Sobre once antologías de obras de José Vasconcelos
Escribir sobre antologías quizás no tenga mayor trascendencia. O, quizás si.
A principios de los años treinta, Alfonso Reyes escribió un ensayo que tituló «Teoría de la antología». En éste, dice:
«Se me ocurre una manera indirecta de escribir la historia de la literatura española, que consistiera, no en estudiar esta historia directamente, sino en dar noticia de dónde se la debe estudiar. Para que esta meta-bibliografía no se resolviera en un mero catálogo de datos desgranados y no captables por la razón, habría que situar tal meta-bibliografía en su evolución histórica, como género literario en sí que a todos los demás abarca; y así, a la pasada, se iría recordando todas las épocas de la literatura española y la actitud crítica que en cada época presidía el juicio literario: a un lado, la materia literaria misma; al otro, la cultura literaria.»{1}
Más adelante, señala:
«En este plan, se comenzaría por las historias literarias, y ante todo por manuales generales, y se dejarían para ulteriores capítulos, para nuevas manos de pintura sobre la tela por manchar, los manuales especiales y, por último, las grandes monografías.»{2}
Por otro lado, considera que toda historia literaria presupone una antología inminente; y, a la inversa, toda antología presuponeun concepto sobre la historia literaria.
Hasta aquí Alfonso Reyes. Y creemos, a partir de él, que si sustituimos la «historia de la literatura española» por la «historia de la filosofía hispano e iberoamericana», algo similar a lo dicho podemos asumir en ésta área: manuales generales, manuales especiales y monografías, revisadas históricamente.
Diez años después, a propósito de una de las primeras antologías que se publicaron de José Vasconcelos, José Gaos escribió:
«Toda antología, antes que nada, plantea el problema de la antología en general. Porque hay un problema general de la antología. Antología es selección de algo más amplio, que la selección pretende representar. ¿Hasta qué punto justificada esta pretensión? Parece que la respuesta debe ser distinta según la especie de la antología. Hay, en efecto, dos especies cardinales de este género de obras. Hay antologías que representan directamente las ‘obras completas’ de un autor o de varios por medio de una selección de obras íntegras, y antologías que representan en un primer plano las obras íntegras de uno o de varios autores por medio de fragmentos, y a través de estos fragmentos de más o menos obras, la total del autor o autores. De las primeras son ejemplo las antologías líricas, de las segundas las páginas escogidas, de novelas, de obras filosóficas, de obras cualesquiera.»{3}
Al decir de Gaos, las más representativas son las primeras, las líricas. Con respecto a las segundas, además de ser menos representativas, también señala que entrañan el problema de lo sistemático y lo histórico; y, dentro de la cuestión histórica, la cuestión de la memoria y el olvido: lo que se selecciona y lo que no. Por ello, más adelante, comenta:
«Más que las colecciones de obras completas, de autores o de literaturas o disciplinas enteras, las colecciones de obras escogidas, antologías líricas en un tomo o antologías de la misma especie, las colecciones de obras escogidas, antologías líricas en un tomo o antologías de la misma especie, de obras íntegras, en varios volúmenes y las colecciones de páginas escogidas, deshacen para rehacerla y hacerla definitivamente la historia literaria –y filosófica. Las colecciones de obras completas de autores, literaturas y disciplinas se publican totalitariamente –pero se leen antológicamente.»{4}
Hasta aquí José Gaos y nuestra idea de que quizás no sea en vano escribir sobre las antologías que se han hecho de José Vasconcelos. Cabe precisar, en efecto, que en este texto no aludiremos las antologías generales. Tal es el caso, por ejemplo, de antologías sobre el pensamiento hispanoamericano, el ensayo mexicano y/o hispanoamericano, literatura mexicana o hispanoamericana. En éstas, en todas y cada una de éstas, algunas de las cuales son muy conocidas, José Vasconcelos tiene su lugar. Pero no nos ocuparemos de ellas sino de las que se han hecho sobre el autor en cuestión.
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De un conjunto considerable de estudios que se han publicado sobre José Vasconcelos, tres son lo que llaman nuestra atención por el hecho de que son los que más fuentes primarias y secundarias tienen en su parte bibliográfica: José Vasconcelos and his World, de Gabriella Beer (Nueva York, Las Americas Publishing Co., 1966); José Vasconcelos: los años del águila, de Claude Fell (México, UNAM-Instituto de Investigaciones Histórica, 1989); y, por último, la edición crítica de Ulises criollo, del mismo Vasconcelos y de la cual la coordinación estuvo a cargo de Claude Fell (Allca XX, Université París; Coneculta, México 2000).
Una primera cuestión que llama la atención de estos tres libros consiste en que los primeros dos no hacen una distinción entre obras del autor y las antologías hechas sobre el mismo, creando con ello cierta confusión. En este sentido, el ejemplo más ilustrativo es el de considerar El viento de Bagdad como el título de una obra del autor, de José Vasconcelos, y no como una antología hecha por Antonio Castro Leal, en 1945.{5}
La edición crítica, a diferencia de los dos anteriores, subsana este problema haciendo la clasificación pertinente al caso y enseguida de las obras, enlista las antologías. He aquí las referencias:
1. Páginas escogidas, Ediciones Botas, México 1940, 635 págs. (Selección y prólogo de Antonio Castro Leal).
2. Vasconcelos, SEP, México 1942, 229 págs. (Prólogo y selección de Genaro Fernández Mac Gregor)
3. El viento de Bagdad: cuentos y ensayos, Letras de México, México 1945, 203 págs. (Selección y prólogo de Antonio Castro Leal).
4. Obras completas, Libreros Mexicanos Unidos, México, 4 vols.: vol. I, 1957, 1810 págs., vol. II, 1958, 1777 págs.; vol. III, 1959, 1744 págs.; vol. IV, 1961, 1723 págs.
5. G. Nicotra di Leopoldo, Pensamientos inéditos de Vasconcelos, Ediciones Botas, México 1970, 115 págs.
6. José Vasconcelos, Écrits oublies. Correspondance entre José Vasconcelos et Alfonso Reyes. Introduction, notes et compilation de Claude Fell. Institut Francais d´Amérique Latine (IFAL), México 1976, 198 págs.
7. José Vasconcelos: textos sobre educación, FCE/SEP 80, México 1981, 306 págs. (Introducción y selección de Alicia Molina).
8. Textos. Una antología general, SEP/UNAM, México 1982, 275 págs. (Prólogo y selección de José Joaquín Blanco).
9. José Vasconcelos y la Universidad, UNAM, Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Literatura: Ipn, Dirección de Publicaciones y Bibliotecas, México 1983, 217 págs. (Introducción y selección de Álvaro Matute. Presentación de Alfonso de María Campos. Colaboración de Ángeles Ruiz)
10. José Vasconcelos, Ediciones de Cultura Hispánica, Madrid 1989, 123 págs. (Edición de María Justina Sarabia Viejo, prólogo de Antonio Lago Carballo).
11. Obra selecta, Colección Biblioteca Ayacucho nº 181, Caracas 1992, IX+ 351 págs. (Estudio preliminar, selección, notas, cronología y bibliografía de Christopher Domínguez Michael).
12. La amistad en el dolor: correspondencia entre José Vasconcelos y Alfonso Reyes, El Colegio Nacional, México 1995, 115 págs. (Compilación y notas de Claude Fell).
De estos doce títulos, no estamos del todo seguros que las Obras Completas, Pensamientos inéditos y la correspondencia (en francés o en español) entre Vasconcelos y Reyes sean antologías. O, mejor dicho, si estamos seguros si tomamos las ideas de selección y representación que comentaba José Gaos. Por esta razón, nos quedamos solamente con ocho de los doce títulos referidos. Pero no solamente, sino que agregamos otros tres, mismos que fueron publicadas posteriormente a la edición crítica de Ulises Criollo. Estas son, a saber:
1. José Vasconcelos: hombre, educador y candidato, UNAM, México 1998, XXIV+ 380 págs. (Introducción, selección y notas de Guadalupe Lozada León). (Colección: Biblioteca del estudiante universitario nº 123).
2. José Vasconcelos y la educación nacional, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas 1999, 145 págd. (Jesús Aquino Juan, comp.)
3. José Vasconcelos y el espíritu de la Universidad, UNAM, México 2001, 293 págs. (Prefacio y selección de textos: Javier Sicilia).
Tenemos, pues, en total, once antologías. Tres fueron publicadas en los años cuarenta, en vida de Vasconcelos. Dos las hizo Antonio Castro Leal y una Genaro Fernández Mac Gregor. Cuatro fueron publicadas en la década de los ochenta. Tres en la década siguiente, la de los noventa y, finalmente, una, a principios de esta década por terminar.
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Una vez expuesto y establecido lo anterior, lo que ahora cabe es una breve descripción y algunos comentarios con respecto a las mismas.
1. Páginas escogidas, de Castro Leal, es una antología, al decir de José Gaos, sistemática. Es decir, no deja ver la historicidad o la evolución del pensamiento de Vasconcelos. En su momento, Octavio Paz consideró que la selección dejó escapar páginas notables sobre la estética de Vasconcelos. Esta antología tiene la siguiente clasificación de textos: «Filosofía», «Temas americanos», «Cuentos y relatos», «Vistas y panoramas», «Arte y literatura» y, por último, «Autobiografía». El prólogo, por su parte, es un clásico y un referente obligado en cuanto a la valoración de la obra de Vasconcelos.
2. Vasconcelos, de Genaro Fernández Mac Gregor, publicado dos años después, en 1942, se distingue de la anterior en el sentido que es más didáctica. En particular, habría que destacar que mientras la primera selecciona fragmentos, esta segunda selecciona capítulos enteros de las obras seleccionadas. Al final del Prólogo, Mac Gregor especifica: «En esta selección de las obras de José Vasconcelos no se ha buscado especímenes de esos trozos brillantes de su prosa. Está hecha con miras didácticas, y, así, se ha querido dar un resumen de su ideario. Se ha dividido el libro en tres secciones generales, a saber: pensamiento pedagógico, el pensamiento sociológico y el pensamiento filosófico del autor». La antología está constituida por capítulos de De Robinson a Odiseo (1935), La raza cósmica (1925), Bolivarismo y monroísmo (1934), Indología (1926) y Estética (1936).
3. El viento de Bagdad es el título que le da Castro Leal a la tercer antología y lo toma de uno de los cuentos de Vasconcelos. El prólogo es un resumen del prólogo a la primer antología y ahora la clasificación la hace considerando los libros mismos: De El monismo estético (1918), De Prometeo vencedor (1920), De Pesimismo alegre (1931) y de Sonata mágica (1933). Agrega, por último, una parte que subtitula Pensamientos. Al igual que la antología de Mac Gregor, Castro Leal ahora selecciona capítulos completos de las obras señaladas.
Después de las primeras tres antologías, tuvo que pasar cerca de cuarenta años para que volvieran aparecer antologías de Vasconcelos. En efecto, en el transcurso de la década de los ochenta, se publicaron cuatro: tres en México y una en España.
4. José Vasconcelos: textos sobre educación, de Alicia Molina, es la primera en la lista y, como lo señala su título, se refiere a un tema en particular. Está compuesto de trece apartados y es un buen ejemplo para considerar lo que no debe hacerse en las antologías: no dar en lo absoluto ninguna referencia de dónde fueron tomados los textos, ni dar mayores especificaciones. Algunos capítulos de De Robinson a Odiseo, uno de Indología, algunos textos tomados de Discursos (1950), son los apartados que contiene la presente antología, pero no lo señala.
5. Textos. Una antología general, prologada y seleccionada por José Joaquín Blanco, apareció casi al mismo tiempo que la anterior y está compuesta de tres grandes apartados: «Del porfirimo a la decena trágica», «La cultura de la Revolución» y «La campaña electoral de 1929 y otras páginas». Aun cuando considera doce títulos de las obras de Vasconcelos, Blanco advierte: «De su obra sociológica y filosófica presento poco. Es lo que más ha envejecido y merece, desde luego, una lectura más comprensiva y especializada, que la de una mera antología general».
6. José Vasconcelos y la Universidad, seleccionada por Álvaro Matute, es más específica que la de educación, pero es, a la vez, complemento. Esta antología está compuesta en siete apartados: «Anticipos», «Discursos universitarios», «Circulares y acuerdos», «La escuela nacional preparatoria», «Hacia Latinoamérica», «Balance» y «Testamento». A excepción del primer, el penúltimo y el último apartado, los textos y documentos antologados pertenecen al periodo en que Vasconcelos fue Rector y Secretario de educación: 1920-1924.
7. José Vasconcelos, editada por Justina Sarabia, en España, es la última de la década de los ochenta. Está compuesta en cinco apartados: «Pensamiento sociológico» (en la que recupera partes de La raza cósmica e Indología), «Pensamiento político» (en la que recupera el programa de gobierno, de 1929, y publicado por Skirius, en José Vasconcelos y la cruzada del 29.), «Pensamiento hispanoamericanista» (en la reproduce apartados de Bolivarismo y monroísmo), «Pensamiento historicista» (en la que selecciona el prólogo a la Breve historia de México (1937)); y, «Pensamiento pedagógico» (en el que recupera, curiosamente, textos de la década de los cincuenta y que fueron publicados por Taracena, en 1982, en el libro José Vasconcelos).
8. Obra selecta, de Christopher Domínguez Michael, es la primera de las tres publicadas en los noventa. Y, al igual que la de Blanco y la de Sarabia, pretende ser general. Los apartados que la componen, son: «Los textos de formación», «El educador nacional», «El maestro de América» y «Las memorias: literatura y política». Los textos de la primera parte son los mismos que los de la primera parte de la antología de Matute: las conferencias de 1910 y 1916. Los de la segunda: los discursos más socorridos, el de la toma de posesión y el del día del maestro. Los de la tercera, fragmentos de La raza cósmica e Indología. Y, los de la cuarta, fragmentos de los cuatro tomos de sus memorias. Además del Prólogo, un buen prólogo, la antología contiene una cronología y una bibliografía. La cronología, por su parte, no se iguala en nada a las que tienen otros tomos de la Biblioteca Ayacucho.
9. José Vasconcelos: hombre, educador y candidato, de Lozada León, está compuesto fundamentalmente por capitulillos de los cuatro tomos de las Memorias y por algunos discursos de entre 1920 y 1924. En la parte de la Introducción, algo amplia, por cierto, hace una semblanza de Vasconcelos, desde su infancia hasta la candidatura a la presidencia (1929). Antes que una antología general monográfica, ésta es una antología de sus Memorias.
10. José Vasconcelos y la educación nacional, compilada por Aquino Juan, contiene doce textos: todos ellos incluidos ya en las de Alicia Molina y Álvaro Matute; y, además, sin referencia de dónde fueron tomados, con una presentación por el gobernador de Chiapas en turno y con páginas de publicidad sobre algunas nuevas instituciones educativas. El prólogo, escrito por Aquino Juan, es prescindible.
11. José Vasconcelos y el espíritu de la Universidad, de Javier Sicilia, contienen, prácticamente, varios de los textos publicados en la de Molina y Matute. Sin embargo, tiene varias cosas nuevas. Por ejemplo, la organización. La primera parte tiene textos de «Antes de 1920»; la segunda, de 1920; la tercera, de 1921; la cuarta, de 1922; la quinta, de 1923-1935; y, por último, una parte de anexos, en la cual se incluye una cronología (mejor que la de Domínguez), una bibliografía, un resumen hemerográfico y las publicaciones de Vasconcelos en el Colegio Nacional. Por otro lado, contiene una simbología para indicar si los textos son conferencias, discursos, escritos filosóficos-pedagógicos y/o circulares y anexos. En el prefacio, Sicilia hace un recorrido histórico sobre la universidad para hacer ver el clasicismo que caracterizaba al pensamiento de Vasconcelos.
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He aquí, pues, en síntesis, cómo ha sido tratado José Vasconcelos en lo que respecta a las antologías que sobre su obra se han publicado. No deja de llamar la atención el hecho de que de las once referidas, solamente siete fueron publicadas hasta las décadas de los ochenta y los noventa y que, de éstas, lo que más prevalece, tanto en las especiales sobre la educación como en las generales, son precisamente los discursos de cuando fue Rector y Secretario de educación así como sus Memorias.
No obstante que algunos de los antologadores, los menos, refieren qué es lo que pasó con el último Vasconcelos, lo anterior fortalece la idea que aún sustentan algunos: la de que hay dos Vasconcelos, uno antes de 1929 y otro después de ese año. Una idea, además, que favorece a lo que ya desde hace décadas han dicho algunos otros: a Vasconcelos se le critica mucho y se le conoce poco.
En este sentido, queremos terminar con las palabras que le dedicó García Maynez, como parte del homenaje que le ofreció el Colegio Nacional a José vasconcelos, el año de su muerte:
«Duele comprobar que se hable tanto de él –unas veces con fervor, otras con desdén o antipatía– y se le conozca tan mal. Aparte sus confesiones y los libros de intención literaria o polémica, el resto apenas se lee. La indiferencia y la crítica inconsulta se han abatido, especialmente, sobre los de filosofía. Mas yo pregunto: ¿qué otro mexicano ha elaborado –sean cuales fueren los defectos de su concepción del mundo– un sistema filosófico completo? ¿Y la Estética –de la que dijo alguna vez que «no la cambiaría por la mejor de las batallas de Bolívar»– no es acaso el escrito filosófico más original que se ha publicado en nuestras tierras?…
El libro sobre Vasconcelos no se ha publicado todavía. Quien lo escriba rendirá a su memoria el mejor de los homenajes, ya que no solo hará posible el conocimiento de una personalidad extraordinariamente rica sino, sobre todo, la justa apreciación de sus dimensiones intelectuales y humanas.
…En espera de ese libro, volvamos siempre a su obra, y dejemos que por ella hable el espíritu…{6}
Notas
{1} Alfonso Reyes, «Teoría de la antología», en Obras Completas, tomo XIV, La experiencia literaria, FCE, México 1962, pág. 137.
{2} Ibid., págs. 137-138.
{3} José Gaos, «José Vasconcelos», en Obras Completas, tomo VI, Pensamiento de lengua española, UNAM, México 1990, pág. 113.
{4} Ibid., pág. 115.
{5} Para una revisión más completa sobre la bibliografía de Vasconcelos, consultar El Catoblepas del mes de abril del presente año.
{6} Cfr. Eduardo García Maynez (comp.), Homenaje del Colegio Nacional a Samuel Ramos y José Vasconcelos, El Colegio Nacional, México 1960, 32 págs.
Fuente: http://www.nodulo.org/ec/2009/n092p13.htm
SPAIN. octubre de 2009