“Nuestra alma es musical, está musicalmente construída en un mundo que tiene un orden”
La música es una forma de conocimiento. La música no es sólo placer, no es sólo suscitación de emociones, no tiene que ver únicamente con los afectos”. Esa fue una de las ideas de la conferencia que, sobre “música y filosofía”, dio ayer en el Club FARO el filósofo Eugenio Trías, tras ser presentado por Roberto Relova, director del Conservatorio Superior de Música de Vigo.
Lo que dijo Trías, y constituye un eje central de su tesis sobre filosofía y música, es que la música es pensamiento, no sólo pura expresión de emociones. “Cuando se habla de pensamiento musical no se está usando una metáfora -afirmó-. Hay pensamiento porque hay argumento. Por supuesto que toda gran música, toda verdadera música -y aquí diría: también la que no es verdadera, la que menos auténtica, la que es monedero falso o la que es directamente- toda música pretende suscitar placer, provocar placer, remover nuestros afectos, promover una especie como de transformación en nuestras emociones y en nuestras pasiones”.
¿Y esa relación con la filosofía que constituye el más postrero esfuerzo reflexivo del conocido filósofo? En su opinión, “la filosofía, en el fondo, nace o “con-nace” en el espíritu de la música, para decirlo en términos de Nietzche. La figura de Pitágoras está en los orígenes mismos de la filosofía. La filosofía nace en Grecia, en el mundo jónico y, discípulo pues de los primeros grandes filósofos Tales de Mileto, Anaxímenes, Anaximandro, es el legendario Pitágoras el que primero alumbra la intuición genial, extraordinaria, de que el número es principio de todas las cosas”.
El conferenciante hizo esa alusión a Pitágoras y los principios de la filosofía para señalar cómo se vinculaba ya a la música: “Pitágoras -dice- descubre esta idea, esta extraordinaria idea y la experimenta, no en el ámbito al que luego lo aplica que es el campo de la aritmética, de la geometría o de la astronomía; no. Es en el campo musical, es en el ámbito de la música y, a través precisamente de un experimento, a partir de la diferencia de sonoridad que le provocan los golpes de un herrero en su taller. Por lo cual, él hace un, precisamente, digamos, experimento científico y, a partir del cual, empieza a entender un poco los primeros, llamémosles armónicos naturales de la música, las consonancias de la octava, quinta, la cuarta etc, que es lo que un poco nutre sus grandes ideas, que luego extrapola al campo de las matemáticas, de la aritmética y de la geometría y, finalmente, de la astronomía.
La música siempre ha estado en la vida de este filósofo pero no fue hasta hace poco en que pudo dedicarle un profundo estudio que, a través de 23 compositores, comienza por la música tradicional, allá por el 1600, para acabar en los últimos del siglo XX: desde Monteverdi a John Cage o Xenakis, pasando por todos los grandes: Josepf Hayden, Wolfgang Amadeus Mozart, Johannes Brahms… y una parte final consagrada a Platón, a quien considera el filósofo que mejor ha tomado la medida y el pulso de este sentido de la música Del alma
“Nuestra alma es musical -opina-, alma y música, como ya intuía esa gran filósofa que fue María Zambrano, alma y música tienen una especie de connivencia extraordinaria. La música es música del alma porque el alma está musicalmente construida. Y el alma no es sólo alma de nosotros mismos, de cada uno de nosotros, es el alma del mundo. El mundo mismo tiene una composición que se basa en el de orden, en el mundo hay orden. O sea, en cierta manera, la filosofía podríamos decir nace en el espíritu de a música y la música en cierta manera es reflexionada, es teorizada, esto en los orígenes mismos de la constitución de la filosofía”.
Una parte de su charla la dedicó al nacimiento de la música en Occidente, en los monasterios. “Es en esa época oscura donde surge de modo sistemático la escritura orígen de los pentagramas, toda una gran revolución”.
Fuente: http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=3236_8_193315__Sociedad-y-Cultura-Eugenio-Trias-musica-pensamiento-solo-pura-expresion-emociones