Días pasados un diario español publicó un reportaje al titular de la confederación de empresarios de la región de Córdoba, España, quien se declaró amante de la filosofía y destacó la importancia que podría tener la presencia del filósofo en las empresas.

Resulta algo extraño escuchar a un empresario hablar sobre filosofía y ponderar la ciencia madre justificando el uso de un pensador para la vida cotidiana de una sociedad productiva. Sin embargo, hace varios años que las empresas se encargan de contratar filósofos para reemplazar o complementar la tarea de los psicólogos en la atención del personal y los directivos.
Compartamos algunos de los párrafos más salientes de aquella entrevista aparecida en “El Día de Córdoba” de España:
-¿Qué haría hoy Aristóteles en una empresa de las que conocemos actualmente?
-Se asustaría. Si vamos al conocimiento real de lo que significa Aristóteles no tendría sentido, porque en el libro (que acaba de presentar sobre las enseñanzas del pensador griego) se habla de sentar a un filósofo en un consejo de administración, no de Aristóteles en sí. Hablamos de sentar a un filósofo por su capacidad de analizar, de vivir, de seccionar y después de multiplicar los resultados. En definitiva, en mi obra se plantea el uso de la lógica de Aristóteles, que fue el que mejor la utilizó, y de trasladarla a la empresa.
-Y el filósofo del que usted habla, ¿sería capaz de combatir el grado de deshumanización que existe actualmente en la empresa?
-La deshumanización es un caballo de batalla que se tiene que combatir en cualquier tipo de empresa, sobre todo en las más grandes, que es donde más se difumina el sentido de la propiedad. Hace mucho tiempo, en EE.UU., se utilizó la figura del psicólogo industrial, que se dedicaba a regular la relaciones entre los trabajadores y la propiedad de la empresa, para buscar, al final, una mayor productividad del empleado, pero al final se ha derivado en el jefe de recursos humanos, que es un término que no me gusta porque eso de llamar recursos a los trabajadores no creo que sea lo más adecuado. El filósofo estaría en una empresa a medio camino entre el psicólogo industrial y el jefe de recursos humanos y sería una figura ideal para la empresa de hoy.
-¿Y qué se busca de un filósofo en un consejo de administración?
-Busca la producción a través del bienestar, a través de su sabiduría, de que el trabajador se encuentre más a gusto, de parámetros como la virtud, que ya definió Aristóteles.
-Para el empresario normal, ¿me podría decir qué pinta un filósofo en un consejo de administración cuando de lo que se habla es de que hacen falta ingenieros de sistemas?
-Todos los que nos movemos en el mundo de la empresa estamos acostumbrados a tomar decisiones, que pueden salir bien o que pueden salir mal. Si salen bien nadie dice nada y todo el mundo se felicita porque se ha acertado, pero si sale mal se busca al responsable. El filósofo, lo que introduce en un consejo de administración es un análisis de las decisiones, que se debe tomar con un análisis exhaustivo previo. Para eso se necesita al filósofo, para tener ideas.
Sin lugar a dudas, como se puede observar en esta nota, la tarea del filósofo puede ser mejor aprovechada por la sociedad de lo que es hoy. El ejercicio de la reflexión y de análisis sobre la esencia del ser humano y sobre la realidad del universo, el encontrar y compartir las respuestas, los conceptos y los principios que rigen la vida debe ser considerado, como era en los tiempos de los primeros filósofos de la antigua Grecia, como una virtud.
Es fundamental para cualquier tarea que realice el ser humano la superación de las opiniones falsas. La filosofía ofrece la metodología para poder llevarlo a cabo.
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