Por su trayectoria en el ámbito de la ética pública y su contribución en la vinculación de esta asignatura en las empresas, la Universidad Iberoamericana Puebla le entregó a la filósofa española Adela Cortina Orts un doctorado Honoris Causa.
Previo a la ceremonia solemne encabezada por el senado de la universidad jesuita de Puebla y por los rectores de los planteles de la Universidad Iberoamericana de León y Tijuana, así como de la Universidad Loyola del Pacífico, la catedrática de la Universidad de Valencia dio una conferencia en la que destacó la importancia de la ética en las instituciones.
Este tema, apuntó, es de primera necesidad en partidos políticos, instituciones, empresas, universidades e incluso en clubes de fútbol, toda vez que en estos campos se forman valores que repercuten en la vida pública.
A la par, subrayó que la sociedad tiene el reto de transitar a una ciudadanía cosmopolita en donde haya un verdadero ambiente de respeto, pluralismo y condiciones de igualdad.
Lo que no puede seguir ocurriendo, sostuvo, es que los ciudadanos se “dejen hacer” y asuman un rol de “siervos” o “vasallos” cuando tienen que ver a los gobernantes como gestores y facilitadores. Un buen ciudadano, puntualizó, es aquel que se apropia de su vida y la dirige con base en decisiones que le forman su carácter.
Explicó que en términos éticos, es preferible hablar de moral alta y moral baja que de moralidad e inmoralidad. Si una persona o una institución está desmoralizada, ilustró, difícilmente afronta retos o busca soluciones, en cambio si se toman las decisiones correctas, dijo, éstas se convierten en virtudes.
En esta conferencia, el rector interino Juan Luis Hernández Avendaño señaló que en el país la ciudadanía es mínima puesto que no se ha entendido lo público como aquel espacio que no sólo tiene que ver con la política sino también con las empresas y las universidades.
Para formar en ética la educación es el camino adecuado, consideró luego de comentar que a diferencia de lo que se esperaría con el impulso de éticas aplicadas a la práctica desde cada profesión, las universidades aún no son punteras en este terreno.
El llamado, comentó, es a que políticos, empresarios y ciudadanos hagan un mejor uso de la ética. Se piensa que la ética es muy abstracta, sin embargo, expuso, se trata de una reflexión para decidir la mejor forma de actuar o comportarse.
En el país hace falta profundizar virtudes cívicas, por ejemplo, que los ciudadanos estén más ilustrados e informados de los asuntos públicos, expuso.
Adela Cortina
Tras cursar Filosofía y Letras en la Universidad de Valencia, ingresó en 1969 al Departamento de Metafísica. En 1976, defendió su tesis doctoral, sobre Dios en la filosofía trascendental kantiana y enseñó durante un tiempo en institutos de enseñanza media.
Una beca de investigación le permitió frecuentar la Universidad de Münich, donde entró en contacto con el racionalismo crítico, el pragmatismo y la filosofía de Jürgen Habermas y Karl-Otto Apel. Al reintegrarse a la actividad académica en España, orientó sus intereses de investigación hacia la ética.
En 1981 ingresó al Departamento de Filosofía Práctica de la Universidad de Valencia. En 1986 obtuvo la Cátedra de Filosofía Moral, relativa a la economía, la empresa, la discriminación de la mujer, la guerra, la ecología y la genética.
Está casada con el también filósofo y catedrático de la Universidad de Valencia, Jesús Conill. Entre sus libros destacan: “Ética de la razón cordial”, “Razón pública y éticas aplicadas”, “Ética mínima”, “Por una ética de consumo, “Los ciudadanos como protagonistas”, “Ética de la empresa” y “Ciudadanos del mundo”, entre otros
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By gore