Volveremos más tarde al Sacristán joven, no nos olvidamos.
Podemos seguir ahora con una aproximación general a su obra. Tomo pie para ello en un texto leído y comentado por Francisco Fernández Buey [FFB] en el Ateneo de Barcelona, el 27 de octubre de 2005, durante la presentación, un de preestreno en toda regla y con numeroso público, de uno de los ocho documentales del “Integral Sacristán” de Xavier Juncosa.
De la aportación del autor de Lecturas al filosofar en lengua castellana (y también catalana en algunas ocasiones) durante la segunda mitad del siglo XX, señaló FFB, quería subrayar cuatro puntos acerca de los que había existido “y creo que sigue existiendo” un acuerdo generalizado entre los estudiosos y especialistas. El primero de esos cuatro puntos:
En el ámbito de la historia de las ideas, su panorámica de la filosofía al final de la segunda guerra mundial y su detallado análisis de las ideas gnoseológicas de Heidegger (1958-1959), que sigue siendo considerado como la mejor aproximación crítica en castellano a la filosofía del primer Heidegger (Cf. a este respecto Emilio Lledó, Javier Muguerza, Patricio Peñalver, etc.)
La tesis doctoral sobre Heidegger está publicada actualmente en Crítica. Cuenta con un prólogo del propio FFB, responsable de la reedición, que está recogido en Sobre Manuel Sacristán. Su aventura no fue de ínsula sino de encrucijadas. Señalaba aquí el traductor de Platón, Lukács y Engels:
(Un estudio reciente, aún no publicado, que merece nuestra máxima atención: Nicolás González Varela, Heidegger: nazismo y política del Ser, El Viejo Topo (en prensa)).
Heidegger hasta aquí.
Su artículo sobre la filosofía en la posguerra europea está incorporado al segundo volumen de los “Panfletos y materiales”: Papeles de filosofía. En este volumen podía leerse una aproximación a Ortega y Gasset, un clásico de la filosofía hispánica que nunca orilló. Un fragmento de este texto vindicativo publicado inicialmente en Laye:
¿Ha sido también decisiva la aportación de Sacristán? Volvamos a la exposición del autor de Conocer a Lenin y su obra.
En el campo de la lógica, la segunda aportación, FFB recordaba la Introducción a la lógica y al análisis formal (1964) por el carácter innovador en España al introducir una disciplina de la que entonces apenas había noticia. A este respecto, FFB señalaba los estudios de Jesús Mosterín y, especialmente, los de Luis Vega y Paula Olmos. Su segundo libro, Lógica elemental, un ensayo que no llegó a publicado en su día en Labor por presiones políticas de Robles Piquer, el cuñado del entonces ministro de Intoxicación y Desinformación Manuel Fraga, fue editado por Vera Sacristán en 1995 en Vicens Vives.
En el ámbito de la filosofía social y política, FFB destacaba los escritos sobre Marx y los marxismos redactados durante más de veinte años de dedicación, entre 1960 y 1985, y recogidos en su mayor parte en el primer volumen de Panfletos y materiales publicado en 1983 con el título -tan lukácsiano- Sobre Marx y marxismo.
De ese conjunto de escritos sobre Marx y marxismo, ”se puede decir que representan el punto más alto alcanzado por la teoría marxista en España desde Jaime Vera (Cf. a este respecto: Elías Díaz)”.
Sobre la tradición, de una carta a Joan Martínez Alier de 1977 editada en la revista Materiales:
Por último, FFB recordaba sus escritos sobre filosofía, metodología y política de la ciencia “a lo que se dedicó sobre todo en los diez últimos años de su vida, entre 1975 y 1985” por el carácter innovador y ecuánime “y por las agudas sugerencias sobre la ciencia contemporánea que hay en ellos (Cf. Miguel Ángel Quintanilla, Sánchez Ron)”.
Una parte, sólo una parte de esos escritos, están recogidos en Seis conferencias, un libro de 2005 editado por el Viejo Topo prologado también por FFB (y con epílogo de Manuel Monereo).
En síntesis, apuntaba su compañero de mil combates:
Estas cuatro cosas justifican el que, a su muerte, Sacristán fuera considerado casi unánimemente como el más grande pensador que hemos tenido después de la muerte de Ortega y Gasset. Dicho juicio se puede mantener hoy, vente años después de su muerte.
Había luego otras cuatro cosas en la producción ensayística de Sacristán y en su filosofar que habían sido motivo de polémica, bien desde el momento mismo en que fueron formuladas o como consecuencia de los cambios que se habían ido produciendo en el mundo desde su muerte en 1985.
También por orden cronológico, esos temas polémicos eran:
1. Su concepción de la poética y, en relación con esto, “la expresión de sus gustos literarios (un asunto suscitado ya por Gil de Biedma a propósito del Sacristán joven de la época de Laye y discutido luego por otros, a partir sobre todo de la publicación de sus ensayos sobre Goethe (“La veracidad de Goethe”), sobre Heine (“La conciencia vencida”), sobre Brossa, etc.”
2. La propuesta de Sacristán sobre la reorientación de los estudios de filosofía, “elaborada en el artículo titulado “Sobre el lugar de la filosofía en los estudios superiores” (1968) muy crítico con la filosofía académica o licenciada”, recogido en el segundo volumen de Panfletos y Materiales, Papeles de filosofía, ed cit.
Su posición metafilosófica básica:
El tercer punto: su análisis de las funciones de la universidad en general y de la universidad española en particular “en diálogo crítico con Ortega y el punto de vista liberal pero discutiendo también con el ultraizquierdismo postsesentayochista que postulaba “la abolición de la universidad” (1970-1980)”.
FFB habló de ello con detalle, rigor y corolarios fructíferos en varios escritos de su Por una Universidad Democrática, uno de sus últimos libros.
Finalmente, su concepción de la política, y más en general, “de lo que podríamos llamar su filosofía política (elaborada desde 1960 en el marco de la tradición comunista y, desde mediada la década de los 70, con particular atención a la problemática ecológica)”.
De estas otras cuatro cosas -clasicismo/ vanguardias, lugar de la filosofía en los estudios universitarios, función social de la universidad y otra forma de hacer política-, concluía FFB en este punto, “aún seguimos discutiendo hoy, aunque a veces con los términos y los protagonistas cambiados”.
De ahí, por tanto, la necesidad de contextualización de los textos de Sacristán y también “la precisión acerca de qué entender por memoria histórica”. Eran temas esenciales.
Anexo. Sobre Las ideas gnoseológicas de Heidegger .
Desconozco si Sacristán respondió la carta de su informado y atento lector.
Vayamos ahora al capítulo de publicaciones.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=201755
4 de agosto de 2015. ESPAÑA
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