El filósofo y escritor Javier Gomá (Bilbao, 1965) mantendrá esta tarde a las 19:00 un encuentro en la Feria del Libro con miembros de los clubes de lectura de la Red Municipal de Bibliotecas [Córdova, España] para analizar su libro Ingenuidad aprendida (Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg). Además, Gomá, que también es director de la Fundación Juan March, hablará de su última publicación, Todo a mil (misma editorial), una compilación de sus ensayos en los que reflexiona sobre la vida en mil palabras.
-¿En qué consiste Ingenuidad aprendida?
-Es una colección de ensayos que tienen un mismo hilo conductor que es la tesis de que la filosofía debe dejar de ser como es hoy, historia de la filosofía, estudio de Aristóteles, Hegel, Kant, Nietzsche…, y debe empezar a atreverse a pensar las cosas directamente, los problemas que tiene planteados nuestra sociedad. Este plantearse algo directamente es muy problemático porque la filosofía hoy ha llegado a ser tan sabia, tan lúcida, tan analítica y sobre todo tan sospechosa de cualquier pretensión de verdad, que pensar la realidad directamente como propongo en ese libro puede ser tachado de ingenuidad. La mejor manera de neutralizar una crítica es asumirla, así que he denominado a mi propio método como el método de la ingenuidad pero con una característica: no es una ingenuidad de primer grado, de quien ignora, sino aprendida, elegida. Es como si estudias una barbaridad el fenómeno del amor desde todos los puntos de vista y eso te hace inmensamente conocedor de las idiosincrasias y características del amor y en un momento dado eso te podría llegar a paralizar y pensar: ¿para qué voy a llegar a enamorarme si las teorías me dicen que todo es una falsedad? La ingenuidad aprendida es como aquel que conoce todos los detalles y características del amor y sin embargo, sabiéndolo, decide enamorarse. Con la filosofía pasaría lo mismo.
-¿Es una denuncia de la filosofía actual?
-No tanto de los individuos sino de las tendencias generales de la filosofía, que hoy, en su inmensa mayoría, se han convertido no en filosofía sino en historia de la filosofía. Quiero decir con esto que la inmensa mayoría de los textos que hoy se hacen son textos que reinterpretan la historia de la filosofía, Aristóteles, Kant, Hegel, Nietzsche… Los actuales son pensadores que reinterpretan desde el punto de vista de esos autores. Entonces son textos muy complejos, muy crípticos, negativos, destructivos, en los que nos dan lucidez e inteligencia, pero en cambio no nos permiten pensar el presente porque cualquier pensamiento inmediatamente es neutralizado por esa filosofía que ve en todo sospecha, dominación o voluntad de poder. Entonces sí hay una cierta crítica a esa conversión de la filosofía a simplemente sofisticada historia de la filosofía en la que se deconstruye cualquier tradición. En cambio, en mi libro se aconseja atreverse a pensar en nuestro tiempo, en sus transformaciones, que son verdaderamente apasionantes, y aplicar los conceptos a esas transformaciones para permitir el tema más importante que hoy tiene el hombre, que no es tanto cómo ser libres sino cómo ser libres juntos, en la convivencia.
-¿Por qué no se atreven los filósofos a acercarse a la realidad?
-Porque el peso de esa tradición filosófica es gigantesco. En primer lugar porque te ganas el calificativo de ingenuo, porque ¿cómo puedes pensar lo que está ocurriendo hoy si antes no has estudiado a Hegel, Nietzsche, Kant…? Hay un gran peso de una tradición gloriosa que sin embargo pensó con mucha audacia su propio tiempo y nosotros, en vez de emular a esos filósofos que pensaron con audacia su tiempo, lo que hacemos es pensarlos a ellos, no pensamos la vida ni el mundo, sino pensamos los libros. Me refiero a las tendencias generales de la filosofía. La tradición es gloriosa, pesa mucho y nos hace inteligentes y muy lúcidos. En mi libro contrapongo lucidez e ingenuidad.
-¿Qué papel tiene la filosofía en la sociedad actual?
-Más importante que nunca porque hoy día tenemos un problema de cómo educar nuestra conciencia. La filosofía ha contribuido enormemente, igual que el arte o la moralidad, al principal don que tenemos que es la pasión por ser libres e individuales. El problema es cuando ya somos libres e individuales pero tenemos que convivir juntos de una manera concentrada en las ciudades. El problema entonces es cómo ser libres juntos. El cómo aceptar las reglas de convivencia depende de tu visión del mundo, de tus inclinaciones, tu conciencia. Y la filosofía es la única disciplina que hoy tiene por objetivo crear conciencias, sentimentalidades y visiones del mundo. Por tanto, creo que hoy más que nunca la filosofía tiene una misión histórica.
-¿Nos asusta la filosofía?
-Hay dos maneras de responder a eso. Hay una historia de la filosofía que te obliga a introducirte en conceptos que fueron fecundos y respondieron a urgencias vitales hace 2.500 años o 300 y cuando a alguien se le obliga a estudiar esto no lo obligan a conocer la filosofía, sino su historia, que en su momento sí satisfizo pero hoy ya incluye conceptos mineralizados. En cambio, si caemos en la cuenta de que cualquier persona tiene una interpretación de la vida, esa explicación del mundo es en sí una filosofía. Con lo cual, todo el mundo tiene una filosofía, la diferencia es si una es más o menos refinada, consciente, crítica… La filosofía es esa interpretación más sutil, más crítica, más articulada, que si es verdadera y genuina te ayudará a iluminar tu propia experiencia, no oscurecerla.
Fuente: http://www.eldiadecordoba.es/article/ocio/1241731/la/filosofia/es/la/unica/disciplina/hoy/tiene/por/objetivo/crear/conciencias.html
ESPAÑA. 25 de abril de 2012
Esto es lo que pasa cuando la filosofia nos encuentra a nosotros,con una buena interpretacion,es genuina y verdadera para nosotros y los que nos relaccionamos.
No se si te puede encontrar a una edad tan temprana,pero deberia impartirse en 1º de primaria,o buscarle otro enfoque en el sistema educativo y asi desarroyar conciencias.
Estoy totalmente de acuerdo con estos parrafos que he leido,hay que hacer algo. gracias por escribirlos.