Para Nietzsche, la historia monumental pierde continuidad y todo lo gris se desvanece para sólo colocar el brillo en un punto determinado que resulta desconectado de los demás.
En la Sala de Videoconferencias del Doctorado en Humanidades y Artes se llevó a cabo la conferencia virtual “Reflexiones en torno a las conmemoraciones del Bicentenario y Centenario”, a cargo del doctor Álvaro Matute, investigador emérito de la UNAM.
Matute inició su conferencia con el epígrafe “la culpa de todo la tiene el Sol”, porque –explicó– “los seres humanos pensamos que el tiempo es cíclico, debido a que hacemos lo mismo día a día, y porque luego del lunes, pasan los días y vuelve a ser lunes”.
El investigador manifestó que esta conmemoración tiene dos ámbitos: el religioso y el civil, y ambos llevan implícito el recuerdo, la memoria. “La función social de los historiadores es contribuir a encontrar materia susceptible de ser conmemorada”, añadió.
El ponente comentó que uno de los autores que lo han acompañado en el asunto de las conmemoraciones es Nietzsche, ya que sus enseñanzas tienen que ver con la reflexión sobre la memoria, la historia y la conmemoración.
“La vida tiene necesidad del servicio de la historia, debe comprenderse no menos claramente que la proposición de que un exceso de historia es perjudicial para ser vivo. La historia forma parte del ser vivo en tres respectos, en tanto que es activo y aspira, en tanto preserva y venera y en tanto sufre y necesita de liberación”, citó Matute al escritor alemán.
Para Nietzsche, dijo, a esta trinidad de relaciones corresponde una de formas de historia: monumental, anticuaria y crítica. Al respecto, aclaró que entre los historiadores existen de los tres tipos.
Para Nietzsche, señaló, la historia monumental pierde continuidad y todo lo gris se desvanece para sólo colocar el brillo en un punto determinado que resulta desconectado de los demás.
“Lo mismo podría suceder con la vida de un individuo, sus grandes momentos se destacan frente a la zona oscura del resto de su vida. Los momentos del arrojo son los que se engrandecen frente a los del hombre común y corriente”, indicó.
Más allá de lo humano
Esto se hace -según el historiador- por una necesidad de identidad que permita en lo colectivo seguir adelante, la cual se traduce en los valores sacro y el heroico, y quien los tiene está más allá “de lo simplemente humano”.
El ponente calificó al siglo XIX como de sacralización de lo épico, donde había seres excepcionales y perdían su humanidad. La biografía conduce a la exaltación de los valores de los que alcanzan la heroicidad, se da la sublimación de las personas, que son elevados a los altares patrios.
Otra característica de este tiempo, manifestó el historiador, es que quitan a los personajes sus características humanas y los dotan de excepcionalidad.
El siglo XX -agregó- es el siglo del descreído y escéptico, donde se critica a la historia monumental, se baja a las estatuas del pedestal, se propicia un revisionismo histórico y se genera un proceso de humanización de la historia.
Los grandes personajes que hicieron algo trascendente en la historia vivían como seres humanos simples. El campo biográfico tuvo que cambiar, dijo el ponente.
Al ciclo “El historiador frente a la historia 2010”, que ofrece el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, se enlazaron otras instituciones como la Universidad Católica de Santo Domingo, la Escuela Permanente de San Antonio, Texas, así como las universidades Veracruzana, la de Cuidad Juárez, la Autónoma de San Luis Potosí y la UAZ.
Fuente: http://www.zacatecasonline.com.mx/index.php/noticias/universidad/4603-diserta-alvaro-matute-sobre-el-heroe-en-la-historia
MEXICO. 12 de Mayo de 2010
hola como estan todos los de mexico que pais tan bonito tenemos nos otros les juro que si ubiera un con curso de cual es elpais mas cuidado ganamos con nuetro mexico faborito
cierto, es verdad que hemos derrochado tantos cuentos fantasticos sobre los supuestos heroes que dan una identidad al pais que hemos dejado a la historia monumental en un plano sucio y sin dejar que se defienda.
la historia es necesaria nos da identidad pero si no la sabemos manejar podemos hacer de la historia una aberracion como dije antes.