El intelectual reflexiona sobre el verano, el rey emérito, el suicidio, el sexo, la droga y aquellos baños en La Concha
Fernando Savater, fotografiado en San Sebastián, el 10 de agosto.Gorka Estrada
El piso de Fernando Savater en Donostia no es un piso, es una paradoja. Tiniebla y silencio a tres pasos de esa luz bullanguera en La Concha. Decenas de muñequitos del cine y el cómic, centenares de libros, pilas de DVD y CD y un número indeterminado de objetos no identificados vigilan a quien entre. Un gabinete más que una vivienda. Savater (San Sebastián, 73 años) pone a enfriar el txakolí. Quizá para conmemorar el medio siglo ¡medio siglo! de la edición de su primer libro, Nihilismo y acción, al que seguirían otras biblias del pensamiento como Contra las patrias, El contenido de la felicidad o Ética para Amador. Cuando se le pregunta por teléfono si se le puede ir a entrevistar, contesta: “¡Si tienes ese vicio…!”.
Pregunta. ¿Qué es el verano?
Respuesta. Un recuerdo de felicidad infantil. El momento de la playa, que es una de las formas de dicha más persistentes en mi vida, y el tiempo de las lecturas libres. Aunque pensándolo bien, me han ocurrido cosas nada jubilosas en los veranos.
¿Qué es este verano?
Este verano es un poco tétrico. Hay algo de siniestro en las precauciones, las mascarillas, esa vigilancia permanente. Somos huéspedes de una especie de campo de concentración benévolo.
¿Qué es la muerte?
He sido siempre muy lector de Spinoza, y él decía que el hombre libre en nada piensa menos que en la muerte. La muerte es lo que da el sabor especial a la vida.
¿Qué es un suicida?
Una persona con demasiada prisa. El mejor argumento contra el suicidio es que hay que tener paciencia. El suicida no está dispuesto a hacer la concesión de la paciencia y lo quiere todo, ya.
La verdad es que la familia real sale muy bien librada comparada con otras que no son tan reales. Aquí, realmente, hay mucha corrupción. Pero no solo real
¿Qué es un rey que huye?
Es un rey que se retira porque no ha encontrado entre sus personas cercanas la acogida que esperaba. Y entonces se ha retirado de una forma que es un gran error. Hasta que no tenga una acusación no tiene por qué huir, es una forma de culpabilizarse sin necesidad. Ha quedado mal, pero de quedar mal a ser un delincuente hay mucha diferencia. La verdad es que la familia real sale muy bien librada comparada con otras que no son tan reales. Aquí, realmente, hay mucha corrupción. Pero no solo real.
¿Qué es un caballo de carreras?
Es una obra de arte viva. Está fabricado por el hombre para correr, y correr no es una imposición. Sería bueno pensar en qué sueña un caballo de carreras. Yo creo que la mayoría de ellos son conscientes de su tarea, y de sus victorias, y de sus derrotas. Yo he visto caballos deprimidos ante la derrota.
¿Qué es un animalista?
Yo me considero un animalista. Y mi reproche a algunos ultras animalistas de los tiempos actuales es que no ven a los animales como animales, sino como seres humanos disfrazados. Ellos, en el fondo, lo que quieren es acabar con los animales. La bendita inmoralidad de los animales consiste en que no están sujetos a deberes y por lo tanto no tienen derechos. Tener derechos les obligaría a tener deberes y entonces estarían tan jodidos como estamos nosotros.
¿Qué es un buenista?
Una persona que se quiere autogratificar por la visión del mundo. La visión objetiva del mundo no nos es normalmente favorable, al contrario, aporta zozobras, miedos, desengaños, etcétera. Y entonces, el buenista es el que quiere hacer una visión autoindulgente y complaciente del mundo.
¿Qué es un columnista?
Yo entiendo la columna como un servicio público. La columna tiene que tener su gracia y su pellizco literario, pero no vale decir lo que sea, porque de lo que se trata es de ayudar a la gente a entender un poco mejor lo que ocurre y a entenderse mejor a sí misma. Y eso te cierra la posibilidad de decir según qué cosas.
Creer que uno puede determinar su sexo es como creer que puede determinar su estatura o su edad
¿Qué opina de esos columnistas que como no tienen tema se dedican a contar sus cenas con sus amigos en la casa de la playa?
Uffff… esos son… yo en ese sentido he sido aplicado. Yo a cada columna le dedico tres tardes. En la primera pienso el tema. En la segunda la remato. Y en la tercera quito lo que sobra, que es lo difícil.
¿Qué son las drogas? ¿Y el sexo? ¿Y el alcohol?
Las drogas son una experiencia con la conciencia que tienes. Tener conciencia es medirla, querer ponerla a prueba, alterarla. La persona que no pone a prueba su conciencia no es un ser humano sino un animal. Claro, una cosa es alterarla y otra destruirla. El sexo está ligado a nuestra naturaleza como seres propuestos por unas fuerzas que no conocemos. Por eso a mí esas ideas de la autodeterminación de género me parecen estupideces. Creer que uno puede determinar su sexo es como creer que puede determinar su estatura o su edad. Hay bárbaros que le dicen a un niño de seis años que puede elegir ser de un sexo o de otro. Eso es lo más destructivo que se puede hacer con una personalidad.
Le falta el alcohol. Claro, esto es simplista: no es lo mismo tomarse un txakolí fresquito a mediodía que atizarse uno o varios whiskazos por la noche… A mí un terrorista me da miedo. Un justificador de terroristas me da asco
A mí me pasan las dos cosas. A lo largo del día paso por los dos estadios (risas).
A mí un terrorista me da miedo. Un justificador de terroristas me da asco
¿Qué es un predicador?
Un predicador es el que sabe no la verdad de su vida, sino la verdad de la vida de los demás. Lo cual es altamente fastidioso, sobre todo cuando tiene algún poder que le refuerza.
¿ETA fueron predicadores además de asesinos?
Tuvieron predicadores que justificaban y vendían su mercancía. El etarra se limitaba a ser asesino, se expresaba con sus crímenes, no tenía otro discurso que “esto es lo que hay, obedece o muere”. Eran domadores. El terrorista es alguien que quiere domar a la sociedad y usa el látigo. Y luego hay otros que embellecen el aro con discursos patrióticos y moralistas que justifican la violencia. Esos son los peores. A mí un terrorista me da miedo. Un justificador de terroristas me da asco.
El animal mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio. Siempre nos las ingeniamos para echar la culpa al otro
¿Cómo eran aquellos baños en La Concha rodeado de guardaespaldas y los de hoy, solito?
De junio a noviembre, yo me baño en el mar todos los días. Y eso era lo que más emocionaba a mis escoltas. Ni mis alocuciones ni mis enfrentamientos con los violentos, ni nada… lo que les parecía tener cojones era meterse en el mar un día de lluvia.
¿Qué es la filosofía?
La filosofía es el arte de hacerte preguntas que no tienen como respuesta más que otras preguntas. Preguntas que no tratan de lo que hago, sino de lo que soy. Esa es la diferencia con la ciencia.
¿Qué coartadas nos buscamos para que la culpa sea siempre del otro?
Es una tendencia natural. El animal mejor amigo del hombre es el chivo expiatorio. Siempre nos las ingeniamos para echar la culpa al otro.
¿Qué será de nosotros?
¿Ves? Esa pregunta es filosófica. Y sea cual sea la respuesta nos seguiremos preguntando. ¿Qué será de nosotros? La respuesta depende del carácter de cada uno. Yo estoy convencido de que nada bueno. En lo personal soy muy pesimista, creo que estoy condenado. Y en cambio, en lo público creo que la sociedad se salvará.
Notas
24 de agosto de 2020. ESPAÑA