La búsqueda de la felicidad ha sido y es una constante en la historia de la humanidad y en la vida de todo ser humano.

Pero,

¿qué es exactamente la felicidad?…
¿De qué manera podemos alcanzarla?…

Como si fuera una mariposa difícil de atrapar, la ciencia y la filosofía siempre han intentado saber dónde se posa, sin lograr descubrirlo:

¿En los bienes materiales?,
¿en los seres queridos?,
¿en la ayuda a los semejantes?,
¿en la creencia en una vida más allá de la muerte?,
¿en varios factores combinados?,
¿o es pura utopía?:
¿Ser feliz es una meta o una manera de andar por el mundo?

Hemos tenido la suerte de disfrutar durante unos días inolvidables, en medio de una crisis que a todos nos afecta, del grupo de humor argentino “Les Luthiers”. Hemos tenido la suerte de poder verlos en directo al menos una vez en la vida, de poder reírnos sin parar durante los más de 90 minutos que duró su actuación en el Auditorio de Calatrava. Y la hemos tenido en medio de una época de duras tribulaciones. Siempre es bueno hacer un paréntesis para dejar de pensar en todas las preocupaciones que nos rodean. Y por ende, más suerte es encontrar la solución a todos nuestros problemas en la famosa filosofía de “Warren Sánchez”, después de que uno pare de reírse de la misma. La risa y la generación de endorfinas es ya para muchos la única solución al cambio entrópico que dramáticamente padecemos.

Entre los temas más olvidados por la madre de las ciencias del pensamiento, por la filosofía occidental, la risa ocupa el primerísimo lugar. Los pocos filósofos que han hablado de ella durante los dos primeros milenios de filosofía, lo hicieron casi siempre para infravalorarla, aunque la gran mayoría simplemente la ignoraron. Algo ha cambiado el asunto en el tercero; pero no lo suficiente. Y esto no deja de ser absurdo, pues el ser humano sin la risa y el humor no podría sobrevivir en este mundo de peregrinaje y sinsabores. En ningún mundo… “Warren Sánchez” lo sabe muy bien…

El inicio del desprecio por la risa podríamos ubicarlo en el ´Filebo ´de Platón, donde se concluía que la risa es un vicio, en el cual se ve mermado el dominio de la psique humana sobre el cuerpo. En La República, el mismo filósofo condenaba la risa “violenta”, esto es, la carcajada, por ser algo inconveniente, obsceno y perturbador. Aristóteles no se quedaba atrás y repetía una variante de la valoración platónica de la risa: Ésta es una mueca de fealdad que deforma el rostro y desarticula la voz. Pues bien, ha tenido que llegar “Warren Sánchez” para cambiar con su “filosofía de la risa” esta concepción negativista de la misma. Y ya era hora. Porque si no fuéramos “homo ridens”, no seríamos. Cada sociedad tiene una concepción de la congruencia y, de acuerdo con ella, percibe lo incongruente como tal. Ante esto, la descarga de la risa libera al individuo de la tensión ante sus incongruencias. Y esto es lo que le salva. Y esto es lo que verdaderamente nos salva.
Fuente: http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008120500_5_186021__Firmas-filosofia-risa

ESPAÑA. 04-12-2008