El orgullo de ser mujer y libre.
Hoy (09-01-08) se cumplen 100 años del nacimiento de Simone de Beauvoir, precursora del feminismo
Simone de Beauvoir es un gran icono de la cultura francesa. / DMJean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir encarnaron el ideal de la pareja moderna, liberada, antiposesiva, vinculada por un hilo espiritual irrompible. Luego los quisquillosos historiadores han demostrado que no fue para tanto, y que aquella unión se mantuvo gracias a los jóvenes admiradores que ambos utilizaban para satisfacer sus deseos sexuales. Ellos lo decían así: una cosa es el «amor necesario» y algo muy distinto son los «amores contingentes».
De Simone de Beauvoir queda hoy su orgullo de ser una mujer libre, lo que no fue nada fácil en su tiempo. Su ensayo ‘El segundo sexo’, publicado en 1949, quitó complejos a muchas mujeres y les convenció de lo que hoy es obvio para todos: que la mujer no tiene por qué ser frívola, caprichosa, obediente, cariñosa, esposa o hija, sino lo que le da la gana, y que la independencia económica resulta clave para alcanzar esa libertad. Entonces, todo esto sonaba a un verdadero grito de rebelión.
Gran memorialista, profesora de Filosofía y autora de influyentes libros, Simone de Beauvoir -‘Castor’ para Sartre- hubiera cumplido hoy cien años. Nació el 9 de enero de 1908 en el 101 del Boulevard Montparnasse de París, en el seno de una familia de banqueros por parte de madre que se arruinó en la Primera Guerra Mundial.
En sus ‘Memorias de una chica formal’, resalta el buen humor de sus padres y el universo armonioso de su familia, en la que la lectura era parte de la actividad cotidiana. La chica despuntaba por su inteligencia y además disfrutaba estudiando. Una de sus maestras le aconseja estudiar Filosofía y en 1929 ingresa en la Sorbona de París, donde conoce a Sartre y otros importantes intelectuales del siglo XX.
Su compañero sentimental proclamó con el existencialismo que todo el mundo está condenado a su libertad, a elegir constantemente, y ella, en ‘La fuerza de la edad’, se enorgullece de su lucha por ser libre, por desarrollar su amor por la vida y su escritura. Después de la Segunda Guerra Mundial participa en la fundación de ‘Les Temps Modernes’. Cuando en 1949 sale a la calle ‘El segundo sexo’, la primera semana vende 20.000 ejemplares. La revolución feminista estaba en marcha.
Loca o institutriz
Beauvoir se quejaba de los estereotipos con los que trataban de encajonarla. «A veces soy una loca y unaexcéntrica; otras, una jefa, una patrona, una institutriz», escribió en ‘La fuerza de la edad’. A la escritora le encantaba el escándalo y uno de los más sonados se produjo cuando publicó ‘Los mandarines’, una novela en la que descubre las luchas entre la intelectualidad francesa.
A partir de ese momento se dedicó más al compromiso político. En los años sesenta se ‘comprometió’ con Sylvie Le Bon, una estudiante de Filosofía con la que mantuvo una relación aún hoy poco aclarada, y a la que dejó toda su herencia.
Pero sin duda pasará a la historia por haber formado la pareja más característica de la segunda mitad del siglo XX. En un estudio biográfico publicado en España hace algo más de un año, la autora Hazel Rowley se preguntaba cómo una mujer guapa e inteligente pudo unir su vida a la de un hombre de un metro cincuenta y ocho, estrábico y con poco afecto hacia la higiene personal.
Ella, muy cerebral, lo admiraba. «Nuestra relación ha sido uno de los grandes logros de mi vida», confesó la autora.
Fuente: http://www.eldiariomontanes.es/20080109/sociedad/protagonistas/orgullo-mujer-libre-20080109.html
Libros:
La invitada (1943)
La sangre de los otros (1945)
Todos los hombres son mortales (1946)
El segundo sexo (1949)
Los mandarines (1954)
Memorias de una joven formal (1958)
La plenitud de la vida (1960)
La fuerza de las cosas (1963)
Una muerte muy dulce (1964)
La mujer rota (1968)
La vejez (1970)
Final de cuentas (1972)
La ceremonia del adiós (1981)