Las características de la ética contemporánea son: laicismo, moral sin religión, contratos sociales, subjetivismo moral, emotivísmo ético, no metafísica, etc.
Resulta claro que debemos encontrar un mecanismo ético para la conducta moral adecuada a las condiciones de la vida moderna. Se trata de ejercitarnos para aplicar adecuadamente los valores morales en nuestra conducta. O bien, renunciemos a esos valores y vivamos sin ellos, en la espera que se crean nuevas normas de conducta.
Resulta difícil eludir a los valores morales que son el producto de la experiencia humana desde hace miles de años, (¿5,000; 10,000 o más?). La soberbia social moderna quiere borrarlos; no creo que lo logren, los antiguos no eran tontos, ni los modernos son los sabios. Simplemente que estamos en una fase antropológica que cambiará con el tiempo; este cambio puede ser a largo o corto plazo, pero necesariamente nuestra vida cronológica es más corta que la vida de las sociedades. Ya lo escribió Alfonso Reyes “…La herencia humana no se inventa, se cataloga…”
Los racionalistas, con René Descartes, le dan mucha importancia a la razón; David Hume es empirista y él y sus contemporáneas argumentan que el hombre nace como una “tabla rasa” y la experiencia va dejando su huella con el devenir; sin embargo tanto Descartes como Immanuel Kant, le dan un grande lugar a la metafísica; a lo intuitivo de la mente.
No es posible vivir en el positivismo racionalista de Compte; porque es necesario entender que el hombre ama, u odia; tiene celos y otras pasiones que no pueden ser cuantificadas o medidas como quieren los pasitivistas. Es difícil aceptar llanamente la expresión de Ludwig Feuerbach que “Dios es producto del invento humano” con lo que interpreto que el hombre crea sus valores y sus pasiones que tiene mucho de hormonales y mediadores químicos cerebrales.
Los sociólogos modernos, sobre todo en el mundo anglosajón, desplazan a los eticistas y moralistas con débiles razonamientos, defienden muchas actitudes cómodas de las corrientes sociales humanas actuales. Nunca se pueden comparar sus razonamientos con la hondura racional de Kant, Platón, Aristóteles o de Tomas de Aquino, (le quité lo santo, porque lo tomo como filósofo) H. Tristram Engelhardt y Peter Singer son muy superficiales y pragmáticos.
La tecnología-científica moderna, sobre todo en medicina, nos reta al diálogo ético moral en temas como: La reproducción humana asistida, el estado terminal, el consentimiento informado, la voluntad anticipada, etc.
Zacatecas y México tienen muchos vacíos legales que resolver; no se legisla a fondo; se les deja la responsabilidad al reglamento de las normas oficiales.
Esto causa conflicto; en la investigación humana, en la maternidad subrogada, (ej. Tabasco) y en la objeción de conciencia, etc. El país ha mostrado su vulnerabilidad legislativa.
Es Presidente del Consejo Estatal de Bioética
Fuente: http://ntrzacatecas.com/2017/09/29/el-pensamiento-sociobiologista-y-la-etica/
30 de septiembre de 2017. MÉXICO