El panorama de los libros de texto que se utilizan en México para enseñar filosofía es ”muy desalentador”, considera Gustavo Ortiz Millán, secretario académico del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El doctor en filosofía tradujo al español el libro Introducción a la filosofía moral, del estadunidense James Rachels y que esta semana empieza a circular en librerías, publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).
Se trata del texto de ética de mayor venta en Estados Unidos, el cual, en opinión de Ortiz Millán, contribuirá mucho a la enseñanza de esa especialidad tanto en las preparatorias como en las universidades.
El libro plantea discusiones sobre la ética de Kant, la ética utilitarista, la ética del contrato social y la ética de la virtud contemporánea, tema que ”últimamente ha despertado mucho interés”.
También analiza el problema del egoísmo sicológico, la homosexualidad, la desobediencia civil o los argumentos de la ética feminista, lo que Rachels hace ”es presentarnos las teorías normativas más importantes; es decir, las que compiten por el título de la teoría moral correcta: analiza las ventajas y sus problemas con ejemplos de ética práctica”.
Saturación en la Filosofía y Letras
Ortiz Millán reitera que los libros de texto que se utilizan para enseñar ética en México ”están ya rebasados, como el de Raúl Gutiérrez Sáenz o uno que es excelente, el de Adolfo Sánchez Vázquez, pero que fue escrito en los años 60, con una clara perspectiva marxista, por lo cual ya no aborda todo lo que ha pasado de entonces a la fecha.
”Está también Etica para Amador, de Fernando Savater, que tendrá sus virtudes, pero en definitiva no es un libro de texto que en verdad cubra todos los temas que deben ser abordados al impartir una clase de ética.
”A las editoriales, en la mayoría de los casos, no les interesa publicar libros de filosofía. Eso pasa con la ética, y ni qué hablar de otras áreas como la teoría del conocimiento, en la cual no hay nada, o de metafísica, no existen libros de texto.
”En Estados Unidos sucede todo lo contrario, las editoriales saben que existe un mercado gigantesco en este rubro y lo fomentan. Promueven que los mismos profesores escriban libros, los comisionan. Entonces existen 15 o 20 títulos para elegir cada vez que se inicia un curso. Aquí ni pensarlo.”
No obstante, el especialistaconsidera que entre los jóvenes ”hay mucho interés por la filosofía. Es algo que me sorprende. Cuando estudié la licenciatura, precisamente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, éramos mucho menos alumnos. La carrera de filosofía era como el basurero, eso decían, pues quienes no podían entrar, por ejemplo a ingeniería, elegían como segunda opción filosofía, para poder estar dentro y luego era más fácil cambiarse de facultad.
”También había un dicho acerca de que los filósofos tenían dos caminos, decían: o te lanzas como Poulantzas (este filósofo griego que se suicidó a los 43 años, aventándose por una ventana en París), o le das a tu mujer como Althusser (quien en 1980 asesinó a su esposa Hèléne, estrangulándola).
”La visión ha cambiado. Hay mucho interés en la filosofía hoy día. En la Facultad de Filosofía de la UNAM, por lo menos, ya no hay espacio para personas que vengan de otras facultades. Los jóvenes interesados en la filosofía llenan los espacios y faltan lugares. Ahora se satura el cupo.”
Escasez de opciones laborales
”El mercado de trabajo en México prosigue Gustavo Ortiz Millán no está listo para asimilar a todos estos profesionales. En las mismas universidades el panorama tampoco es muy alentador por estos modelos académicos que tratan de privilegiar las áreas más productivas y que han relegado a las humanidades. Se piensa, por ejemplo, que un filósofo no puede aportar nada productivo a la sociedad.
”Por eso, la mayoría de las universidades privadas y las de los estados no cuentan con carrera de filosofía. En toda la península de Yucatán no hay una escuela de filosofía. Varios colegas de este instituto se han ido a esa región para tratar de abrir la carrera.”
¿Qué le pasaría al mundo si dejaran de existir los filósofos?
Se extinguiría parte del pensamiento crítico que debe tener un país.
”La sociedad debe de pensar en ciertos problemas, como el tema de la moralidad, asuntos de lógica, sobre todo a la luz del desarrollo de la computación. O temas de filosofía política, filosofía de la religión. Vale la pena pensar en ello, para dar otra luz a estos problemas y los filósofos son, por entrenamiento profesional, los más capacitados para hacerlo.”
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2007/02/06/index.php?section=cultura&article=a04n1cul
Al afirmar la necesidad de la actualización de los textos filosóficos en los diferentes niveles de enseñanza, no se hace sino conceder el sentido cambiante de la realidad, su dimensión circunstancial, es en esa parte donde el oficio filosófico debe de conectar con los postulados perennes de las diferentes escuelas, para atender las realidades particulares dandoles dirección para que operen con sustento, la realidad donde se desenvuelve la crítica filosófica es la que cambia, no la validez del postulado, he ahí la necesidad intermitente de voltear hacia las realidades particulares, que justifica con emergencia el desarrollo de los nuevos textos.