“¿Qué traen Platón y Confucio al siglo XXI?” es el título del seminario que organizó el martes en Santiago el Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China (CELC) con la presencia de profesores y expertos en el pensamiento de las escuelas filosóficas helénica y china.
Las principales ponentes fueron Elena Avramidov, de origen griego, quien es profesora de la Universidad de Beijing, y Robin R. Wang, directora de Asia Pacific Studies y profesora de filosofía en la Loyola Marymount University de Estados Unidos y titular del Departamento de Filosofía de esa universidad.
Allí se explicó que el yin y el yang es un símbolo dinámico de la filosofía china, que muestra la continua interacción de dos energías y su equilibrio en armonía. Este equilibrio crea igualdad, pues sin el yin (femenino) no podría existir el yang (masculino) y al revés, y sin la interacción de ambos, que se complementan, no se genera vida.
“La razón de este seminario es descubrir la esencia del límite, la dimensión de la línea que separa el yin y el yang, y lo que estamos viviendo en el siglo XXI es la necesidad de hacer aquello que es un límite de una realidad y el límite de otra realidad”, dijo el director del CELC y exembajador de Chile en China, Fernando Reyes Matta.
A su juicio, “lo que estamos haciendo no es un ejercicio de análisis de lo antiguo, de museología, sino precisamente un rescate de herramientas esenciales para el devenir actual”.
En ese sentido, dijo que el CELC “está trabajando en la idea de analizar cómo se articulan en sus raíces las corrientes de pensamiento predominantes de Occidente y Oriente y cómo pasan a constituir hoy una necesidad de visualizar las convergencias y divergencias que puedan existir entre ambos mundos”.
Reyes Matta recordó que el filósofo y sinólogo francés Francoise Jullien, de la Universidad de París, le envió una carta para felicitar la realización del seminario, diciendo “que se hace en un momento clave para Latinoamérica porque construir una relación con China no consiste sólo en ver en qué comparar, sino también en qué coincidir”.
Elena Avramidov inició su exposición preguntándose por qué hablar de Platón y Confucio, y se respondió: “Porque ambos pensadores son figuras emblemáticas que están en las raíces de dos mundos distintos: el mundo chino, oriental, y el mundo griego, europeo y también occidental”.
Mencionó las convergencias y diferencias entre Platón y Confucio, pero dijo no compararlos “porque son dos corrientes de pensamiento que están en el mismo nivel y hablando de sus semejanzas y diferencias vamos a conocer a ambos mundos y, al mismo tiempo, conocernos mejor a nosotros”.
Confesó que “mi experiencia china me ha ayudado mucho a leer mejor a Platón”.
Además, comentó que “en cuanto a sus proyecciones en el mundo contemporáneo, Confucio (551-479 antes de Cristo) y Platón (429-337 antes de Cristo) han vivido en la misma época, con una diferencia de 50 años más o menos, cuando surgieron grandes pensadores en varias partes del mundo”.
Dijo que para entender a esos filósofos hay que referirse a lo político y a la moral; a la concepción del estado y la relación estado-ciudadano; al papel de la familia; la religión, la educación; y al desarrollo de la ontología (el estudio del ser) en Platón y su ausencia en Confucio, y al entorno social y político en que vivieron: Platón en un contexto distinto a la de Confucio.
“Los dos consideran la virtud moral y el conocimiento como los fundamentos de la gobernanza. Confucio pone al sabio y Platón al filósofo a la cabeza de la gobernanza, y ambos la enriquecen con la máxima virtud, que en Confucio es “ren” o benevolencia, que no existe en Occidente. Por su parte, para Platón es el “bien”.
Avramidov subrayó que “para los dos filósofos, las personas que tienen el poder político necesitan tener la máxima virtud moral, porque es esencial” y tener “conocimiento moral” de este mundo, “y esta es una similitud entre los dos y es muy importante hoy para conocernos mejor”.
Sobre la concepción del estado y la relación estado y ciudadano, señaló: “En Platón, como en el mundo occidental hoy, si hablamos del estado, se piensa también en los ciudadanos y su relación con el estado (deberes y derechos de los ciudadanos)”.
Aclaró que “en el pensamiento chino clásico, las cosas son diferentes porque el estado está considerado como una extensión de la familia, que es el núcleo fundamental. Así pues, las relaciones entre las personas estarán basadas en lazos familiares. Los gobernantes y los súbditos, padre e hijo, hermano mayor y hermano menor, marido y esposa y entre amigos”.
Por su parte, la profesora china Robin R. Wang expuso en detalle los fundamentos del yin y el yang y qué pueden aportar a la actual globalización y a entender los problemas que surgen en el mundo y cómo construir una base teórica en base a esos elementos.
Recordó que “el yin y el yang son parte integral de la mentalidad china y están en nuestro ADN cultural” e influyen en el lenguaje de los chinos y “también es un estilo de vida” y “es la regla de la vida y la muerte y el origen de todo fenómeno natural”.
Explicó que para entender bien al yin y al yang hay que “contar con dos condiciones: una es el sol y la otra es la montaña. Cuando un rayo de sol cae sobre una parte de la montaña, brilla y se ve iluminada, y la otra parte queda en la sombra. Así, la que brilla es yang y la otra es yin”.
Wang recordó que “el texto más antiguo que menciona al yin y al yang juntos es un libro clásico de poesía que marca la parte iluminada y la que quedaba oscura, y eso era importante para los campesinos porque los cultivos en la parte iluminada se cosechan mejor”.
El consejero cultural de la embajada de China en Chile, He Yong, agradeció la labor de Reyes Matta y el CELC por “promover e incrementar el conocimiento mutuo y la amistad entre los dos países y los dos pueblos”, indicando que hace unos 30 años eso era difícil, pero hoy, en un mundo globalizado, es una necesidad.
Finalmente, sostuvo que “la mejor manera de conocer un país es hacerlo a través de su cultura y, por eso, felicito a este seminario sobre el pensamiento de Platón y Confucio, que nos da la oportunidad de conocer las similitudes y las diferencias entre la cultura griega y occidental y la china oriental”.
Fuente: http://spanish.china.org.cn/international/txt/2014-07/02/content_32839331.htm
2 de julio de 2014