La mayoría de la gente cree que la filosofía sólo preocupa a unas pocas personas, que no le dan la prioridad que se merece a buscar una profesión para ganar dinero. En fin, cuatro chalados.
Y sin embargo la crisis que estamos padeciendo es esencialmente filosófica. Ya me dirán ustedes que no, que se originó en los bancos, que surge de fallos en un sistema financiero que estaba poco controlado y que todo empezó cuando dieron créditos a gente poco solvente. No lo pongo en duda.
Pero la búsqueda de créditos a la desesperada, quizás sin tener trabajo estable ni bienes? y el afán por dar estos créditos, por gestores que ganan más comisiones mientras más préstamos venden? y la renegociación, siempre al alza, de los ´paquetes´ donde están entremezcladas las hipotecas ´suprime´ como cartas fulleras? Y el efecto bola de nieve de esos ´paquetes´ rodando por Europa, saltando hasta Tokio? ¿Y estas compensaciones, con el Estado entregando grandes sumas de dinero a los mismos culpables del desastre, después de pasar meses inyectando también nuestro dinero a las bolsas del mundo entero para que no se hundieran? ¿Cómo clasificar esas explicaciones rocambolescas que hubieran dado a Kafka todos los ingredientes para una nueva versión de ´El castillo´ o de ´El proceso´? En un vídeo subido al Youtube, unos humoristas británicos explican el fenómeno. No necesitan inventarse nada: sólo repetir en tono muy serio lo que, con la misma seriedad, dicen los economistas, los políticos, los banqueros?
El supercapitalista George Soros, acaba de publicar su propia explicación de la crisis, titulada “El nuevo paradigma de los mercados financieros”, donde afirma que la creencia de que los mercados tienden al equilibrio “es falsa y engañosa”. Este mismo señor dijo, en la década de los ´90, que “los mercados votan cada día, obligan a los gobiernos a adoptar medidas ciertamente impopulares pero imprescindibles. Son los mercados quienes tienen sentido de Estado”. ¿Sentido de Estado o habilidad para utilizar al Estado? Hace tiempo que venimos señalando la trama que entrelaza a los grandes intereses económicos, a los multimedia y al poder político? un amasijo hecho con poder en estado puro. Nunca nos convencieron los que anunciaban que las multinacionales acabaría con el Estado-Nación: no es así porque el poder económico necesita al Estado justamente para que le auxilie en situaciones como esta.
¿Y la filosofía? Ese es el punto crítico, porque el mundo desarrollado ha adoptado -y la muestra como paradigma a las sociedades empobrecidas- la filosofía de que el dinero trae la felicidad. La búsqueda de créditos que difícilmente puedan pagarse, la ´venta´ de préstamos cargados de riesgo, la reventa de esos paquetes a precios crecientes? todos estos fenómenos nacen de una filosofía que entroniza al dinero como valor supremo y que, paso a paso, ha ido vaciando de contenido a los auténticos valores: los valores morales que habían traído las religiones y que se habían incluido también en los ´catecismos´ de la modernidad laica. La Modernidad ha terminado por ser esencialmente un mercado. Y el mercado es esencialmente rentabilidad. En la médula de nuestros huesos se ha ido dibujando un símbolo monetario. Conviene advertir que el futuro presidente – todo indica que será Obama- puede verse obligado a pilotar la época más retrógrada del imperio.
Porque la crisis le ha golpeado en la línea de flotación y ahora surge una gran incógnita:
¿Podrá USA imponer a sus socios, rivales y enemigos, una gran parte del peso de la crisis económica, como para seguir controlando la cúpula del poder mundial?
¿O tendrá que defender con uñas y dientes -con su poderío tecnomilitar- la hegemonía que está en trance de perder? Quizás la crisis se trague de un bocado el ´gran cambio´ de Obama.
http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008101400_5_211017__Opinion-crisis-filosofica
ESPAÑA 14 de octubre de 2008