Día Mundial de la Filosofía

CUANDO un niño le pregunta a su padre qué es la Filosofía, el progenitor experimenta un terror reverencial semejante al que suelen producir las primeras preguntas infantiles sobre la sexualidad. De hecho, la situación del padre es todavía más delicada, porque me temo que existe una alta probabilidad, incluso si es filósofo de profesión, de que no sepa contestar a tamaña cuestión.
¿A qué ha decidido dedicarle un Día Mundial, entonces, la UNESCO?

Ciertamente, si el padre o la madre del ejemplo es avispado puede llegar a contestar con una respuesta estandarizada del tipo: «La Filosofía es un saber racional sobre los asuntos humanos». Esta respuesta es un lugar común de la mentalidad dominante que resulta, sin embargo, inaceptable. En primer lugar porque es mentira y el que lo dice lo sabe, o lo sabría a poco que reflexionara sobre ello. Un chiquillo curioso (sano) no dejará de querer saber cuáles son concretamente esos asuntos de los que se ocupa la filosofía, y entonces sí que verá a su interlocutor retorcerse entre tímidos balbuceos. Repasando con la cabeza los diferentes ‘asuntos humanos’ nos vamos a encontrar con que sobre cada uno de ellos ya existe una muy seria y especializada materia, y habremos de concluir que no existe ningún campo de la realidad reservado a la filosofía en el esquema de ‘saberes’ contemporáneo.

¿Qué será, pues, la Filosofía? La respuesta más sensata a este tipo de preguntas suele ser del tipo: «Lo que hacen los filósofos»; pero si miramos la actividad de los actuales profesionales de la filosofía a la luz de la historia nos vamos a sorprender al darnos cuenta de que dicho hacer ha cambiado muchísimo con el paso de los años. Cuando un alumno inicia hoy sus estudios de filosofía es convencido al poco tiempo de que, o bien la filosofía es un estudio arqueológico de lo que dijeron hombres en el pasado, con ninguna o muy poca relevancia para los asuntos humanos del presente, o bien consiste en opinar sobre cualquier cuestión sin ninguna formación ni reflexión previa, es decir, movido únicamente por las emociones (esa manía de aprender a pensar sin un libro entre las manos o un amigo al otro lado de la mesa. Una persona sensata nunca seguirá pensamientos que se le han ocurrido en soledad). Además, la actividad de los filósofos se ha especializado y alejado de la sociedad. El estado ha encontrado una forma mejor que el destierro o la cicuta para librarse de los molestos filósofos: aquello que llamamos «la plaza» (fija, se entiende).

Desde que el hombre es hombre y se asombra frente a lo que se le presenta ante sus ojos, lo que después se llamó filosofía consiste en la búsqueda de narraciones que expliquen de manera adecuada la realidad, sin dejar de lado ningún factor de la misma. A la filosofía le interesa explicar la experiencia del hombre, la relación entre el hombre y el mundo. Se trata de comprender las exigencias constitutivas del ser humano y cómo se hacen presentes -o se niegan, o se degradan- en su actividad práctica.

La filosofía es inicialmente antropología, es comprensión de lo humano y es, casi al mismo tiempo, crítica de la cultura. No se ocupa prioritariamente, como queremos entender una y otra vez, de las ideas (porque no es ideología), sino de los supuestos implícitos en las prácticas humanas, del modelo de hombre y de vida buena que presuponen las ideas y los comportamientos. Porque es allí, en los presupuestos, en lo que no se hace explícito donde, como diría Ortega y Gasset, hallamos lo que el sujeto tiene por real, aun inconscientemente. Este análisis nos mostrará dos cosas imprescindibles: qué es lo que esperamos de la vida o, dicho de otra manera, qué anhelos nos son irrenunciables y, en segundo lugar, qué satisface tal esperanza y qué prácticas van aparejadas a dicha satisfacción, y qué otras cercenan nuestra libertad y niegan nuestro yo.

Verdaderamente me parece que cuando se hace filosofía desde esta perspectiva la cosa es bien interesante, aunque estoy seguro que tal actividad nunca sería (no lo es hoy) del agrado del poder establecido.
Fuente: http://www.ideal.es/granada/20081120/opinion/mundial-filosofia-20081120.html

ANDALUCIA ESPAÑA. Jueves, 20 de noviembre de 2008

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