Escritor nacido en la oficina salitrera María Elena, y radicado en la ciudad de Vallenar desde 1980. En el campo de la literatura, ha ganado varios concursos de cuentos y poesía a nivel regional y nacional, algunos trabajos suyos han sido traducidos al inglés y alemán. Con más de 20 títulos publicados en poesía y narrativa, ha sido incluido en variadas antologías a nivel regional, nacional e internacional.
Así habló Zarathustra es sin duda la obra máxima de Nietzsche, allí donde se derramó generosamente su inspiración y sabiduría. No es, sin embargo, una obra sencilla; lo abigarrado de los diferentes cuadros que la componen puede convertirse para el lector en un laberinto sin fin, la pluralidad de sus personajes, paisajes y temas es, en un primer momento, antes una dificultad que ayuda para la comprensión de ese mensaje que contienen los Evangelios de Zarathustra.

¿Cuál es el hilo conductor de esta obra singular? En ella se anuncia la Muerte de Dios. Aun sabiendo que exhorta a conquistar la propia alegría de existir en el amor, dos misterios mayores articulan la reflexión que sostiene el Zarathustra: la experiencia del Eterno Retorno y una promesa que es también una amenaza, el anuncio del Superhombre. ¿Qué es lo que se olvida detrás de todo esto que se sabe? Esta interrogante se mide con la experiencia del ser de las cosas que Nietzsche intenta demostrar, con la apuesta por otro modo de habitar la tierra, un modo que se anuncia desde las primeras líneas, desde el saludo de Zarathustra al Sol con el que se inicia el texto.
Nietzsche siempre entendió Zarathustra como un don, y la profunda comprensión del fenómeno de lo dionisíaco que Zarathustra implica siempre.

Nietzsche escribió este poema sinfónico pensando en hacer el regalo más preciado a la humanidad, toda una propuesta de una nueva salud, de una gran salud que el propio autor había resumido ya en La Gaya Ciencia y que adquiere su máxima expresión en Zarathustra “en un tiempo se decía ‘Dios’ cuando se miraba por sobre mares lejanos; ahora os enseño a decir ‘Superhombre’”, “Dios es una conjetura, pero yo quiero que vuestra conjetura no vaya más allá de vuestra voluntad creadora”.

Hay que entender el Zarathustra como la alborozada descripción de esta nueva tierra; como la propuesta de una nueva mirada con la que contemplar la tierra, un sueño tan intenso que la realidad misma pareció pálida a su lado; tan intenso que se presentó como una profecía del futuro “¡Sólo ahora llegará el Gran Mediodía!¡Sólo ahora el hombre superior llegará a ser amo!”

El período de Zarathustra es el de la voluntad de poder. A pesar del carácter aforístico y fragmentario de la obra, muchos sostienen que debajo late un sistema, una unidad. Esa unidad se expresa en la demostración constante de la falsedad del espíritu del hombre de ciencia y de idéntica falsedad en el espíritu decadente del cristianismo. Ese hilo conductor proporciona una guía de lectura al tiempo que ofrece una orientación alejada de las vulgarizaciones tendientes a considerar a Nietzsche como un precursor del nazismo. En esta manipulación tuvo un papel preponderante el ejercicio discrecional de la censura que con respecto a los textos de Nietzsche ejerció su hermana Elizabeth Forster Nietzsche.

Las últimas líneas dicen: “He aquí mi alborada. ¡Mi día comienza! ¡Elévate, pues, elévate, oh, gran mediodía!”, “Así habló Zarathustra, y se alejó de su caverna, ardiente y fuerte como el sol matutino que viene de oscuras montañas”.

Cronología de Nietzsche


(Röcken (Sajonia prusiana)
15 de Octubre de 1844 – 25 de Agosto de 1900)


1864 Ingresa a la Universidad de Bonn
1865 Estudia filología en Leipzig


1872 El nacimiento de la tragedia


1873-1876 Consideraciones intempestivas


1880 Humano demasiado humano


1881 Aurora


1882 La Gaya Ciencia


1883-1885 Así habló Zarathustra


1886 Más allá del bien y del mal
1887 La genealogía de la moral


1888 Ditirambos a Dionisos, El crepúsculo de los ídolos, El Anticristo, Ecce Homo
Fuente: http://revistamaranion.site90.com/?p=688

7 de enero de 2012