El hecho de que la religión persista en plena era científica como una forma “muy viva y poderosa” de existencia, interpela al filósofo canadiense Jean Grondin, que ha tratado de entender la aparente paradoja buscando el apoyo de pensadores como Einstein, Kant, Cicerón y otros grandes filósofos.
En una entrevista con Efe, este profesor de la Universidad de Montreal, autor de títulos como “El sentido de la vida”, ha comentado aspectos de su último libro, “La filosofía de la religión” (Herder), nacido de ese esfuerzo para comprender una respuesta humana a su propio enigma que ha “apasionado” y también “irritado” a la Filosofía, desde Platón a Bergson, Heidegger o Lévinas.
“¿Por qué los grandes filósofos han pensado tanto sobre la religión y casi siempre desde la religión misma?”, plantea.
En una época en la que la religión se asocia al terrorismo fundamentalista, los abusos sexuales, el oscurantismo o la represión bajo sus muchas formas, Grondin sostiene que la religión propone las respuestas “más fuertes, antiguas y creíbles” a la pregunta por el sentido de la vida inherente al ‘homo sapiens’.
“La filosofía o búsqueda de sabiduría nace de la expectativa de que la vida conduzca a algo, de que exista una dirección para la existencia humana”, subraya.
Francófono de Canadá, Grondin, que habla un correcto español, estudió en Heidelberg y Tubinga (Alemania) y en la actualidad dirige investigaciones sobre la historia de la metafísica y la hermenéutica, en la línea de su maestro, Hans-Georg Gadamer.
“Es muy difícil abandonar esa esperanza natural”, reconoce y, envez de desdeñar la religión, indaga: “¿Y si hubiera más sabiduría en la religión que en la filosofía misma?”.
Para él, las respuestas al sentido de la vida son de tres tipos, empezando por las religiosas o espirituales que han prevalecido en la historia de la humanidad -recuerda- y que son las que afirman que la existencia está “religada” a un poder superior.
Otras respuestas laicas más recientes apuestan por la bondad humana, en sus variantes “utópica y humanista” o “hedonista e individual”, pero según Grondin serían también religiosas, pues encierran un sueño, un culto o una creencia de salvación.
La tercera respuesta es que “la vida no tiene sentido”, al no poder verificar realmente un sentido religioso o trascendente. Esta respuesta “del desengaño”, “lúcida en ciertos aspectos”, recoge la plena medida del mal y del dolor de existir, pero no responde a la pregunta de para qué vivimos, ni ayuda en la expectativa humana.
Grondin dijo a EFE que el título de su libro, “Filosofía de la religión”, requiere afinar el oído para percibir que no sólo apunta a una reflexión sobre la religión -como pueda hacerse con el arte o con el derecho-, ya que el genitivo de posesión, “de”, puede indicar aquí que “la filosofía o vía de sabiduría pertenece ella misma a la religión”.
“La dificultad de abandonar la esperanza (de algún tipo de salvación) se presenta como una evidencia que los filósofos recuperan hoy día”, asegura Grondin y admite que lo que sí parece quedar atrás es la idea de que sólo “una” religión tenga la verdad.
Hacer filosofía de la religión es meditar sobre el sentido de la respuesta religiosa -precisa-, es pensar sobre el lugar que ésta puede tener en la existencia humana, individual y colectiva.
Según Grondin, una cierta modernidad consideró la religión una superstición que desaparecería dentro de poco, pero ahora una cierta posmodernidad le recuerda que “esa creencia era una forma de fe religiosa y a veces muy intolerante”.
Entonces, ¿cómo se acerca la razón humana a lo divino? “¡Ojalá lo supiera!”, replica el filósofo, para quien “al menos nuestra pobre razón no se aleja de eso que usted llama ‘divino’ -escrito con tachadura- cuando vive amando, aprovechando el regalo que es la vida, o en el caso de los pobres filósofos, pensando”.
Y en una época que desconfía de autoridades universales, la formulación “Derechos Humanos”, no ha estado tan mal, concluye Grondin, pues ha dejado a la humanidad “una inspiración” como una forma de autoridad universalmente reconocida. “Esta es una de las paradojas -subraya Grondin- que la filosofía de la religión nos ayuda a entender muy bien”.
Fuente: http://www.adn.es/cultura/20100806/NWS-0328-Jean-filosofia-religion-fuera-sabia.html
SPAIN. 6 de agosto de 2010
Interesante tema, que cada vez más ocupa al hombre moderno. Apunto algunos breves comentarios:
1.- El concepto que maneja Godgin de religión como una respuesta que afirma la religación con un poder superior se ha convertido casi en un lugar común, de la que pueden derivarse respuestas apresuradas. ¿En verdad las religiones de occidente, y especialmente en nuestra cultura católica están respondiendo a este significado de lo religioso? La religión positiva parece sumergida a ratos, en las respuestas utópicas y hedonistas que Grondin atribuye sólo al pensamiento laico; religión tan alejada de la esperanza que millones de seres humanos han decidido buscar el “sentido de la vida” en otros horizontes.
2.- Por consiguiente, la disyuntiva entre encontrar el sentido de la vida sólo en la religión o dirigir la existencia a la búsqueda de placer o utopias seculares me parece falsa. Existe una práctica religiosa propia del mundo actual que ha sabido convivir -a despecho de su misión trascendente- con el hedonismo y el pragmatismo. En cambio, hombres y mujeres hay, afortunadamente, que desde el laicismo más consecuente, son capaces de comprometerse con proyectos tan “santos” como los religiosos.
3.- Grodgin se pregunta: ¿Y si la religión fuera más sabia que la filosofía? a la cual responde con sus distinciones para finalmente situarla en el plano superior que desea.
Pero la pregunta contiene otra lectura y en ella, otra respuesta: Si la religión fuera mas sabia que la filosofía nos haría más buenos, más justos, más humildes que la filosofía. Pero que la religión pudiera superarla, tendría que ir más allá del proyecto filosófico de origen, que también es un horizonte de esperanza: “Una vida dedicada al bien y la verdad es una vida digna de ser vivida”.
4.- Aún así, debemos reconocer con Grondin que, la religión es más sabia que la filosofía, porque ella sabe cosas que la filosofía no conoce. Sólo que no es su límite, porque ella, la filosofía, no se cansará “aqui o en el otro mundo” de plantearle la misma interroganteque plantea a todo conocimiento: ¿cuál es tu sabiduría?
Religió i filosofia …….. sempre juntes, agafades de la mà
Interessant entrevista