El nuevo libro de Alejandro Serrano Caldera, Escritos Filosóficos y Políticos, es un excelente testimonio de su fecundo pensamiento y evidencia de toda su vida consagrada a la defensa de la verdad, desde la Filosofía, el Derecho, la Política y la Literatura, temas que siempre exigen reflexión.
En sentido figurado esta obra es un poliedro en cuyas caras se dibuja la búsqueda del ser humano, finita y dramática de lo infinito desde la perspectiva de cuatro dimensiones: el Derecho, la Política, el Arte y la Literatura. Esto es un examen del individuo concebido como sujeto que posee derechos y obligaciones, como miembro de una sociedad y copartícipe activo de su designio, como practicante de la virtud creativa y, finalmente, como usuario y autor de la palabra y el pensamiento (ciudadano, político, artista y pensador: cualidades connaturales del ser humano).
Algunas consideraciones, al respecto: Filosofía y Derecho.
El Derecho, en sentido amplio, es el resultado del constante e intenso debate filosófico sobre valores y prácticas que aseguran la convivencia civilizada de la comunidad humana. La dinámica se puede resumir así: la reflexión filosófica aceptada ayer es la justificación de la ley de hoy.
Política, entre el don del equilibrio y el bien común. La Filosofía ofrece a los ciudadanos, con explicación razonada, una serie de principios basados en la historia de la humanidad que permiten marcar clara diferencia entre gobiernos acertados y tolerantes y gobiernos toscos e intransigentes. Los primeros, como resultado del ejercicio pleno de ciudadanía que a su vez propicia el establecimiento de instituciones serias y transparentes. Los segundos, como consecuencia de laindiferencia de los ciudadanos a la vida política e inteligente en sociedad.
Literatura: llave para abrirse al mundo. Verán ustedes cómo se relacionan las obras y su lectura con la Filosofía. Para ello, nada mejor que la historia conocida, digna de un cuadro de Klimt, narrada por Fernando Savater: “Tenía razón Carlyle cuando respondió a la dama altanera que tomaba como vacua palabrería las obras de Voltaire, Rousseau y demás enciclopedistas: ¿Ve usted esos libros, señora mía? Pues la segunda edición de cada uno de ellos se encuadernó con la piel de los que se habían burlado de la primera”.
Llama la atención la verdad que plantea Serrano Caldera en su obra sobre este tema: “(…) poetas y filósofos (…) de diferentes formas y distintos puntos de vista, han abierto posibilidades y creado mundos alternativos con la magia de la palabra, serena o exultante, apacible o ardiente. La luz de su mirada sobre el mundo y la vida nos muestra, una vez más, las grandezas y miserias, esperanzas y desesperanzas entre las que transita el errabundo corazón del mundo”.
La Filosofía es un proyecto universal, tal y como recuerda Christian Descamps:
“La philosophie ne peut être seulement française, anglaise, américaine ou japonaise. Au fond, elle a, comme la mathématiques, le projet d´être universelle”.
La universalidad de la Filosofía obedece, en sentido general, a que la búsqueda y formación de los principios que orientan el conocimiento de la realidad y el sentido del obrar humano, trasciende fronteras y épocas. Por eso es que las máximas de Sócrates, recopiladas por Platón, hoy son examinadas con tanto interés y regocijo como las de G. W. F. Hegel, José Ortega y Gasset o José Ingenieros.
La obra, que expresa el alma valiente y sonora de su autor, enriquecerá la cultura de América y Europa y seguramente conmoverá a la gente de ciencia y buena voluntad en tiempos en que diálogo y las reacciones civilizadas no son las estrellas que se destacan en el escenario de la humanidad. Pero que como el mismo escribió:
“Cuando miro por las noches las estrellas encendidas en el cielo, asocio la idea del universo a la idea del futuro”.
Agrego, un futuro venturoso para la humanidad.
Fuente: http://www.laprensa.com.ni/archivo/2008/junio/04/noticias/opinion/263454.shtml
Leer el mundo blog, bastante bueno