o general de la metafísica. El problema central, no es el conocimiento fenoménico el cual podemos conocerlo por medio de la crítica epistemológica, sino el fundamento ontólógico de los fenómenos que conocemos. A este fundamento superior y anterior a cualquier conocimiento de algo o alguien, Hartmann le llamó conocimiento supraobjetivo. Que si bien no exclute a la metafísica, en realidad la integra como ontología del ser, anterior a un ente aprhendido por la inteligencia.