En el marco del 90 aniversario de EL UNIVERSAL, el filósofo español respondió a los cuestionamientos que le hicieron los asistentes, que se dieron cita desde horas antes que comenzara el evento
Dice Savater que la filosofía sirve no para obtener respuestas, sino para generar preguntas, al encontrarse con 2 mil jóvenes, en el marco del 90 aniversario de EL UNIVERSAL.
Un ejemplo claro de la veracidad de la sentencia lo constituyeron los jóvenes que esta tarde se dieron cita en el Palacio de Bellas Artes para oír al autor de Ética para Amador y, de paso, plantearle dudas generadas por la lectura metódica de sus libros.
La cita era a las 12:00 horas, sin embargo, desde las 9:00 ya había un par de filas ante las puertas laterales del edificio. Jeans, piercings, mochilas al hombro y libros de esquinas gastadas a fuerza de uso sustituyeron a las corbatas y tacones de otros días en el Palacio de Mármol.
A las 11:00, el filósofo nacido en San Sebastián comenzó con la firma de libros a un centenar de afortunados que esperaron pacientemente su turno.
Una hora después, con la misma sonrisa colgada en el rostro, Savater ingresó al escenario del máximo foro artístico del país en medio de una gran ovación.
El periodista Jorge Zepeda Patterson le hizo los honores durante la primera parte de la charla, salpicada por las carcajadas de los presentes que, en su mayoría, no querían perderse nada y hacían grandes esfuerzos por adaptarse a la rapidez del castellano del filósofo.
De La Pequeña Lulú a la legalización de las drogas, del antibelicismo a los recuerdos infantiles de Mark Twain, de Kant a Jorge Negrete, Savater fue pródigo en respuestas, aunque a la hora del recuento, boleta por boleta, ganaron los cuestionamientos referentes a la situación política de México.
Sin miedo al artículo 33 Constitucional, el escritor le entró como los grandes y sugirió el respeto mutuo entre Andrés Manuel López Obrador y las instituciones, ante las sonrisas cómplices de los congregados que al final vieron compensada la espera.
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