Ideas en el cielo: filosofos en el espacio

El gobierno chino quiere mandar un filósofo al espacio. ¿Para qué? Para que filosofe. Así de sencillo. El filosofar es una de esas actividades simultáneamente veneradas y ridiculizadas, y no seré el primero en puntualizar que el proyecto chino equivaldría a realizar aquello de que los filósofos viven en la luna. O, en este caso, entre las estrellas.
Aun así, llama la atención lo instrumental de la idea. Como si uno plantara una semilla y luego se sentara a esperar el crecimiento de un imponente roble. No parece que la cosa funcione exactamente así, aunque tampoco podríamos decir que no va a funcionar.

¿Mandar un tipo al espacio para que piense, a ver qué se le ocurre? Podría sonar tonto, en principio, pretender que las estrellas, que no hablan, sean capaces de sugerirle al hombre alguna idea que no pueda ocurrírsele acá en la Tierra, entregado como está a la tarea de filosofar. Pero ese punto de vista es ingenuo.

Es que el hombre es, como afirma el adagio, el hombre y su circunstancia. También el filósofo, y por lo tanto su pensamiento. José Pablo Feinmann nos dice, por ejemplo, que incluso en una obra tan trascendente como “Ser y tiempo”, de Martin Heidegger, tan lejana en apariencia de cualquier coyuntura social, tan árida en su abstracción, el mundo al que se ve arrojado el “ser ahí” (Dasein) es el mundo de la República de Weimar, el mundo cosmopolita en el que el filósofo vivió inmerso.

Podríamos apilar evidencia y afirmar, por ejemplo, que las filosofías que imperan hoy en la academia habrían sido imposibles, insostenibles, impensables hace un siglo o dos.

Pero también los azares de la vida individual forman teoría. Por ejemplo, suele atribuirse la prolija profundidad de la concepción kantiana a la escasez de avatares en la existencia fundamentalmente inmóvil del pensador. O la exaltación de la vida en Nietzsche a sus conflictos y su dificultad para relacionarse con los demás. Son simplificaciones, pero parten de una semilla de verdad.

Visto así, generar artificialmente experiencias radicales en la vida de un filósofo, a ver qué sale, no suena tan chino.

Y ¿por qué no el espacio? Tratemos de imaginar por un instante ese aislamiento, esa terrible quietud. El hombre mira y los ojos se pierden en el vacío salpicado de luces, y el vacío no habla, y las luces no hablan. La mente gira y busca respuestas, y la ausencia de respuestas se hace patente en la ausencia de todo excepto ese cascarón que atraviesa la nada entre la nada.

Qué soy más que esto, se pregunta el hombre. Qué puedo ser más o menos que esto entre todo esto. Y se angustia. Y se pregunta. Y filosofa.

Podemos aventurar (a riesgo de equivocarnos, claro) que su cosmovisión, es decir su filosofía, será un tanto pesimista. En algún momento el hombre mirará hacia la Tierra y pensará en lo que (temporalmente) abandonó: el peligro de la civilización, la locura que nos define. Algo así como ese poema de Adrian Mitchell, “Song in space”, en el que el hombre se lanza al espacio y mira hacia atrás, hacia el ojo triste/azul(1) de la Tierra, y le pregunta: “¿Por qué lloras mientras danzas a través del espacio?”, para recibir esta respuesta: “Porque soy la madre de la raza humana”(2).

A lo mejor sale algo, a lo mejor nada. Pero la experiencia en sí es vitalmente interesante. Cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡a pensar!

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Agencia MP
(1) En inglés, ambos términos se traducen como “blue”.
(2) “Why do you weep as you dance through space?/ Because I’m the mother of the human race.”

Fuente:
http://oberaonline.com.ar/portal/content/view/2755/9/

4 comentarios Ideas en el cielo: filosofos en el espacio

  1. Rodrigo Lucke

    Estupendo, me agradan los eternos retornos, ademas se pueden sacar nuchas cosas positivas de ello ¿sera lo mismo filosofar en la tierra que en el espacio?

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  2. alejandro garcia meza

    pues pueda que llegue a ser pesimista el estar tan lejos de los mismos seres que le han dado el conocimiento y que lo han hecho reaccionar y a la ves pensar -accion, reaccion- pero ser mas facil ver desde esa distancia lo pequenos que somo s y lo ignorantes que llegamos a ser al creer que podemos desifras lo que somos cuando no logramos todos contemplar lo que nos contiene en cuerpo. sera hermosa la experiencia y envidiable contemplar tal panorama.

    pero a todo esto ellos son los que se han sacrificado por ser pensadores y darnos una luz a los que estan perdidos entre tanto rebanio !!!

    por lo que solo podria dar gracias

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