Igualdad y Justicia


Platón y Aristóteles consideraron que el tratamiento justo de los hombres hace necesario un tratamiento igual. Esa libertad ha sido entendida en la tradición del liberalismo como libertad igual y el sentido de la lucha por la libertad es la igualdad frente a la ley. Lo esencial en la exigencia de la igualdad ante la ley es que los hombres sean tratados en forma igual aunque ellos sean diferentes.

En esta argumentación la libertad igual es un valor que debe ser protegido por el Estado por dos razones fundamentales:

i) un tratamiento desigual es contrario a la libertad;
ii) la libertad para decidir sobre uno mismo y sobre aquello que a cada uno le pertenece solamente se puede realizar cuando para todos valen las mismas reglas, a partir de las cuales cada uno actúa y decide.

La igualdad contiene una serie de principios. El primero es la igualdad formal, que establece que a lo igual se lo debe tratar de forma igual. Esto se traduce en que:

i) es justo tratar de forma igual a las personas que son iguales, y
ii) ies justo tratar de forma desigual a las personas que son desiguales.

La injusticia surge, como lo dijo Aristóteles, cuando se trata a los iguales de forma desigual y a los desiguales de forma igual. Este principio formal de la igualdad contiene la condición de la imparcialidad, mediante la cual se exige que no se haga ninguna diferencia injustificada.

El segundo principio es el de la igualdad proporcional, que especifica la igualdad formal en el sentido en que determina que cuando hay factores que demanden un tratamiento desigual o una distribución desigual de bienes, debido a que las personas son desiguales en perspectivas relevantes, el tratamiento que sea proporcional con esos factores es justo (Gosepath). Sin embargo, aunque estos dos principios formales son principios genuinos de igualdad, no son suficientes para definir completamente una concepción liberal y social de la justicia, porque una norma puede tener validez formal pero ser injusta sustancialmente, como en el caso del tirano que quema a todos sus súbditos en aceite, incluyéndose él mismo. La acción es inmoral, pero no hay una desigualdad en el tratamiento.

En el liberalismo, basado en la igualdad, se afirma que la igualdad es la base de nuestra moral política, y a partir de esto se determina qué tipo de instituciones se deben construir para realizar la justicia. Para establecer cuáles son estas instituciones y cómo deben ser distribuidos los bienes y las responsabilidades, se diferencian cuatro esferas distributivas de la justicia, a saber: la política, la democrática, la económica y la social. Se establece que mientras que las esferas política y democrática deben estar conformadas a partir de la igualdad, las esferas económica y social deben darle cabida a procedimientos para fundamentar excepciones de la distribución igual. Por ejemplo, cuando los individuos deben ser compensados positivamente por desventajas naturales o determinadas por la posición social. De este modo, establecer excepciones de la distribución igual, en algunas instituciones del Estado, para mejorar la posición social de los más desventajados, es equitativo y justo.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/igualdad-y-justicia-BC2598012

25 de agosto de 2015. COLOMBIA

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