Isabelle Miroglio, una francesa que recuerda sus estudios de filosofía al final de la secundaria hace más de 40 años, asistió el domingo a su primera sesión de ciné-philo en París, una discusión filosófica sobre una película.
“Cuando llegamos a cierta edad y tenemos cierta experiencia, queremos ver si la filosofía sigue teniendo sentido en la vida”, comentó Miroglio a BBC Mundo.
El café del cine Entrepot, donde se realizó el debate conducido por el filósofo chileno Daniel Ramírez, estuvo colmado con unos 40 participantes que tocaron temas como la muerte, el destino, o el fin y los medios en política.
El ciné-philo es sólo uno de los ámbitos de análisis filosófico que han aflorado en los últimos tiempos en Francia y que despiertan un creciente interés de los franceses.
En momentos de crisis e incertidumbre, la filosofía está de regreso en el país de Descartes.
En cafés y aulas
Café en París
El fenómeno se nutre de franceses que atraídos por cafés, festivales y libros centrados en cuestiones filosóficas.
El fenómeno se ha nutrido de una cantidad de franceses como Miroglio que se sienten atraídos por los cafés, los festivales, las revistas y los libros centrados en cuestiones filosóficas.
Pero también hay indicios de que la filosofía gana terreno en el ámbito formal de la educación francesa.
El ministro francés de educación, Luc Chatel, anunció que a partir de 2011 probará adelantar dos años la enseñanza de filosofía en algunos liceos de secundaria, donde hasta ahora la materia se imparte al final del ciclo educativo.
La idea es lograr una aproximación filosófica a temas de educación cívica como la República o la ciudadanía política.
La decisión gubernamental fue saludada por el filósofo francés Michel Onfray, fundador de la Universidad Popular de Caen (noroeste), que desde 2002 provee acceso libre a clases de filosofía y otras disciplinas.
“La edad no es un problema”, dijo Onfray en declaraciones a la agencia de noticias AFP. “Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde”.
“Mi mamá es inteligente”
Torre Eiffel en París
El fenómeno no sólo sucede en París, otras ciudades francesas organizan festivales filosóficos.
De hecho, un experimento pionero realizado en una clase preescolar de Le Mée-Sur-Seine, unos 40 kilómetros al sureste de París, sugiere que el arte de filosofar puede inculcarse a niños de tres o cuatro años.
“Comenzar muy joven para nosotros fue una ventaja”, dijo Pacaline Dogliani, la maestra preescolar que condujo el taller en la escuela Jacques Prévert, en entrevista con BBC Mundo.
Dogliani explicó que la prueba permitió a los niños desarrollar el idioma, socializar, aprender a aceptar al otro y ganar confianza en sí mismos al saber que todas las opiniones son legítimas.
Esta experiencia fue filmada para un documental de Jean-Pierre Pozzi y Pierre Barougier titulado “Ce n’est qu’un début” (“No es más que un comienzo”), que acaba de estrenarse en los cines franceses.
“¿Qué es el amor?”, pregunta la maestra a sus alumnos en el documental.
“Amor quiere decir que los papás están enamorados de las mamás”, responde un niño.
“¿Qué quiere decir ser inteligente?”, pregunta la maestra en otro momento.
“Mi mamá es inteligente”, explica una niña. “Porque nunca pone el Nutella en la heladera”.
Ya hay planes para realizar talleres similares en otros departamentos franceses.
Filosofía de calle
Nunca se han editado más libros de filosofía que actualmente
Daniel Ramírez, filósofo chileno
Ramírez, el conductor del ciné-philo en París, estableció una distinción entre el aprendizaje formal de filosofía en un aula, la lectura de pensadores y la “filosofía en la sociedad civil” que se lleva a cabo en cafés o festivales.
A su juicio, existe un interés creciente en los cafés filosóficos, que comenzaron en Francia hace 17 años y se han diversificado después de una etapa en la que parecían eclipsar.
El fenómeno no es masivo ni llega a tener la dimensión que conoció en las épocas de Jean Paul Sartre o Simone de Beauvoir, explicó, pero es mayor que en los años ’80, cuando el consumismo cobraba fuerza.
“Es verdad que hay más actividades de reflexión, más conferencias y muchos más libros de filosofía que se venden”, comentó. “Nunca se han editado más libros de filosofía que actualmente”.
“No deja tranquilo”
El fenómeno está lejos de circunscribirse a París: ciudades francesas como Lille o Saint-Emilion han organizado recientes conferencias o festivales filosóficos con cientos de visitantes.
También hay diarios y revistas que han dedicado recientes ediciones especiales a cuestiones filosóficas o corrientes específicas de pensamiento.
“La crisis es a menudo un terreno fértil para la filosofía”, indicó Alexandre Lacroix, secretario de redacción de la revista Philosophie, que en 2006 fue la primera francesa dedicada a mirar el mundo contemporáneo con un prisma filosófico.
Sus ventas aumentaron 18% en 2009 y 13% este año, para llegar a 50 mil ejemplares por mes, indicó Lacroix.
Explicó que los lectores de la revista buscan “elementos de información, respuesta, solución y perspectivas ante esta atmósfera general de crisis”.
Sin embargo, Ramírez advirtió que la filosofía es una herramienta para encontrar preguntas más que respuestas, y eso puede generar más inquietudes.
“Una pregunta filosófica perturba, no deja tranquilo”, dijo. “La vocación de la filosofía nunca ha sido calmar a la gente”.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/12/101201_francia_filosofia_regreso_jrg.shtml
REINO UNIDO. 1° de Diciembre de 2010