Coaching Ontológico

Sobre el coaching

La palabra “coach” tiene su origen, en un medio de transporte utilizado en la ciudad Húngara de Kocs. De la ciudad Kocs, se formó la palabra kocsi (pronunciada cochi) y de allí la palabra española “coche”. De coche derivó la palabra “coach” como una función de llevar una persona de un lugar a otro. [2]
¿Pero cuáles son los lugares entre los que nos movemos por medio del “coaching”?

Del deporte vemos normalmente un tipo de coach que lleva a un deportista a superar sus propios resultados y en muchos casos a resaltar por sus logros. También hemos visto la diferencia que un coach (a veces con el nombre de entrenador o director técnico) hace a un grupo de deportistas, como podría ser en el fútbol, y como los convierte en un grupo con resultados que no eran esperados en el grupo original.

La función del coach aquí es llevar al deportista desde un lugar que produce ciertos resultados, a otro lugar donde los resultados son mucho mejores. Solemos hablar que el deportista logra la excelencia trabajando con su coach.

Esta idea pasó a las empresas, donde el Coach Ejecutivo “es un plus que ofrece sus propias mejoras al rendimiento, las perspectivas de carrera, y el crecimiento personal” [3].
Sobre la ontología

La ontología nace como una rama de la filosofía que estudia el “ser” de las cosas [4]. En cierto modo, reflexiona sobre las concepciones de la realidad, sus relaciones y características.

En la propuesta de la Ontología del Lenguaje [5] se toma el concepto de ontología como el estudio del Ser, pero restringiéndolo al Ser Humano. En ella se explica la existencia del ser humano, como un fenómeno influido fuertemente por el lenguaje (humano).

La Ontología del Lenguaje busca interpretar que es lo que lo hace al ser humano, y a partir de allí comprender los procesos que lo llevan a actuar como actúan.

La ontología del lenguaje toma como base la filosofía que rompe con el concepto de la verdad (propuesto por la metafísica). A partir de la idea que “los seres humanos no disponemos de mecanismos biológicos que nos permitan tener percepciones que correspondan a cómo las cosas son” [] es que comenzamos a ver que pueden existir varias “verdades” lo que nos abre la puerta a dos posibilidades interesantes: uno, que los otros pueden tener una verdad diferentes y que pueden ambas verdades convivir. Esto requiere entonces darle fuerza al respeto hacia los demás, el respeto frente a la diferencia. El segundo, es que si aquello que nos preocupa, y no podemos resolverlos, lo miramos de otra manera, desde otro lado, es posible que veamos posibilidades que antes, para nosotros, no existían, y eso nos lleve a su solución o simplemente que desaparezcan de nuestra preocupación. Es en esta segunda posibilidad donde trabaja el coaching ontológico.

Coaching ontológico

Basadas en las ideas de “coach” como quien “lleva” a la persona de un lugar a otro, y visto la ontología como una manera particular de interpretarnos los seres humanos, el coaching ontológico busca ayudar a la persona a encontrar las limitaciones que no nos permiten lograr los resultados que queremos, y a diseñar acciones que nos permiten ir mas allá de dichas limitaciones.

Ya sabemos que cuando una persona logra, a partir de ciertos cambios, aquello que antes no lograba, lo llamamos “aprendizaje”. También conocemos el tipo de aprendizaje tradicional en el cual “aprendemos” incorporando nueva información, nuevas maneras de hacer las cosas. No es este el tipo de aprendizaje sobre el cual trabaja el coaching ontológico.

Una de las primeras formas de trabajar del coaching ontológico es asistir al coacheado en cambiar la forma (o el lugar) con que está observando sus limitaciones. Este cambio de mirada (de observador) le puede permitir visualizar nuevas maneras de actuar que le permitan ahora sí, alcanzar aquello que desea. Una manera que se trabaja para este cambio es compartir con el coacheado nuevas maneras de ver (nuevas distinciones).

Pero también el coaching ontológico puede ir una paso mas. El coach puede asistir al coacheado en observar su propio ser, su propia forma en que “hace sentido de su vida”. El coach ayudará a observar esos patrones estables de comportamiento, esa particular estructura de coherencia.

Descubriendo esta forma en que el coacheado “está siendo” y viendo los resultados que él obtiene de dicha forma, es que el coacheado puede llegar a diseñar nuevas acciones que modifiquen esa forma particular de ser, y pueda a aprender a “ser” de otra manera. Podemos expresarlo como que ayuda liberarse del cautiverio que él mismo se ha impuesto. [2]

Yendo un poco mas allá, también podemos trabajar en ese contexto (sistema) donde la persona que buscó ayuda del coach, está viviendo. Esto permitiría modificar no sólo al coacheado, sino también su entorno, para asegurar que los cambios que él logró personalmente puedan ser duraderos.

En resumen, no es magia, no enseña, no juzga ni condena los criterios propios del coacheado.

“Está allí para procurar servirlo en el logro de sus aspiraciones frustradas más profundas” [1]

Referencias

[1] Sobre el coaching ontológico. Epílogo al libro de Leonardo Wolk, El Arte de Soplar Brasas:Coaching; Rafael Echeverría, Ph.D.© Newfield Consulting 2003.

[2] http://leoravier.com/2005/11/01/historia-del-coaching/

[3] http://www.ferocecoaching.com/origin-us-and-uk-personal-coaching.html

[4] http://es.wikipedia.org/wiki/Ontología

[5] Echeverría, R. (1994). Ontología del Lenguaje. Dolmen Ediciones.
Fuente: http://ontos.com.ar/ontos/index.php?option=com_content&view=article&id=3&Itemid=9

ARGENTINA. 2 de agosto de 2010

3 comentarios Coaching Ontológico

  1. ana checa

    el ser humano no tiene claro lo que quiere o sus deseos por que no sabe para donde va, es necesario ser conciente de la comunicacion interna “sensaciones”

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