Es el equilibrio, el mayor reto de las sociedades actuales: Agazzi.

Con más de dos décadas de difundir las bondades de la Filosofía de la Ciencia, el italiano Evandro Agazzi aseguró aquí que uno de los grandes retos de las sociedades actuales es el equilibrio de sus subsistemas, a partir de una lógica flexible que reconozca la inexistencia de leyes de desarrollo exactas.
En entrevista con Notimex, el estudioso, quien es considerado uno de los mayores pensadores del mundo en materia de Lógica y Filosofía de la Ciencia, puso énfasis en que ese equilibrio que da la optimización sólo se puede conseguir con “juicios prudenciales”, es decir, decisiones basadas en la sabiduría humana y no en las leyes del mercado.

Para Agazzi, esa toma de decisiones tiene que ver con saber evaluar los valores en juego en el momento en que se tienen que tomar esas decisiones, capacidad que tendría que ver con las universidades, donde hay toda una formación, una cultura general, que permite ese tipo de juicios, en los que se antepone la responsabilidad social.

De visita en México para hablar de responsabilidad social, ética y una nueva forma de ver a la empresa y a la sociedad misma, el estudioso de Bérgamo se ha dedicado a la Filosofía de la Ciencia desde hace muchos años, pero desde hace unos 30 ha promovido el discurso interdisciplinario, con el que hoy, admitió, “todo mundo está de acuerdo”.

La Filosofía de la Ciencia, recordó, es una rama muy especializada de esta disciplina que comenzó a desarrollarse desde los primeros años del siglo pasado, cuando el gran desarrollo de la ciencias físico matemáticas determinó problemas lógico filosóficos.
Primero, recordó, se limitó al estudio de los métodos de la lógica de los conceptos que se utilizaban en particular las ciencias duras, para luego, expandirse a las llamadas blandas, como la psicología, economía, lingüística o sociología, que se han ayudado bastante con ese discurso interdisciplinario.

Según Agazzi, fue a partir de hace unos 30 años que se ha puesto atención al impacto de la ciencia y la tecnología en la vida de la sociedad, impacto que en primer momento fue percibido como aterrador, con sucesos como la explosión de la bomba atómica.

En ese momento, explicó, resultó evidente que los avances más impactantes de una ciencia, como la física, habían sido dirigidos totalmente a la destrucción, fue entonces cuando se empezó a discutir el hecho de que los científicos debían tener una responsabilidad.

Hubo tesis doctorales de estudiosos, que vieron en Hiroshima el pecado original, empezó en la opinión pública una reflexión sobre el hecho de que la ciencia y la tecnología no son por sí mismas un bien al servicio de la humanidad, sino un peligro o amenaza.

Esta percepción se extendió y se empezó a crear un movimiento contrario a la ciencia y a la tecnología, que llevó a diferenciar la ciencia considerada como sistema de conocimiento, y aquella como sistema de acciones humanas que tiene motivaciones, condicionamientos y consecuencias, previstas o no.

Ese fue el momento en que se expandió el horizonte de la Filosofía de la ciencia a una dimensión que abarca la ética de la ciencia, que él empezó a cultivar hace 20 o 30 años, a lo largo de los cuales ha tenido logros como el libro “El bien, el mal y la ciencia”, que fue traducido a ocho idiomas.

Su discurso fue un parteaguas porque prácticamente terminó con la época de la neutralidad científica y defendió que la responsabilidad social de la ciencia no doblegará la libertad de investigación.

Y es que para Agazzi, sería desastroso que campos como el de la medicina tuvieran que estar sometidos a decisiones políticas, “sería un absurdo decir que tal o cual medicamento es bueno porque es producido por un laboratorio de Estado, cuando en realidad no sirviera, hay que respetar las dos cosas”, consideró.
Así, Agazzi postula el hecho de que ciencia y tecnología deben respetar la libertad de desarrollo y al mismo tiempo compatibilizarse con los legítimos intereses sociales, de salud, de educación, de la propia industria, etcétera.

Y en ese sentido, añadió, será el discurso del seminario “Desafíos modernos de las empresas. Piensa, responde y actúa”, que ofrecerá el próximo jueves en el Club de Industriales de esta ciudad, donde defenderá la necesidad del equilibrio en las empresas, como subsistemas de un sistema más complejo que es la sociedad.

Creo que la contribución es hacernos entender en qué consiste la responsabilidad social.

Reconocer que el sistema empresarial privado es sólo una parte de algo más grande donde conviven otros subsistemas que persiguen sus propios objetivos, y que todos deben estar en equilibrio, que ninguno podrá lograr la satisfacción total, pero tampoco habrá alguno castigado con un nivel indeseable.

Entender que ningún subsistema alcanza la plenitud de sus objetivos pero por otra ninguno está en niveles por debajo de lo deseado. “A eso yo le llamo optimización, que nadie maximiza, pero se alcanza un equilibrio en el que el conjunto alcanza el equilibrio optimal, que es lo más positivo posible”, concluyó.
Fuente: http://senderodelpeje.com/sdp/contenido/2008/09/08/34051

México, 8 Sep (Notimex).

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