Filosofia para el dialogo sobre la crisis

En el fin de semana antesala de lo que fue la Semana Santa, se celebró en la sede de la Fundación Gustavo Bueno, antiguo Sanatorio Miñor, en Oviedo, los decimoquintos encuentros de Filosofía. La Economía Política ante la crisis como enunciado de rabiosa actualidad. En los bajos del edificio del arquitecto Julio Galán se reunieron durante el último viernes y sábado de marzo numerosos amantes de esta disciplina, auténticos seguidores de Gustavo Bueno, quien clausuraba, como es de rigor, el encuentro.
En una sala-plató ubicada en los bajos del chalet, con potentes focos y control de realización, se dieron cita para debatir sobre materialismo dialéctico y filosófico, teoría del valor, capitalismo internacional, etcétera, numerosos profesores y filósofos llegados de diversos puntos de España, e incluso de América Latina, como el mejicano Ismael Carvallo. Comunicantes (que se pagaban viaje y estancia, e intervenían gratis) y participantes por puro amor a la Filosofía. Nada de créditos universitarios.

GUSTAVO Bueno Sánchez me recibe, como suele, muy afectuoso. “El fundamentalismo democrático puede contribuir a una situación de distaxia”, afirma con arrojo Iñigo Ongay en su comunicación. Entre los ponentes, filósofos de la Universidad de Oviedo, como Manuel Hernández, que inauguró las jornadas, Tomás García, José Manuel R. Pardo y, como asistentes, los docentes locales: el historiador Marcelino S. Ardura, Eliseo Rabadán,profesor de Filosofía de Instituto, al igual que Carmen Baños; Emilia Espina y David Alvargonzález (facultad de Oviedo) y el catedrático de Física Teórica Miguel Ferrero, padrino didáctico del joven matemático y comunicador Carlos Madrid, que expuso Filosofía, economía y cambio climático; un ménage à trois muy productivo .

También llegados desde otros puntos de España como Guadalajara, la profesora Ana Somolinos, y dos personas ajenas a la docencia filosofal: el empresario y patrocinador del encuentro, venido desde Vitoria, José Javier Ortigosa, y un agricultor aragonés.

Aunque no estaba en el programa, la jornada de clausura contó con una presencia institucional, la del alcalde Gabino de Lorenzo, que, en su fugaz visita, recibió de Gustavo Bueno dos de sus libros, uno de ellos dedicado así: “El mejor rey, el alcalde”. De Lorenzo se dirigió a los sorprendidos asistentes recordando “el privilegio de contar con una mente como la de Gustavo Bueno. Lo adoptamos como Hijo Adoptivo un poco mayorcito”. Bueno, por su parte, como prólogo antes de su ponencia, vinculó en el recuerdo el seminario celebrado a otro en el que participó en los años sesenta en colaboración con el departamento de Antropología y que acabó en ataque contra él: un bote de pintura, una paliza propinada por unos sicarios venidos de Cataluña, y una pintada: “Lacayo del capitalismo”. “Como siempre que se dialoga, se acaba como el rosario de la Aurora”, remató el emérito con su habitual desparpajo.
Fuente: http://www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=549136

SPAIN. 8 de abril de 2010

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