Dentro del corpus de la obra de Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C, llamado “el estagirita” debido a su ciudad de origen), tal como ha llegado hasta nosotros, el breve e incompleto texto que conforma “Categorías” se incluye dentro de los tratados de Lógica, junto a “De la interpretación”, “Primeros Analíticos”, “Segundos Analíticos”, “Tópicos” y “Refutaciones de sofismas”.
Tal como señala Eduardo Sinnott al introducir su versión de “Categorías”, que acaba de publicar Colihue, “en su uso filosófico en la lengua griega, “kategoría’ no tiene el significado que podría sugerir su castellanización como “categoría’, sino el de “predicado’. La teoría de las categorías expuesta en el tratado homónimo es, pues, en principio, una teoría de los predicados. Lo que define su horizonte inmediato es, en efecto, el fenómeno de la predicación, esto es, el hecho de decir una cosa de otra, tal como en “Sócrates es sabio’ se dice, o se predica, de Sócrates, “sabio’”. Aristóteles propone diez categorías, o diez formas o especies posibles de predicados: esencia (o substancia); cantidad; cualidad; relación; lugar; tiempo; posición (o situación); posesión; acción y pasión.
El texto comienza delimitando el significado de tres nociones semánticas básicas: homonimia (“las cosas individuales y las especies de cosas de naturaleza heterogénea que comparten el nombre”), sinonimia (“las cosas individuales y las especies de cosas de naturaleza homogénea que comparten el nombre”) y paronimia (“una cosa es parónima de otra si su nombre deriva del nombre de ésta por medio de una variación en la desinencia o en el caso”).
“La problematicidad de la predicación había sido advertida, antes que por Aristóteles, por Platón, y ello, según parece, en el marco del debate con los filósofos megáricos y con Antístenes. Platón se preguntó cómo resultaba posible “aplicar a una cosa más de un nombre’, es decir, atribuirle a una cosa una pluralidad de predicados, sin que ello conllevase una contradicción; con vistas a aclarar eso definió el enunciado simple o mínimo como composición de un nombre y un verbo. Aristóteles recoge ese esquema, que es fundamental en su planteo, y, con el mismo propósito que su maestro, introduce la distinción categorial, que, como se ha visto, es una tipología de los predicados. Eso lo lleva más allá del platonismo, cosa que se advierte con nitidez ya en las distinciones que el filósofo establece en Categorías ii sobre la base de los conceptos de inherencia y de predicabilidad, los cuales presiden los desarrollos de las dos primeras secciones del tratado”, especifica Sinnott.
Fuente: http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2009/07/04/opinion/OPIN-04.html
Santa Fe,Argentina 4 de julio de 2009
gracias fue un tema muy interesante