διὰ γὰρ τὸ θαυμάζειν οἱ ἄνθρωποι καὶ νῦν καὶ τὸ πρῶτον ἤρξαντο φιλοσοφεῖν// Pues, por la admiración los humanos ahora y al principio comenzaron a filosofar (Aristóteles).
Falta en el mapa Jenófanes de Colofón, el Voltaire o Feuerbach presocrático [ver mapa y esquema al final del artículo]
En el s. VI la insatisfacción de la vieja religión llevó a la elección de dos caminos:
“el de la mística, con su saber de salvación, y el del pensamiento libre y la investigación, abierto en aquel mismo momento por la filosofía jónica” (W. Nestle: Historia del espíritu griego).
Indagar los enigmas del pensamiento de los primeros filósofos griegos es indagar en las raíces de la civilización occidental para comprenderla.
Tanto Platón como Aristóteles atribuyen el origen de la filosofía a la admiración, a la actitud de asombro ante los enigmas de la naturaleza, que hace surgir las primeras preguntas filosóficas.
En el diálogo Teeteto (155d), afirma Sócrates: “es propio por entero de un filósofo este sentimiento (páthos): asombrarse (tò thaumádsein). La filosofía no tiene otro origen”.
Posteriormente Aristóteles, en el libro A de la Metafísica, después de señalar el carácter teorético y no productivo ni utilitario del saber supremo, escribe:
“…pues los seres humanos comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración ; al principio, admirados (thaumásantes) ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores… Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. Por eso el amante de los mitos (philómythos) es en cierto modo filósofo, pues el mito se compone de elementos maravillosos” (Met. 982b).
Aristóteles llama “físicos” o “fisiólogos” a los primeros filósofos por la prioridad que dan al estudio de la phýsis o naturaleza y el primer período se denomine cosmológico o cosmocéntrico, en contraste con el “giro antropológico” o antropocéntrico realizado por los sofistas y Sócrates.
En efecto, con éstos se da un tránsito de la “phýsis” a la “pólis”, como sostiene Antonio Escohotado (véase De phýsis a pólis. La evolución del pensamiento filosófico griego desde Tales a Sócrates).
La centralidad que reciben en el primer período los problemas cosmológicos, especialmente la pregunta por el primer principio (arché) o primeros principios que explican el orden de la naturaleza, no significa que no aparezcan otros problemas, como los epistemológicos, los antropológicos, especialmente en Heráclito y en la escuela pitagórica, o los éticos, también en Heráclito o en Demócrito.
El término arché no significa sólo el origen de dónde procede el mundo, sino también el substrato esencial o fundamento del mismo y también el principio que gobierna el orden del mundo.
El primer “historiador” del pensamiento presocrático fue de hecho Aristóteles. En el libro A de su Metafísica señala a Tales como el iniciador de los que primero comenzaron a filosofar (tôn prôton philosophesánton).
De hecho el estagirita fue el primero en seleccionar los considerados filósofos, ubicados dentro de sus propias escuelas y contextos. Pero su análisis considera a los primeros pensadores como meros precursores de su propia filosofía, en especial desde su teoría de las cuatro causas (material, formal, eficiente y final).
Entre los historiadores que dividen la filosofía griega en varios períodos se hizo habitual denominar “presocrático” al primer período y “presocráticos” a los autores organizados en escuelas (jónica, pitagórica, eleática, atomistas o pluralista) no sólo por un criterio cronológico (anteriores a Sócrates), cuanto sobre todo por un criterio temático.
En efecto, sus especulaciones se centran en la naturaleza (phýsis) a la que también denominan kósmos, debido al orden, a la belleza y armonía que encuentran en el universo. Los pitagóricos, por ejemplo, contemplan un cosmos organizado de forma matemática y con armonía musical (la armonía de las esferas) y Heráclito aplica al mundo el epíteto kállistos (hermosísimo) debido a la armonía visible y más a la invisible.
El historiador N. Abbagnano distingue cinco períodos en los mil años de duración de la filosofía griega, de acuerdo con los temas dominantes:
–el cosmológico (escuelas presocráticas),
–el antropológico (sofistas y Sócrates)
–el ontológico (Platón yAristóteles),
–el ético (escuelas helenísticas: cínica, epicúrea, estoica, escéptica y ecléctica)
–el religioso (escuelas neoplatónicas y afines).
Desde el punto de vista geográfico, la filosofía surge en las colonias de Asia Menor a finales del s. VII a. e. c. En la rica ciudad de Mileto, después de Tales continuaron filosofando Anaximandro y Anaxímenes. Posteriormente, en Éfeso destaca la figura solitaria y genial de Heráclito.
De las costas de Jonia la filosofía, debido a la presión persa, se desplaza al sur de Italia y a Sicilia (Magna Grecia), donde florecerán dos importantes escuelas, la pitagórica y la eleática con Jenófanes, Parménides y Zenón. En la última etapa, destacan los llamados pluralistas o presocráticos tardíos, Empédocles, Anaxágoras y Demócrito. Y luego la filosofía, en el período ático o clásico (s. V-IV) florecerá en Atenas con tres figuras gigantescas: Sócrates, su discípulo Platón y el meteco Aristóteles, discípulo de Platón.
Falta en el mapa Jenófanes de Colofón, el Voltaire o Feuerbach presocrático
Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/humanismo.php/2018/01/24/la-filosofia-presocratica-1
25 de enero de 2018.