Escrito por cuatro profesores de la Escuela de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, El arte de vivir con sentido es un libro útil para consejeros espirituales, estudiantes de filosofía y pedagogía, y todos quienes sientan interés en las perspectivas de mitigar las dolencias del alma mediante el uso de la razón y el ejercicio de la filosofía práctica. Esta publicación de noviembre de 2007 va por la línea del libro ¡Más Platón y menos Prozac! (1999), de Lou Marinoff, un filósofo canadiense profesor en el City College de Nueva York.

Samuel Guerra Bravo, Luis Chacón Padilla, Alfonso Montalvo Zumárraga y Marcelo Villacís Carrascal no son meros adaptadores del libro de Marinoff y de uno de los métodos de Consultoría Filosófica por él perfeccionado y difundido. No he tenido todavía el gusto de conocer a los profesores Montalvo y Villacís. Conozco bien al riobambeño Guerra desde hace 30 años y sé de su buena formación filosófica general y de su apasionado interés por la filosofía latinoamericana. Más aún: él practica lo que expone en su libro, pues abandonó el vivir con la mediana comodidad que dan varias décadas de enseñanza universitaria y comercio y escogió la menor comodidad de vivir junto a la gente de un barrio antiguo y popular, en algunos sentidos más expuesta a ciertas dolencias del alma. Hay, pues, en él, autenticidad. Luis Chacón, nacido en Gualaceo, el pueblo más antiguo de la provincia del Azuay (1540), es una cabeza de alto vuelo bien aterrizada. Lo conozco como persona creativa, amigo de investigar la validez de sus ideas poniéndolas en práctica metódicamente controlada. Personas de tal calibre no suelen ser meros copistas.

Confirma esta apreciación, el subtítulo del libro: Manual de consultoría filosófica latinoamericana. La originalidad de la obra radica precisamente aquí, pero no solo aquí. Los autores siguen la tesis del profesor Arturo Roig, un argentino que, por varios años, estudió el pensamiento ecuatoriano y quien, con otros filósofos latinoamericanos, sostiene la hipótesis de que la cultura en general está colonizada por el poder de los dueños del mundo y, entre nosotros, por la conquista y colonización de España, de Europa y los Estados Unidos. Tesis política pero no ultra, sino sanamente filosófica: -no podemos ver con propios ojos nuestra propia realidad individual y social, ya que estamos condicionados por conductas ancestrales de esclavitud cultural. Sea esto como fuere, los autores enumeran una lista de varias dolencias del alma latinoamericana y, específicamente, ecuatoriana, que vuelven la vida infeliz y sin sentido. El libro no es un recetario, sino una variada argumentación para exponer la solidez académica de la Consultoría Filosófica y el carácter necesariamente político y público de la Consultoría Filosófica latinoamericana.

De modo crítico, valora lo mejor de las tradiciones sapienciales de Asia, Occidente y América precolombina. Informa, además, sobre diversos métodos de consultoría, regulaciones éticas para el ejercicio de ella y dónde puede formarse el profesional. Un libro académico y práctico sobre el consuelo, la fuerza y la necesidad de la Consultoría Filosófica.

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