En nuestra visita a esta prestigiosa universidad sede de los más importantes avances sobre el estudio del origen de la conciencia, buscamos pistas para conocer más sobre el misterio que rodea a la conciencia, terreno hasta hace poco vedado a los ámbitos filosóficos y poéticos
En la actualidad, los científicos tienden a converger en una definición de conciencia que consiste en un proceso que da sentido a las percepciones, lo que introduce en el concepto la noción de intencionalidad mediante la cual atribuimos a la conciencia una finalidad.
De esta forma, la conciencia se convierte en un apelativo de las percepciones y los pensamientos, lo que permite hablar de conciencia visual o sensorial.
Contemplada como proceso, la conciencia es una actividad autónoma que puede tener en cuenta o no los estímulos. En estas condiciones, un cerebro aislado y mantenido vivo debería permanecer consciente.
El proceso también podría ser activado (estado de vigilia) o desactivado (estado de coma), si bien algunas experiencias en neurobiología parecen contradecir esta hipótesis.
Las aproximaciones a la noción, funcionamiento y mecanismos de la conciencia, aparte de su interés filosófico y neurobiológico, tienen el atractivo de perfilar investigacionesen otro terreno no menos importante, como el de la inteligencia artificial, que desde 1955 intenta replicar informáticamente las funciones superiores del siquismo humano.
En la práctica, el cerebro funciona como una sofisticadísima supercomputadora. Sólo pesa mil 300 gramos, pero contiene alrededor de 100 mil millones de células conocidas con el nombre de “neuronas” que constituyen las unidades básicas del sistema nervioso.
En un solo segundo estas células son capaces de procesar hasta 200 mil millones de bits de información. Para ello se valen de sus casi 100 billones de interconexiones.
La inteligencia artificial pretende replicar y superar esta capacidad del cerebro en sofisticadas y complejas máquinas adecuadamente programadas. Y así, en un futuro cercano, la conciencia también será artificial.
Los neurocientíficos actuales están llegando a la asombrosa conclusión de que la conciencia es algo parecido a un termostato, que percibe una situación externa, la procesa y responde según la configuración de su programa. En nuestro caso, la situaciones externas serían los estímulos (la visión, el tacto, etcétera), y el sistema de procesamiento serían los circuitos neuronales que recorren las vías de análisis de la corteza cerebral. El que convirtamos esos estímulos en una obra de arte, en un drama o que ni siquiera nos inmuten dependería, siguiendo con la comparación, de la programación: la dotación genética, la estructura cerebral y las influencias ambientales. Así, con toda esa configuración cerebral de la que cada vez se conoce más aunque estemos a años luz de develar todos sus secretos, no se pretende concluir que somos una simple máquina reguladora de estímulos, como el termostato, sino que puede servir para descubrir que lo que se ha llamado mente no es más que una función del cerebro.
En el caso de la mente, parecería que sólo los filósofos y poetas tenían derecho a hablar del tema. Sin embargo, hoy los neurólogos hablan del alma y del espíritu en los grandes congresos de medicina. Francis Crick, sin ir más lejos, uno de los dos investigadores ingleses que revolucionó el mundo de la ciencia, en el laboratorio Cavendish de esta legendaria universidad, al identificar la molécula de DNA, ha escrito un libro clave sobre la búsqueda de la conciencia: La búsqueda científica del alma: una revolucionaria hipótesis para el siglo XXI, donde Crick manifiesta que “las alegrías y tristezas, memorias y ambiciones, el sentido de identidad personal y libre albedrío no son más que el comportamiento de un vasto armazón de células nerviosas y moléculas asociadas”.
En un comentario sobre este libro, publicado en la revista Science en febrero de 1994, John J. Hopfield concluía lo siguiente: “…un elocuente intento de colocar la conciencia, la esencia de nuestra humanidad, en el reino de la ciencia, que debería ser leído por todo científico que se precie.”
Dilucidar cómo el cerebro crea la conciencia modificará sin duda profundamente la manera en que los humanos nos vemos a nosotros mismos. No es un arrebato de competencias, sino más bien una fusión de disciplinas para abordar algo que interesa a todas las personas, científicos o no: la verdadera naturaleza del ser humano. La ciencia actual del cerebro se está adentrando en conocer la intimidad de la maquinaria cerebral, desguazando en piezas el cerebro e investigando la codificación que existe en sus circuitos y que procede sin duda alguna de lo que somos nosotros. El trabajo de Crick se enmarca en este contexto y promete impulsar tanto las investigaciones para una mejor comprensión de la conciencia humana y sobre los procesos cerebrales que la soportan, como los trabajos tendentes a replicar en máquinas los mecanismos que caracterizan a la mente y el siquismo humanos.
Otro equipo de investigadores en Cambridge ha encontrado una prueba real de la existencia de un complejo proceso de señales no conscientes, o dicho en otras palabras, de la intuición. Los investigadores llegaron a esta conclusión después de estudiar a un grupo de personas que habían sufrido un accidente en la parte prefrontal del córtex cerebral (justo por encima de los ojos). Estas personas tenían un coeficiente de inteligencia normal y podían valerse perfectamente por sí solas en la vida; sin embargo, algo los hacía diferentes. Los investigadores encontraron que estos individuos tomaban las decisiones más adversas en su vida porque les faltaba el sentido de la intuición. De acuerdo con las conclusiones del trabajo, que se publica en uno de los números de Science, en los sujetos normales existe un sistema de aviso que provoca cambios en el comportamiento capaces de hacer que la persona tome la decisión menos descabellada. Además, esta decisión se forma antes de que el razonamiento intelectual (regido por el córtex cerebral) la convierta en una decisión consciente.
La conciencia y la mente del ser humano han pasado de un extremo a otro, siguiendo los pasos de la evolución. Las pinturas de la era de Cromagnon, en las cuevas de Lascaux, en Francia, realizadas hace más de 17 mil años son algunos de los primeros registros de la mente humana: muestran escenas de cacería, con detalles de los animales pero con una total ausencia del ser humano. Esto sugiere, según los expertos, que el ser humano no tenía entonces conciencia de su propia existencia.
Así, el córtex es la región del cerebro que genera la conciencia del entorno y de uno mismo, según una investigación que describe por vez primera los mecanismos neuronales del siquismo humano. Aunque la investigación sobre la formación de la conciencia está aún en un estado primitivo, sus autores consideran que las facultades de nuestro cerebro pueden explicarse totalmente por la interacción de las células nerviosas.
El córtex emerge así como la región del cerebro donde se generan los procesos de la conciencia. En una sofisticada e interconectada red neuronal que sustenta la percepción a través de nodos que expresan cada uno de ellos un aspecto de la percepción.
Un nodo por sí mismo no es capaz de generar conciencia ni de sostener la noción de individualidad, pero los nodos se activan y desactivan en función de una serie de coaliciones de neuronas que son las que amplían la capacidad cerebral y generan la conciencia de los procesos subjetivos y del entorno.
Aun reconociendo que las investigaciones sobre el papel de las neuronas en la formación de la conciencia están en un estado primitivo, Francis Crick considera que el comportamiento de nuestro cerebro puede explicarse totalmente por la interacción de las células nerviosas, lo que ha verificado mediante la investigación. Según explica en el artículo de Nature Neuroscience, se produce un mecanismo natural en el que distintas partes del cerebro humano se funden unas con otras para crear un sentimiento de conciencia.
Fuente: La Jornada. http://www.jornada.unam.mx/2006/11/09
Con todo respeto, creo que ese grupo de cientificos que cree que en la complejidad de un organismo (por ejemplo el cerebro) puede aparecer la conciencia, NO ES CONCIENTE DEL PROBLEMA. No hay nada mas misterioso, y maravilloso constatar, por autoreflección, que existe el YO, ese algo en nosotros que toma conciencia de si mismo. Creo que eso no es una cuestion de complejedad: EL SENTIDO DEL YO es, ontologicamente hablando, algo de categoria distinta a las maquinas, y por lo tanto irreducible a ellas.
Soy fisico, y creyente, pero creo que no hace falta creer para aceptar que puede haber un ente llamado CONCIENCIA, que no puede explicarse a partir de otros entes llamados ATOMOS.
Un saludo a todos.
La consciencia puede ser explicada a partir de simples átomos si no caemos en un reduccionismo vulgar. La consciencia, como toda las funciones mentales, es un fenómeno que se asienta en lo físico-químico, pero que tiene leyes propias, es decir es un proceso emergente, entendiendo como tal a todo sistema que está dotado de algunas propiedades nueva, emergentes, de las que carecen sus componentes.
Muchos saludos
Maravilloso Tema, excelente!, Creo que la conciencia “humana” seguira siendo tema de debate hasta que una computadora iguale este nivel de conciencia del cual gozamos como humanos, y esque la ilusión de una conciencia alma o espiritu sigue viva, por la sencilla razón del miedo que causa dejar de existir, al no haber respuestas despues de la muerte, nos consolamos con el alma., Pero pienso que una conciencia biologicamente viva, es una conciencia completa, unica y personalizada de cada individuo incluso un perro debe tenerla pero un humano “Piensa luego existe” Tal y como lo dijo Descartes, entoces por esa capacidad de pensar, cuestionamos el Ser, y le atribuimos alma para inmortalizar la conciencia, pero nos negamos a ver la realidad, y esque la reproducción sexual es la prueba viva de que trascendemos perpetuando la especie y de esa forma es como la conciencia resurge en otro ser, que también adquiere conciencia gracias a sus progenitores así que a disfrutar nuestra conciencia mientras podamos! Saludos.
para mi que la conciencia se generó como respuesta a una fuerte necesidad que surgió en el hombre durante la prehistoria, pudiera ser para mejorar su estrategia de caza y contribuir a su supervivencia o para dar respuesta a un problema de presoledad que con la generación de la consciencia se combatiría con la imaginación, saludos.
Creo que los científicos pecan de ingenuidad. La tendencia de los físicos y biólogos es reducir la realidad a su ciencia. Para el físico la conciencia debe reducirse a un juego de partículas, para el biólogo la conciencia debe reducirse a una determinada interacción de la materia viva.
En realidad, si tú me formulas una pregunta y yo la respondo correctamente, tú nunca sabrás si yo era consciente de las operaciones mentales que realizaba para resolver el problema. Podría perfectamente haber respondido la pregunta como un autómata y ser consciente únicamente de la pregunta y de la respuesta. Parece mentira que después de que grandes filósofos como Nietzsche y Wittgenstein hayan vedado este asunto a los científicos, estos sigan indagando en él de una manera harto ingenua. Empleando un símil que en su día hizo servir Schopenhauer, los científicos en ocasiones son de un simplismo tal que parece que les gustaría que los ácidos fueran ganchitos y las bases arandelas, y que la neutralización consistiera en que el ganchito se engancha a la arandela.
Por otra parte, yo sostengo lo que defendía Zubiri: no hay concienca, sino que hay en todo caso actos, hechos, sucesos o acontencimientos (fenómenos) de los que somos conscientes y otros de los que no somos conscientes, pero la conciencia no es nada, no se ve por ninguna parte, por mucho que se fuerce la vista y el intelecto.
yo creo que la conciencia es y sera algo dificil de definir y forma parte de toda la complejidad que es el hombre ya que regula gran parte de su comportamiento y no debemos olvidar que en parte este es aprendido puesto que somos individuos sociales con necesidades de adapatación a lo que nuestro entorno nos demanda. ¿no me explico todavia como varian los actos de un bebe a los de un adulto en base a la conciencia?. Me gustaria que abordaran este aspecto. No soy ninguna experta en el tema pero me cuesta entender que el origen de la conciencia sea solamente a nivel neurologico. Siento que hay mas…
Hola 🙂 para conciencia es compleja, puesto que para entenderla hay saber el origen de esta, a demás por supuesto lo que es la mente…
La conciencia es un juicio de la razón por el que el hombre reconoce la bondad o maldad de un acto. Por ejemplo dice: “soy consciente de que este detalle con mis padres es bueno”.
Pablo no entiende ni mierda
Conciencia de acuerdo con su etimología latina “Conscientia2, significa darse cuenta o tomar conocimiento de algo, sin esa facultad primordial de nuestro ser, seriamos incapaces de pensar, saber, elegir, pero considero que hay grados de conciencia, como aquellos que son producto directo del estimulo de nuestros sentidos ( Experiencia) y otros que son producto de nuestra intuicion. El sistema nervioso solo constituye un conjunto de celulas que obedece a un nivel superior que es la conciencia o llamado tambien “Yo” personal.
Ante el descubrimiento de la “partícula de dios”, es posible darnos cuenta
que la energía-luz del Bosón de Higss que da masa la materia; nos va a acercar al descubrimiento de las “verdaderas partículas subatómicas de Dios” que conforman nuestra Esencia Divinal o ‘partecita de Dios’ que hay al interior de cada ser humano. Este otro descubrimiento que ya se acerca, es lo que ayudaría acomprender que es la energía-luz empaquetada en las partículas subatómicas de la Esencia, que desde luego también están inmersas en nuestros átomos, las que transfieren la Conciencia de Dios a los humanos.
Las partículas de la Esencia o Conciencia de la Vida Universal no son el Bosón de Higss, en cuanto es la Conciencia la que elige si se manifiesta o no en materia y no al revés. La falla está en no considerar que hay doce (12) distintas materialidades o formas distintas de manifestación de la conciencia y por ello no se ha entendido lo maravilloso que es sentir la sensación de estar vivenciando la conciencia en los distintos cuerpos ´´gloriosos o solares´´ del Alma.
¿Y qué si lo único que verdaderamente es se llama “Consciencia”? Este universo inmenso de partículas bien podría ser una simple proyección holográfica animada por algo que nunca tuvo principio: la Inteligencia. Bien podríamos ser entes eternos limitados temporalmente por lo que llamamos “Vida”. ¿Y si nuestro estado consciente fuese lo único real?
Daniel me hiciste flashear
La conciencia es anterior a la vida.